La semana pasada abordamos que, la trayectoria política de Porfirio Muñoz Ledo, no estaba en tema de análisis sobre su preparación y amplia carrera como catedrático, funcionario, servidor público, entre otros. Asimismo, participó en diferentes dirigencias nacionales de un sistema de partidos; sin embargo, la posibilidad de tomar la presidente del CEN de Morena se ha cerrado por completo.

Porfirio Muñoz Ledo perderá la encuesta de desempate. Lo hará, porque— él mismo empujó fuerte para sepultar su anhelo. Quiso disputar la competencia interna basándose en la descalificación, la denostación, y la creación de un clima tenso ante el golpeteo frontal a Mario Delgado, incluso, aspiró escalar el asunto con una demanda por un supuesto uso indebido en la propaganda. Esa actitud visceral— cerró por completo toda aspiración; la misma oportunidad en el tercero y definitivo ejercicio esfumará su arribo. Más allá de haber obtenido el primer lugar en reconocimiento de nombres y de alcanzar una diferencia mínima en centésimas, su propio verdugo terminó por ser él mismo. 

Vivimos en una etapa distinta. Las confrontaciones ya no funcionan; tal es así, que el mismo encono que produjo Porfirio Muñoz Ledo, fracasó. Quedó demostrado que, hoy en día, las propuestas están más allá de las difamaciones; asimismo, la organización y la congruencia por consolidar un movimiento social que cobija a la inmensa mayoría de la población, debe de llegar a un punto sólido. Morena ha atravesado a lo largo de un tiempo por una turbulencia; acumuló algunas inconsistencias como producto de interese particulares; llegó el momento de coordinar esas acciones a través de su máximo referente, López Obrador y de una propuesta fresca, vanguardista.

Con esa premisa, Porfirio debe entender que, su carrera política, terminará en el instante que la legislatura actual llegue a su fin. Su desempeño durante décadas fue ardua; pero también, sumida en la incertidumbre bipolar partidista en las definiciones. Esa ambigüedad es la que ahora cuestiona las arengas de su narrativa; eso no abonó muy bien; en su momento levantó la mano del propio Vicente Fox, un verdadero fiasco como presidente.

Y por si eso fuera poco, el vendaval arreció cuando un grupo de diputadas del congreso federal salieron a cuestionar su posicionamiento ante una serie de acusaciones.

Si Porfirio Muñoz Ledo quiere tener un retiro digno, deber hacerse a un lado de Morena en esta contienda interna. Por supuesto que no lo realizará, sin embargo, ante el sondeo que realizaran a partir del día de hoy, Mario Delgado parte como favorito según el último dato duro que mostró la casa regiomontana de Massive Caller. Sobre la base de esos ejercicios, Delgado aumentó su proporción de intención a 64%, es decir, subió su porcentaje; caso contrario, el mismo clima contaminado que engendró Porfirio, hizo descender su inclinación del político veterano.

En esta nueva oportunidad, Mario Delgado ganará sin ningún problema. En ese tenor, trascendió el razonamiento estricto de la militancia y los simpatizantes de Morena, quienes en esta ocasión, se inclinarán por el Colimense. 

Después de haber visto que este capítulo se tornó bajo la premisa de la descalificación que orquestó, Porfirio, solo queda decir una cosa: Muñoz Ledo deber ir preparando y pensando en su retiro. Sus años más maravillosos han quedado en el pasado; hoy por hoy, la entereza y el vigor de un actor que recorre el país para llevar la propuesta de consolidación de Morena, se fortaleció. Si, Mario Delgado saldrá victorioso. No hay duda.