Eric Fernández, @fdezeric en Twitter, y yo realizamos la siguiente entrevista con René Drucker, secretario de Ciencia y Tecnología del gobierno del Distrito Federal
¿Quién es René Drucker?
He trabajado en la UNAM toda la vida. Hago investigación básica en neurociencia. Voy a cumplir 44 años trabajando en la universidad, donde estudié. Hice un doctorado en Canadá. He tenido puestos académico administrativos: jefe del Departamento de Neurociencias, coordinador de Posgrado en Medicina, coordinador de Investigación Científica y director de Divulgación de la Ciencia, que incluye el Museo Universum, lamentablemente el único museo de ciencia en la Ciudad de México.
Y ahora eres secretario de Tecnología del gobierno del Distrito Federal…
Hace un año tome posesión como titular de la Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación, que es un gran acierto del jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, no porque me haya nombrado a mí como titular, sino porque se crea la secretaría. Uno de los problemas de la ciencia en nuestro país es que ha sido una actividad poco apoyada…
¿Hay otras secretarías de ciencia en México?
Según parece en Jalisco y otra en Morelos. Lo lamentable es que a nivel federal no existe.
En el gobierno federal existe el CONACYT, ¿sería el equivalente…?
Existe el CONACYT, pero no la Secretaría de Ciencia, y es uno de los grandes problemas. El acierto de Mancera es que, por primera vez, se eleva el nivel de la ciencia en la política pública. Debería existir en el gobierno federal. No es lo mismo ser director de CONACYT…
Si hay una Secretaría de Turismo federal debería existir la de Ciencia, ¿no?
Es el punto, claro…
Parece mucho más fácil desarrollar proyectos turísticos que científicos.
Si elevas la presencia de la ciencia en la política pública, la ciencia tiene más capacidad de gestión y se le tiene que considerar como del mismo nivel que a las otras secretarías. Pero en lo federal no existe una secretaría de ciencia. Lamentablemente no. Si existiera habría una política pública al respecto para generar proyectos a largo plazo.
¿No hay una política de Estado para la ciencia y la tecnología?
No, no existe. Está el CONACYT, que es un organismo hoy en día rebasado. Lo que hace principalmente es administrar una serie de programas establecidos desde hace mucho tiempo, como las becas de posgrado. También administra el Sistema Nacional de Investigadores; tiene a su cargo los 27 centros públicos de investigación del país. Y el CONACYT es el responsable de emitir las convocatorias para apoyos a proyectos de investigación. Y ahora tiene algunos otros programas como apoyos a la innovación. Pero no es suficiente con eso…
¿Puedes explicar qué pretende hacer o qué ha hecho la Secretaría de Ciencia del DF?
En la Secretaría de Ciencia hemos decidido que debe ser un organismo que muestre que la ciencia tiene grandes posibilidades de contribuir a resolver problemas de la ciudad, esto es, que se trata de una palanca para el desarrollo. Puede estar ligada también a la innovación, pero la ciencia por sí sola tiene mucho que ver con la resolución de problemas.
¿Como qué problemas?
En realidad, cualquier problema que tenga la ciudad. Desde luego son muchos, no vamos a meternos a todos, pero vamos a tratar de contribuir a solucionar algunos…
¿Como la influenza?
Eso le toca a la Secretaría de Salud. Hablo de otros problemas. Como la contaminación, por ejemplo en Xochimilco, donde el agua de los canales está contaminadísima y nosotros, precisamente, tenemos ahí un programa. En San Gregorio hay unos ejidatarios que llevaban más de 20 años pidiendo agua. Hicimos un programa para dotarlos de agua, y los ejidatarios ya van a poder tener agua para cultivar sus parcelas.
Pero el agua no lo es todo para el cultivo…
No nada más les hicimos la obra hidráulica, también les estamos enseñando a cultivar con métodos modernos más eficientes. Vamos a dotarlos de riego por goteo, que es una forma mucho más ahorradora de agua y muy científica. Buscamos convertir a los ejidatarios de de San Gregorio en gentes eficaces para que produzcan alimentos, lo que no han podido hacer, en primer lugar porque no tenían agua, pero también por sus métodos de producción que son, pues, de la “época de las cavernas”, digamos entre comillas.
En Xochimilco los canales están muy contaminados…
Les dotamos del agua, pero en Xochimilco hay muchísimos otros problemas, entre ellos la contaminación de los canales. Estamos desarrollando un programa para limpiar los canales de Xochimilco, en un área experimental para poder hacerlo con biorremediación…
¿Biorremediación?
Utilizar microorganismos para combatir a los microorganismos que contaminan, una técnica científica muy socorrida en otros países y muy efectiva. Pero los canales también están contaminados con metales pesados, entonces necesitamos encontrar mecanismos para mejorar la calidad del agua de Xochimilco, y para eso la ciencia es fundamental.
¿Ustedes financian a los investigadores?
Financiamos este proyecto, sí. Con investigadores de la UNAM, del Instituto de Ingeniería.
