Una entrevista con Mauricio Fernández

Ayer tuve una emisión más de “Charla con Eloy Garza”. Se trata de la séptima entrega de un programa de televisión que aspira a ser diferente, para un público diferente. En esta ocasión mi invitado fue Mauricio Fernández, candidato del PAN para la alcaldía de San Pedro.

Mauricio es una especie de sheriff de condado, que mantuvo a raya, en sus tres periodos al frente de su municipio, a los desalmados forajidos de gatillo fácil y mala entraña. Se trata de una idealización de Mauricio, ya lo sé, pero los cárteles de la droga le pusieron precio a su cabeza y atentaron contra su vida en cuatro ocasiones.

Sin embargo, en esta emisión de “Charla con Eloy Garza”, los tiros fueron por otro lado. Según el Censo de Población y Vivienda del INEGI, San Pedro se está convirtiendo en un municipio de viejos. De sus 134 mil habitantes, el porcentaje de adultos mayores subió de 8.3% a 19.8 % entre los años 2000 y 2020. Es decir, 2 de cada 10 sampetrinos son gente de la tercera edad.

Los hijos de los dueños de empresas o comercios migraron de San Pedro. Se mudaron a Valle Poniente, Santa Catarina, o a las colonias levantadas sobre la carretera nacional. ¿Migran las nuevas generaciones? Quizá cuesta más caro comprar una propiedad en San Pedro (con plusvalía muy alta), o el predial es aquí un impuesto más caro que en otros municipios del Área Metropolitana de Monterrey.

Ahora salgo al parque con mi perro Mito y me siento en una banca a platicar con mis vecinos, bajo la sombra de los álamos. Una viejita menuda y triste se queja conmigo de las cuarteaduras de su casa; de lo caro que salen últimamente los recibos de agua y luz, del predial que flota por las nubes y de su marido difunto que le dejó una propiedad grande pero en ruinas, imposible de vender. ¿Quién vive mejor: esta anciana, vecina mía, o mis amigos de San Pedro 400? Quizá vive en condiciones peores a raíz de la pandemia ensañada sobre miles de comercios y miles de nuevoleoneses despedidos.

Le cuento a mi vecina anciana, mientras juguetea Mito en el pasto, sobre el estreno de la película “Nomadland” (2021), con la gran actriz Frances McDorman, merecidamente nominada al Oscar. Es la historia de esos norteamericanos de clase obrera, despojados de sus propias casas por la recesión económica, que viajan por el sur de EUA tripulando casas rodantes en busca de empleos temporales. “Entonces no tienen hogar”, me dice mi vecina y yo le respondo: “hogar sí tienen; lo que no tienen es casa”.

En San Pedro, los vecinos venidos a menos son gente sedentaria. No tienen la vocación de trotamundos, de andar de allá para acá, del tingo al tango. Sus hijos y sus nietos migraron, pero ellos están dispuestos a morir en la misma casa donde han vivido por décadas: toda una vida anclada al mismo paraje en las faldas de la Sierra Madre Oriental. Esa es una de las situaciones que afrontará Mauricio Fernández si gana esta elección y si se convierte en alcalde de San Pedro por cuarta vez.

Me despido de la anciana, la dejo tomar el fresco bajo los álamos y de lejos me grita algo apenas perceptible. “¿Cómo dice, vecina? ¿Le dice adiós a Mito? ¿Quiere preguntarme por el título de la película?” Y la anciana niega enfadada con la cabeza varías veces. “No, no, muchacho, quiero preguntarte cuánto cuesta una de esas casas rodantes y ver si alcanzan mis ahorros para comprarme una”.

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