Desde que triunfo la alternancia en 2000, el electorado en nuestro país se polariza. En esta elección hay por decirlo de forma simple. Hay los que quieren un cambio por la izquierda y los que continúan en la derecha. Aquí hay 2 grupos en pugna.

En la lluvia de acusaciones, todos entraron en guerra sucia. Se debe reglamentar bien, para evitar el drama, la acusación sin fundamento, las encuestas, los bots, la enorme cantidad de mentiras, es importante promover la lucha de ideas, para que los mexicanos conozcamos todas las propuestas de nuestros candidatos, así informados tomar tan importante decisión y no que se está más preocupado en acertar la apuesta, que por elegir a quien trae propuestas para una sociedad productiva y justa. Los formadores de opinión y encuestas dibujaron paisajes. Como herramienta de propaganda porque la elección Presidencial es la gran apuesta en México. No necesariamente ganará quien uno quiere o quien lo dice, porque todos nos lo dicen.

Voto útil: La Derecha dividida unos con Anaya otros con Meade y los que buscan ganar al estilo clasificación del Tri en Rusia 2018, se cambian al puntero ¿y quién es? Por esto la competencia por el 2do lugar. Atraer el voto útil de los que su prioridad es que no gane AMLO. Esta elección destaca en que hay 2 tipos más del llamado voto útil distinto y opuesto, su interacción se refleja en el reparto: El de los que su meta es que el PRI no gane y el que no quiere que llegue Anaya.

El BRONCO superó los obstáculos que le puso el sistema, abrió la puerta a tantos  decepcionados de los Partidos Políticos. “Tan malo el Pinto como el Colorado”. Con tanto recurso público, deben dar buenos resultados poniendo gente buena.

AMLO;  hay entusiasmo en una estrategia serena para su triunfo. Desde la Izquierda. Hace varios años se posicionó puntero en su 3er intento. Acertó en la conciliación, trata de no caer en provocaciones. Con madurez apoyó al TLCAN, borró un poco la división entre derecha y la izquierda. Hizo todo lo que necesitaba para aumentar sus posibilidades: Administró su ventaja. Aumentó su jovialidad, se rodeó de especialistas de calidad que ayudaron a difuminar sus negativos, aunque siempre hay prietos en el arroz. Esta elección es muy distintas a las 2 anteriores que sin mayor complicación el voto anti-Amlo se unía al puntero y esto hacía de 2da vuelta. Dividirlos fue su mayor reto. La irreparable ruptura de la Derecha se lo dio, se ve alegre, dicharachero y sereno. Los resultados del conteo de la jornada electoral del 1 de Julio de 2018 dirán si es el próximo Presidente de México.

ANAYA capitalizó  sus ventajas en su rápido ascenso en la política. También le ganó contras, la fragmentación del PAN y la disparidad ideológica del frente que conformó para él. Variables que en gran parte ha contenido. Jovial, combativo, con instinto. A las averiguaciones de la PGR, con valentía temeraria, subió la apuesta. Las filtraciones no lo dañaron, lo posicionaron perseguido del Gobierno por la intención de encarcelar al Presidente Peña Nieto. Lo que le resultó electoralmente rentable. El voto útil puede hacer a Anaya el próximo Presidente de México. Lo sabremos pronto.

MEADE inició cargando la baja popularidad de Peña Nieto. El desacredito del PRI, aunque solo México logró avances con USA, desagrada el manejo con Trump. Verse externo, no dio resultado fuera, ni en su partido. Honrado, preparado con experiencia, tendrá que ser. Así vimos a Meade con chamarra roja. Su ventaja es que tiene una estructura de promotores en Seccionales que actúan de gestores sociales. Así fortalecen su liderazgo en el campo. Promueven el voto y el día de la elección ven que acudan a votar. Así el PRI tiene un estimado definido de cuántos votos tiene y dónde los tiene. Con gran rechazo social, no va apostar a más de un 15% no partidista. Puede ganar moviendo sus estructuras, a eso apostó. Meade avanzó en la medida que lo den casi por muerto bajo en encuestas, altos sus adversarios confiados en ganar. Porque en esta estrategia su mayor reto es dividir el voto anti-PRI. Pierde si se concentra en un solo candidato. Para prevenir esto necesita mantener a 2 adversarios con fuerte posibilidad de victoria, cuidando que se divida sin que uno tome más que los que los votos el PRI tiene en su estructura y la convocatoria de sus candidatos locales. El cambio de líder del PRI y de estrategia le dio los resultados. Sus estructuras están bien organizadas, animadas y activas. El domingo se sabrá si esa mayoría silenciosa lo hacer ganar y José Antonio Meade sea el próximo Presidente de México. Pronto lo sabremos.

Todos los candidatos lograron establecer con eficiencia su estrategia de campaña. En conjunto las campañas lograron confundirnos y el resultado afectará a la mayoría en el padrón electoral. Hay 4 candidatos con equipos y sus seguidores que han trabajado muy fuerte, recibido metralla y están del todo seguros de vencer. Es lógico que a cada grupo le guste solo su gallo que refleja su parte del electorado, tienen defectos y virtudes, todos son buenos. Es la Democracia. Uno ganará, al resto, candidatos y electorado, les toca aceptar la difícil derrota. Aun cuando no gane nuestro candidato, es un triunfo para todos mexicanos y debemos unirnos a apoyar a nuestro Presidente, del color que sea. Como todos los electores, tal vez confundido también yo aposté y creo que sí sé quién ganará.