En su sed de protagonismo y necesidad de sentirse importante, Yuriria Sierra cometió varios errores y obviedades. Una de ellas: nos recordó a los televidentes que Margarita Zavala no estaba en el debate, como si nadie se hubiera enterado, desde la semana pasada, de su retiro. Además de ella, Meade también la refirió. Y nadie más. El peso de la intrascendencia es igual a cero. A nadie le importó prácticamente que la ex primera dama no estuviera ya. Lo que confirma que tomó una buena decisión. Ella o quien la haya tomado. Falta animar al Bronco. 

Vayamos a lo importante: 

AMLO ganó el debate, según la encuesta de la prestigiada De Las Heras Demotecnia

https://aristeguinoticias.com/2105/mexico/amlo-el-mejor-y-el-peor-del-segundo-debate-encuesta-de-de-las-heras-demotecnia/

Pero también perdió según la misma empresa.

La realidad, hay que decirlo, coincide con ello y esa es la encuesta más importante: una buena parte del país quiere que AMLO sea presidente sí o sí. Y otra parte lo repudia porque sí. Les causa alergia. O AMLOFobia, como atinadamente recetó Hernán Gómez Bruera: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/hernan-gomez-bruera/nacion/la-pejefobia

Desde anoche, un especialista en asuntos electorales me abordó, por alguna razón, para preguntarme quién había ganado el segundo debate. Contesté casi a botepronto que AMLO, pero quedé insatisfecho con mi respuesta. Él me dijo que Meade. En el primer debate opiné que Anaya había ganado sin lugar a dudas. 

No me faltaba razón. La encuesta que pone a AMLO en el mejor y en el peor de los escenarios puede ser profética

Es como si se abriera el telón y la mitad del público te aplaudiera y la otra te aborreciera. ¿Se puede actuar así? Yo -que quise ser actor- jamás lo haría. 

Pero es precisamente a ese escenario al que se encamina AMLO. 

Si bien ha tragado lumbre en estos más de doce años en campaña, nada le garantiza que lo que sea que venga será superado. 

Se empieza por las inercias, siguen los rechazos y luego surgen los grupos en contra. En su caso los tiene a todos agrupados y desde ya, listos para que en caso de que gane la elección, esperen formados el día de su caída. Cuando la miel se vuelva veneno. 

AMLO debería darse cuenta que el tigre no sólo es el que está con él sino que hay tantos sueltos, que no se sabe por dónde atacará el resto. Si lo harán uno por uno o en manada. Es hasta que clavan las garras cuando brota la sangre. 

Por lo pronto, puede seguir tranquilo en su pista de circo, donde anoche se le pudo ver desde fúrico hasta bromista (Ricky Riquín Canallín). 

Aunque no lo crea -porque yo mismo anticipé su caída en este mismo espacio-, diré que Ricardo Anaya puede tener otra oportunidad en el último debate. Pero ya no depende de ello. 

Hoy Anaya debe abrazarse del voto útil que tanto creció la pequeña figura de Felipe Calderón en su momento. 

Pese a los niveles de polarización, es de celebrarse que, a diferencia del pasado, hoy podamos decir con certeza que aún no sabemos quién va a ganar. 

Cuestión de días. Cuestión de que otros dos candidatos caigan por completo. Y un pueblo se levante a votar. 

Hoy es más grande la indignación que el miedo, anticipó el calderonista Roberto Gil en entrevista con Carmen Aristegui. https://aristeguinoticias.com/1402/mexico/hoy-veo-mas-indignacion-que-miedo-gil-zuarth/

Y en esa vía avanzamos. 

Con la cartera en mano, pausas y semiabrazos, la elección del 1 de julio se va colocando precisamente como eso: una elección de uno. 

Fugaz.-

Javier Alatorre nos esperaba en la próxima parada. Afortunadamente, como Margarita, también declinó.