En pleno proceso de elección de candidatos de su partido, el gobernador Quirino Ordaz Coppel alista las maletas para irse a España: Asiste a la Feria Internacional de Turismo con el objeto de promover el Tianguis Turístico Internacional que se efectuará en Mazatlán los primeros días de abril. Tanto la Feria de España como el Tianguis de México, están entre los escaparates más importantes del mundo en la materia. Pero Quirino se va en medio de la especulación política en el PRI y dejando en la incertidumbre a no pocos aspirantes a los respectivos puestos de elección popular. A este tipo de ambiente en el rancho lo definen como “la víbora chillando”. ¿Pero hasta dónde el gobernador impone un nuevo estilo en la toma de decisiones serias, o hasta dónde una conducta de esta naturaleza lastima las legítimas aspiraciones de miembros distinguidos de su partido? Todo mundo sabe, al igual que la mayoría de los partidos, que las decisiones para elegir candidatos no se toman en el seno del PRI y que es el Presidente de la República o el gobernador quienes eligen a quienes ellos consideran leales o quizá rentables. Esa es una regla de oro del pragmatismo y el verticalismo de la política en México. Decir lo contrario es mentir. Pero, incluso, en la propia facultad presidencialista y antidemocrática para elegir candidatos también hay reglas y, una de ellas sin duda, es el consenso y la negociación con los actores que articulan un partido. Se trata de una especie de autoritarismo “blando”, inteligente, que negocia y que reparte posiciones en el equilibrio y que va más allá: prioriza a los que no van a quedar, hace compromisos y los convence, les ofrece tareas, los hace sentir piezas importantes para sacar adelante un proceso electoral. En ese sentido, no ser tomado en cuenta para una candidatura también es una posición si se asigna tareas de responsabilidad operativa, y se toman acuerdos para el futuro inmediato, luego de pasada una elección. Un buen líder se hace respetar si respeta. ¿Lo está haciendo Quirino Ordaz Coppel? Es una pregunta. Es probable que lo esté haciendo pero, si no es así, en su hermetismo o verticalismo para elegir a los “buenos” y relegar a los que no serán elegidos, puede llevar la penitencia. El resentimiento es un estado de ánimo normal cuando alguien piensa que se juega con sus aspiraciones y cuando claramente siente, pese a su trayectoria, que lo eluden, que no se le toma siquiera una llamada y que mucho menos se le invita a tener un diálogo franco y abierto, de convencimiento y acuerdo mutuo. Tampoco el alineamiento por la fuerza es buen consejero. No se conoce a Quirino como partidario de este método, pero hay algunos que le rodean y que gustan de “aconsejarlo” bajo “razonamientos” con las tripas. Es cierto, Quirino Ordaz escucha a muchos y hace caso de pocos, sin embargo, por el antecedente de la pretendida “inhabilitación” de los ex alcaldes panistas Alejandro Higuera y Carlos Felton, hay temor de candidatos opositores al PRI, y miembros de este partido que pudieran irse a otro, de que se utilice a las instituciones respectivas para acusarlos y abrirles “carpetas de investigación”, en la clara idea de desbarrancarlos y cooptarlos a cambio de detener cualquier proceso de este tipo. Esto ya se empieza a manifestar recio y quedito en las filas opositoras al tricolor y desde el interior de este último.
IRMA TIRADO Y MARIO ZAMORA
A estas alturas, antes de que se emita la convocatoria del PRI para la elección federal, queda claro quienes, por alguna u otra razón, quedan descartadas y descartados para la fórmula de Senadores por Sinaloa. En el caso de la posición correspondiente a una mujer, no hay duda que desde el inicio del proceso electoral la diputada Irma Tirado Sandoval aparece como la más viable, no sólo por el papel importante que ha jugado como Presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Sinaloa, sino porque es pieza importante en el proyecto político y de gobierno de Quirino Ordaz. En el caso de los varones han quedado con menos posibilidades Jesús Vizcarra, Gerardo Vargas, Sergio Torres y Jesús Valdez, quien pretende reelegirse como alcalde de Culiacán. A quien se le atribuye como parte del interés de Quirino Ordaz para que vaya en la fórmula, es a Juan Enrique Haberman, empresario y actual Secretario de Agricultura, quien , en un intento de predestape, le llovió fuego amigo por todos lados, lo que seguramente metió ruido en el equipo de asesores del gobernador y determinó una inmediata reconsideración. Se sabe que el análisis del quirinismo se ha centrado entonces en la figura de Mario Zamora Gastelum, Director General de Nacional Financiera y hombre de todas las confianzas de José Antonio Meade Kuribreña, bajo las siguientes consideraciones: 1- Haberman no es priista y tampoco es conocido entre la sociedad sinaloense. El 2016 no es el 2018, cuando la cara nueva de Quirino recibió todo el respaldo de la estructura tricolor y de parte de sectores a sociales a quienes convenció la naturalidad ciudadana del entonces candidato. Hoy el ambiente en el país y en Sinaloa es radicalmente diferente y los candidatos del PRI en el ámbito federal deberán ser muy rentables para que le den votos a un urgido José Antonio Meade. 2-Si se trata de ganar la elección en Sinaloa entre Haberman y Mario Zamora hay mucha distancia en términos de conocimientos, de militancia y de identificación social, pero sobre todo en términos de acercamiento al candidato presidencial. Se sabe que Meade ha sido prudente con Quirino, pero no se sabe si Quirino le ha consultado sobre Zamora, es decir, una cuestión elemental en política. No puedes irte con todas las canicas cuando la prudencia y la buena negociación aconseja repartirlas con el candidato presidencial. Si Haberman es propuesta de los empresarios de Culiacán, Mario Zamora es propuesta de José Antonio Meade aunque hasta ahora no se lo hayan preguntado. ¿Con quién hay que quedarse? Irma Tirado, propuesta de Quirino ya está amarrada. Juan Haberman es una propuesta de los Coppel y de Jesús Vizcarra, y Mario Zamora es propuesta de José Antonio Meade. ¿Con quién se quedará el gobernador? Solo él sabe. Es su manera pues.