El espectro político mexicano es una excentricidad en la que derechos progresistas como el aborto o el matrimonio gay no necesariamente encuentran cabida. Tampoco el feminismo es una bandera muy ondeada —ni entendida—, por mujeres o por hombres, ni siquiera entre los afiliados a partidos de izquierda.

López Obrador, por ejemplo, nunca se ha caracterizado por una agenda progresista. En 2012, prometió al Episcopado Mexicano llevar estos derechos —la interrupción del embarazo y el matrimonio entre personas del mismo sexo— a consulta. Es más, los planteó como reformas en materia de libertad religiosa. Me imagino que reconocerlos como derechos humanos, hubiera evidenciado por qué no son derechos sujetos a consulta. Pero bueno.

Hace dos años nuevamente reveló que no le era prioritario cuando en entrevista ante el Weso declaró: ““Lo fundamental es la honestidad, eso (legalizar el aborto y los matrimonios gay), con todo respeto y autenticidad, lo considero como algo no tan importante”. Ah, órale. 

Claro, menciono el aborto porque es emblemático, pero no exclusivo de la lista de derechos que las mujeres hemos exigido y defendido por tantas décadas sin conquistarlos plenamente. El día de ayer, Día Internacional de la Mujer, SDP Noticias publicó un video en el que Andrés Manuel respondía a dos preguntas:

1.- ¿Cuál es el mensaje que tú tendrías para las mujeres mexicanas…. Pero también para los hombres? (por favor, nunca excluyamos a los hombres de nada), y 

2.- ¿Qué mujeres han marcado tu vida política y como ser humano? 

Voy desmenuzando las respuestas:

En primer lugar, le dio varias y lentas vueltas al concepto de la fe: “Yo le diría a las mujeres… y a los hombres de México es que no perdamos la fe”. En discurso tradicionalmente esto de pincelar la fe se asocia necesariamente a una propuesta. El orador tiene que plantear cómo lo que él propone debiera dar esperanza y luego evocarla. La propuesta de Andrés Manuel es la siguiente: “Veo un futuro distinto para México, para las mujeres. Les vamos a aminorar la carga a las mujeres: se va a apoyar a las madres solteras; se va a apoyar a las madres porque sus hijos van a tener garantizado el derecho al estudio, por eso hablo de aminorarles la carga”. Y no que me sorprenda, pero por supuesto que AMLO no entiende de feminismo: 

1) “Les vamos a aminorar la carga”, ¿quiénes? ¿Los hombres? Porque además, “aminorar la carga” significa que “sus hijos van a tener garantizado el derecho al estudio” y, ¿de quién son los hijos? Pues de las mujeres. ¿A quiénes les toca esa “carga”? Pues a las mujeres. Parece que a los hombres los vamos a dejar libres de carga sin que se ocupen del tema. 

2) Las mujeres son, primero, madres. Por eso lo primero que dice es que se apoyará a las madres solteras. Y, por supuesto, las madres casadas o con pareja no necesitan ayuda. Su trabajo siempre es remunerado, casi nunca dedican más tiempo a tareas del hogar que sus contrapartes masculinas, casi nunca sufren de violencia doméstica, etc. Ajá. Las mujeres que son vulnerables, para Andrés, son madres y son solteras. Ok. 

Continúa la propuesta:  

“Y van a tener oportunidad de trabajo, para que no sean obligados, para que no se les obligue a tomar el camino de las conductas antisociales, se va a atender a los jóvenes. Eso es muy importante”. 

3) En el Día Internacional de la Mujer, a quienes les ofrecemos trabajo es a sus hijos, que, ojo, no digo que no sea importante, pero no le damos oportunidades a las mujeres, dándoselas a sus hijos. Las mujeres tenemos que dejar de tener visibilidad en la agenda pública porque somos madres o somos esposas de alguien. 

“Y va a haber, al mismo tiempo, oportunidades para la participación de las mujeres, incluyendo la participación en política” (vaya). “No creo que haya un gobierno, no es para presumir, que le haya dado más oportunidad de participación política a las mujeres, como el que yo encabecé en la Ciudad de México. De 14 miembros del gabinete, 8 eran mujeres. Eran mayoría las mujeres y no por cuestiones de igualdad de género “(ya cuando empezábamos a ir bien), “sino porque la mujer es más inteligente, más comprometida- me río porque esto les cae muy mal a los machistas, ¿no?- la mujer es más decidida, es más honrada que el hombre, más trabajadora”. 

4) Y con esto nos recuerda a las mujeres que aclaran que ellas “no son feministas, pero”, como si el feminismo tuviera una connotación negativa. Así AMLO nos aclara que él no hizo nada derivado de una preocupación por la igualdad de género, ¡cuando ésa debió haber sido precisamente la motivación! Pero no, la razón es que las mujeres somos trabajadoras y honestas y blablablá…. ¿Cómo explicarle que las mujeres, todas las mujeres, no encajamos en ningún adjetivo? Estas generalizaciones no sólo son falsas, sino que insisten en las concepciones sociales asociadas a “ser mujer”. Son esas obligaciones que tenemos con la sociedad por el simple hecho de ser mujeres. No somos más inteligentes. ¿Por qué seríamos? Si la lucha es que, siendo igual de inteligentes, se nos impide llegar a ciertos puestos, porque somos mujeres, o se nos paga menos por el mismo trabajo. Y si fuera cierto que somos más comprometidas, más honradas y más trabajadoras que los hombres, será probablemente porque siempre tenemos que dar más que los hombres para que se nos respete la mitad, porque la falta de oportunidades laborales- también en espacios de alto poder- nos ha obligado a valorar más el espacio conquistado, demostrarnos más, ofrecer más.

5) Y, claro, no se nos olvide que el gobierno que él encabezó “le dio la oportunidad de participar a las mujeres”. Las mujeres no necesitamos  tanto que se nos dé la oportunidad, como que se nos reconozca, que no se nos quite porque somos mujeres. 

Finalmente, la respuesta a la segunda pregunta: 

“En primer lugar mi madre, Manuela Obrador González, fíjate si no me va a marcar en la vida si ella, cuando fue candidata Rosario Ibarra, a pesar de que estaba el Ingeniero Cárdenas de candidato, votó por doña Rosario”

6) Imagínense, a pesar de poder votar por un hombre, votó por una mujer… Porque eso es lo único que explicaría su voto por Ibarra sobre Cárdenas. Se entiende que Cárdenas era mejor en todos los sentidos…

En fin, a ver si para el próximo año los políticos le empiezan a agarrar al tema. Como diría AMLO, no hay que perder la fe… 

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(La autora es economista y politóloga, Directora de Discurseros SC)