Por atentar contra la mujer y sus derechos, el Congreso del Estado de Tamaulipas, particularmente la legisladora priista por Tampico, Ana María Herrera Guevara, presentó en el pleno de la tribuna, el proyecto de iniciativa para la eliminación de la Epístola Melchor Ocampo en la ley reglamentaria de registro civil del estado tamaulipeco, aunque ya casi no se lee en los matrimonios, sigue vigente en la ley y transgrede a las mujeres.
Apegada al principio de jus cogens o Derecho de Gentes de igualdad ante la ley, la diputada Herrera Guevara, compareció para promover tal iniciativa con proyecto de Decreto, para reformar los artículos 43 y 44, de la Ley Reglamentaria de las Oficinas del Registro Civil del Estado de Tamaulipas, con la única intención de evitar la discriminación, desigualdad de género y proteger la dignidad humana, pero ante todo, que el varón y la mujer sean iguales ante la ley.
Luego de citar algunos pactos y convenios internacionales en los que participa México, Ana María Herrera Guevara cautivó la atención de sus compañeros legisladores a quienes exhortó considerar que deben evitar sobre todas las cosas y compromisos políticos la discriminación directa e indirecta, refiriendo que La discriminación directa se presenta cuando la ley da a las personas un trato diferenciado ilegítimo, en tanto la discriminación indirecta se actualiza cuando la discriminación se genera como resultado de leyes, políticas o prácticas que, en apariencia, son neutrales, pero que impactan adversamente en el ejercicio de los derechos.
Y uno de los reclamos en materia de discriminación contra las mujeres, es precisamente la lectura de la Epístola de Melchor Ocampo cuando los enamorados comparecen ante el Oficial de Registro Civil para contraer matrimonio.
Por ello, la diputada y sindicalista de Petróleos Mexicanos (Pemex), citó que el 14 de marzo de 2006, la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión aprobó un punto de acuerdo mediante el cual se exhortaba a los Gobiernos de las Entidades Federativas, a los Congresos locales y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para que en el ámbito de sus atribuciones soliciten a los Oficiales del Registro Civil a eliminar la lectura de la Epístola de Melchor Ocampo en las ceremonias civiles matrimoniales.
Luego de un año, el 26 de abril de 2007 la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión aprobó un punto de acuerdo por medio del cual se exhortó a los entonces gobernadores de los estados de Oaxaca y Tabasco, en los que se considera obligatoria realizar la lectura de la Epístola de Melchor Ocampo para que en el ámbito de sus atribuciones soliciten a los Oficiales del Registro Civil eliminar su lectura de las ceremonias civiles matrimoniales y, eventualmente, a sustituirla por un texto que refleje los principios de igualdad entre hombres y mujeres establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; Ana María Herrera Guevara, ya empoderada en la tribuna, recordó que a los gobernadores de los estados de Aguascalientes, Baja California, Colima, Jalisco, Puebla y Sonora, a sus Congresos locales, y a los ayuntamientos de sus municipios, se les había exhortado que en el ámbito de sus atribuciones soliciten a los Oficiales del Registro Civil que continúan dando lectura a la Epístola de Melchor Ocampo, la sustituyan por un texto que no atente contra los derechos y la dignidad de las mujeres.
Por todo lo señalado, y considerando que aun y cuando en el Estado de Tamaulipas no se continúa leyendo la Epístola de Melchor Ocampo, también es cierto que sigue establecida en la ley; y por medio de esta acción legislativa, sometió a consideración de la “Honorable Asamblea”, la modificación de los artículos 43 y 44 de la Ley Reglamentaria de las Oficinas del Registro Civil del Estado de Tamaulipas, a efecto suprimir del Código Civil, la multicitada Epístola de Melchor Ocampo.
Por cierto, muy a su estilo conservador y apegada a ese perfil bajo que le caracteriza la priista Ana María da un “puche” a los homosexuales tamaulipecos, pues al suprimir la Epístola, que únicamente habla de hombre y mujer, las parejas del mismo sexo no estarán obligadas a solicitar que no le den lectura al texto gestado en el año de 1859. Ahora sí que los homosexuales vieron una verdadera aliada en el Congreso de Tamaulipas.