Justificando su pésima actuación que a la fecha se ha desempeñado en su ejercicio como gobernante y "solapador", que le queda mejor de encubridor de su antecesor Marcelo Ebrard Casaubón, y siendo, o más bien jactándose de ser penalista, que yo creo que es más bien porque da verdadera pena, no es posible que nuestro Jefe de Gobierno desconozca que está cometiendo un hecho delictivo, aun gozando de fuero, que dicho sea de paso, precisamente es una virtud constitucional para evadir este tipo de pillerías y servilismos gangsteriles, como es lo que el día de ayer volvimos a ser testigos al ver cómo responsabilizó y "sacrificó" cobardemente a quienes únicamente EJECUTARON U OBEDECIERON UNA ORDEN POR SUBORDINACIÓN en su momento, y que de eso nada se dice, tomando a funcionarios diversos como "chivos expiatorios" a todas luces, haciendo pública una lista de personas que arbitraria e ilegalmente ahora hasta se encuentran bajo investigación por parte de la Procuraduría Capitalina, y hasta con sanciones administrativas de por medio, encabezados por Enrique Horcasitas Manjarrez, ex Director General del Proyecto Metro.
Y si de aplicar la ley con todo rigor se trata también me llamó muchísimo la atención de que bajo la "ley Mancera" tampoco encontré por ningún lado a su amigo Joel Ortega, quien en este estricto sentido también es responsable por esta línea 12 que aún seguirá sin brillar por mucho tiempo, como en una columna diversa lo mencioné, pero lo que más insulta a la inteligencia de la opinión pública, de los abogados y de los capitalinos ¿a dónde se le ve acusando y responsabilizando en primer lugar al verdadero culpable Marcelo Ebrard, cuando menos a manera de ficción mediática? Y es que desde luego, es evidente que NO lo quiere afectar en sus aspiraciones presidenciales, ya que si tenemos buen criterio y memoria esta construcción de la ya tan famosa "línea dorada" precisamente fue realizada "en caliente" para que Ebrard cuando menos contienda para el 2018, o niéguenmelo mis queridos lectores; por lo que me salta a la mente ese lema que nuestros gobernantes usan de estandarte: "Obras son amores".
En efecto, Mancera se ha convertido en todo un político desenfrenado que ahora también para "curarse en salud" viene no conforme con todos los errores garrafales tanto voluntarios y hasta involuntarios que comete "dorando la píldora" a los capitalinos y ahora también propone algo que no es ni de su incumbencia ni mucho menos de su competencia, que es el tema del "salario mínimo" llevado también ayer a la Asamblea Legislativa, cuando tanto los Asambleístas como el mismo Jefe de Gobierno desconocen que para eso hay una Comisión Nacional de Salarios Mínimos.
En fin mis queridos lectores, ya para terminar, pienso que ya nos hemos dado suficientemente cuenta que Mancera como abogado, carece de ética, de conocimiento, que teniendo el grado de Doctor es una barbaridad. Asimismo es inaceptable que carezca de valor civil de una forma tan descarada, que se haya amañado y maleado tan rápidamente en todos los sentidos, y que con todas sus acciones, por desgracia, continúa poniendo en mal a quienes pertenecemos y egresamos de nuestra Máxima Casa de Estudios. ¡¡Mancera ni cómo ayudarte!!