La mayoría de las veces nos exigimos demasiado, nos comparamos con los demás, pensamos en todo lo que se nos dificulta hacer, en las veces que nos hemos equivocado, cuando nos sentimos torpes o con pocas habilidades sociales. Cada vez somos más intolerantes, más obsesivos, más neuróticos y en fin nuestra vida parece ser un caos de principio a fin. Las amistades ya no lo son, ya no confiamos en nadie, no tenemos la suficiente solvencia económica y más cosas.
Es irónica la vida y todo es tan relativo, que depende del estado de ánimo en el que estemos para ver el asunto catastrófico o no. Tal vez el mismo problema lo veamos diferente si dejáramos pasar un día, dos, una semana o un mes. Y seguramente las circunstancias no cambien de un momento a otro, lo que sí puede cambiar es nuestra forma de interpretar las cosas. A veces la "cura", es tomar otros lentes para ver las cosas diferentes, desde otro punto de vista, minimizar un poco las cosas de manera que sean más accesibles para nosotros, desglosar las cosas, para poderlas comprender y poder ver el problema por partes y de esa misma forma resolverlas.
Lo que también es interesante saber, es que cuando un área de nuestra vida está afectada, seguramente va a afectar a las demás, pero también pasa el efecto contrario, si empiezo a reconstruir o a fortalecer un aspecto de mi vida, necesariamente se irán fortaleciendo las demás. Solo basta empezar, avanzar un poco, dar el primer paso. Tal vez el primer paso no resuelve ni me hace llegar de un solo tirón a donde quiero ir, pero si me empieza a alejar de donde no quiero estar. He ahí el secreto de empezar a hacer las cosas, de acercarme a lo que quiero e irme alejando de lo que no quiero y necesito dejar atrás.
Dar el primer paso es el secreto para encontrar cualquier salida, movernos, cambiarnos de lugar, hacer cosas nuevas, leer otras cosas, vestirnos de otro color, probar algo nuevo, escuchar cosas diferentes, adornar distinto, vestir más cómodo, dormir más horas.
Pensar seriamente en hacer un esfuerzo por caminar más adelante, para sorprendernos de todo lo que todavía hay que vivir, pensando que lo que viene después, ¡siempre es mejor!
¡Buen fin de semana!