Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- El fin de semana la Secretaría de Cultura @cultura_mx difundió un mensaje en redes sociales que pudo haber arrancado porras y aplausos, de no haber sido por el contexto del mundo al revés que lo convirtió en propaganda política.
El spot promocionado por Alejandra Frausto @alefrausto y divulgado entre los incontables picos gatellianos de la pandemia, usó como frase de batalla: “La cultura siempre nos ha salvado y esta vez no será la excepción”.
En el mismo espacio presumió los “apoyos” de la Secretaría de Cultura a mil 351 creadores -según sus cifras oficiales- que por la pandemia se han visto obligados al auto confinamiento y se han quedado virtualmente sin ingresos… “sin cobrar”. Algunos de los beneficiarios agradecieron emocionados “la ayuda” generosa del gobierno.
Lo que vimos no fue un capítulo de la rosa de Guadalupe, sino una suerte de asistencialismo en el que se trata a los creadores como útiles becarios emergentes.
Peeeeero, digamos que la Secretaría de Cultura olvidó incluir en su mensaje que parte de la pesadilla en el ámbito cultural de nuestro país es consecuencia del recorte del 75 por ciento a los gastos operativos de las instituciones culturales que además de dar empleo a miles de personas, están al cuidado del patrimonio histórico nacional.
Es cierto que la cultura nos ha salvado infinidad de veces, pero la pregunta que hoy es quién salvará a la cultura de las decisiones bárbaras desde las oficinas burocráticas, y para acabarla aporreada en nombre de la bendita austeridad.
La @cultura-mx debería defender los recursos destinados a la cultura en México y aumentarlos, que no se les olvide que no están sólo para asistir a inauguraciones, cocteles o exposiciones y tomarse la foto.
Rechazan recortes al INAH
El INAH es una de las instituciones más afectadas por el decretazo, emitido por la SHCP el 24 de mayo, que ordenó la trasquilada del 75 por ciento a su gasto. En abril la Secretaría de la Función Pública (SFP), dicen que por la libre, instruyó a las dependencias públicas a reducir 50 por ciento su gasto operativo. Pero al final no fue el 50 sino el 75 por ciento.
La comunidad científica puso el grito en el cielo y logró que excluyeran al Conacyt de la trasquilada. No faltó quién propusiera agradecerle a la titular del Consejo por los favores recibidos como si no fuera su obligación.
Pero en el lado oscuro de esta historia, por más ruido que ha hecho, al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ni lo ven ni lo oyen.
Pese a que prestigiados investigadores, historiadores, arqueólogos, antropólogos y profesionales de diversas disciplinas científicas nacionales e internacionales han alzado la voz para pedirle al gobierno federal dar marcha atrás al recorte, la respuesta sigue siendo el silencio.
El respetado arqueólogo Leonardo López Luján @LeoLopezLujan, tuiteó hace unos días: “Juan Villoro, Margo Glantz, Rolando Cordera, Eduardo Matos, Antonio García de León, Alfredo López Austin, Phillipe Descola, Joe Watkins y miles de profesionales de la antropología de México y el mundo se han pronunciado contra los recortes al INAH. ¿Valdrá la pena escucharlos?
López Lujan agregó que “ellos reconocen en el INAH una institución fundamental del Estado mexicano que es única en el mundo, Saben de su enorme prestigio y temen que lo pierda al aplicársele los recortes del 75 al 90 por ciento de su gasto”.
Quienes están en contra del recorte son los mismos que han dedicado su vida a preservar y estudiar el patrimonio cultural de los mexicanos, a apoyar el bienestar de las comunidades indígenas y marginadas, defender la herencia cultural material e inmaterial, proteger los sitios que son patrimonio mundial de la humanidad y ayudar a las nuevas generaciones de profesionistas a obtener trabajos dignos.
Los trabajadores del INAH, investigadores, académicos y estudiantes de la Escuela de Antropología ya fueron a Palacio Nacional y los batearon, instituciones internacionales han enviado cartas llamando a la sensibilidad del gobierno y hace unos días profesionales de la ENCRyM advirtieron que “proyectos de restauración y conservación del patrimonio cultural están en vilo por los recortes”.
Y no, no hay que esperar a que la historia los juzgue a los burócratas por este atentado contra la cultura, pueden y deben rectificar.
2.- Lleve su ábaco, es de moda, es de novedad.
Parecía un mal chiste salido de los rincones más oscuros de Memelandia, pero no, era en serio.
También en nombre de la bendita austeridad, la Secretaria de Economía determinó retirar 3 de cada cuatro computadoras utilizadas por sus empleados.
Y este vigoroso y leninista paso para atrás, fue aderezado con otras ocurrencias como pedirle a los trabajadores usar sus propios equipos, los que tuvieran, o bien, pagar 4 mil pesos para adquirir los que venían usando en la oficina. El mensaje es brutal.
La noticia se hizo viral por absurda. Hubo quienes se imaginaron a empleados y economistas con su ábaco bajo el brazo. Pero de las burlas se pasó a caras largas, ¿y que tal que vamos hacia allá?
Esta es la ocurrencia nuestra de todos los días.
3.- Memelandia.
*Decía un estudioso de El arte de la guerra Región 4T que cuando empiezas a pontificar y dices lo primero que se te ocurre sin pensarlo, lo mejor es tomar tu bastón y tu bombín y retirarte antes de que te lluevan los jitomatazos.
Pues no sé ustedes, pero el señor Gatell ya se tardó en reaccionar. ¿Qué no?
*Pregunta seria. ¿Y de verdad “el doc” John Ackerman permanecerá como parte de la mesa de notables que van a palomear a cuatro consejeros del INE? ¿En serio?