Y estamos hablando nada más de Xocimilco, pero los problemas están en todo el DF…
El agua para riego y la contaminación no son los únicos problemas en Xochimilco. Todos conocemos las trajineras. Aprendí algo, los de las trajineras me dijeron que para construir una necesitan talar 50 árboles. Si eso fuera cierto –no veo por qué me van a decir algo que no sea cierto–, sería tala ilegal. La razón, aparentemente, es que solo una pequeña parte de los árboles puede ser usada para la trajinera. Ya tenemos un programa con el Instituto de Materiales de la UNAM para ver si podemos usar pet y un nano material para producir las trajineras, primero más livianas y más fáciles de hacer con materiales sintéticos.
¿Y el financiamiento? Los árboles simplemente los cortan, es decir, son gratis…
El problema después de desarrollar el material es que eventualmente los trajineros van a tener que autofinanciarse. Pero a larga les va a resultar mucho más fácil y más barato.
Están ustedes también en las TecnoTiendas…
Es el programa de las TecnoTiendas. Me preocupa mucho la competencia desleal entre las tiendas de conveniencia y las pequeñas tiendas familiares. Lo inauguramos en Tlalpan, y ya vamos a la delegación Miguel Hidalgo; pretendemos estar en todas las delegaciones.
¿Cómo apoyan a las tiendas de la esquina?
Lo que hacemos es dotar a todas las pequeñas tiendas familiares, a la tienda de Doña Susanita y a la de Don Jesús, de tecnología para que puedan vender tiempo aire, para pagar la luz... Además enseñamos a los dueños de las tiendas a ser más eficientes al comprar porque no saben muy bien cómo hacerlo. Hay cursos de capacitación.
¿Cuántas tienditas van a modernizar?
Pretendemos es dotar de tecnología a cinco mil tienditas en la Ciudad de México. Y queremos ampliar el uso de la tecnología para tener información de salud y cosas así. Buscamos que las tiendas familiares ofrezcan servicios que no existen en las tiendas de conveniencia.
¿Las familias han aceptado el programa?
Hemos tenido buena respuesta, ya hay tienditas que se han incorporado al programa y están muy contentos los dueños: algunos han incrementado un 30% sus ganancias. La idea es convertir a la tiendita de la esquina en un negocio que le permita a la familia vivir mejor.
Es una especie de programa social…
Un programa social eficiente. Muchos de los programas sociales que tenemos, que es loable que se tengan, en realidad a veces significan dinero tirado a la basura. Dice el dicho, no le des a la persona lo que se pesca, enséñale a pescar, para que pueda realmente sustentarse…
O sea, la Secretaría de Ciencia del DF está enfocada en ser socialmente útil.
Sí, en mostrar que la ciencia también puede contribuir a mejorar la calidad de vida…
¿No van a emprender proyectos para crear centros de investigación?
También tenemos. Hay varios que están caminando, pero hay uno particularmente importante: queremos desarrollar un centro de investigación sobre envejecimiento en la Ciudad de México y eso lo estamos trabajando con los centros Max Planck de Alemania, que son digamos una marca científica en el mundo.
¿Un instituto Max Planck en el DF?
Sí. Son institutos que han obtenido más de sesenta premios Nobel, son centros de investigación de muy alta calidad. Un centro Ciudad de México Max Planck con el tema del envejecimiento. El envejecimiento se va a convertir en un problema grave.
Centro Max Planck Ciudad de México para estudiar el envejecimiento…
La pirámide poblacional ha cambiado. Era una pirámide, pero ahora está medio panzona y en pocos años va a estar totalmente invertida. Vamos a tener cada vez más viejitos. La familia invierte mucho en los hijos porque son el futuro. Pero en la etapa final de la vida, la gente mayor no tiene trabajo, no puede llevar a cabo sus actividades. Alguien los tiene que mantener, entonces desarrollan actividades muy costosas…
¿El enfoque es económico o sobre las causas del envejecimiento?
El enfoque va más hacia la investigación de alto nivel sobre las causas del envejecimiento. Hay enfermedades crónico degenerativas de las que se sabe poco. Hay que hacer mucha investigación sobre la población de la tercera o cuarta edad…
Todo un reto que la población de la tercera o cuarta edad sea productiva.
El instituto también tendría una parte social, pues necesitamos enfrentar los problemas sociales de la vejez, a los que la vejez nos va a enfrentar porque cada vez va a haber más viejitos. Nos guste o no nos guste, pero así es. Debemos crear conciencia, enfocar soluciones a través de la investigación. Yo trabajo en cosas de Parkinson, que es la segunda enfermedad neurológica más frecuente en el mundo, y en México no es distinto.
¿Ha crecido el Parkinson?
En pocos años habrá unos cuarenta millones de parkinsónicos en el mundo. En México hay muchísima gente con Parkinson, pero no hay muchas soluciones para los enfermos. Es un problema que va a durar años, tenemos que investigar. Y hay otros problemas, el Alzheimer, la esclerosis amiotrófica lateral que es terriblemente degenerativa y todas las enfermedades crónico degenerativas, la diabetes que tiene que ver con la obesidad. Son enfermedades duraderas. La gente puede estar viva, y enferma, durante mucho tiempo…
¿El Max Planck tiene un instituto similar, sobre la vejez, en Alemania?
El Max Planck tiene cerca de ochenta institutos en Alemania. Tiene un pequeño centro sobre el envejecimiento desde el punto de vista social… Vamos a salir en una comitiva para ir a hablar con el presidente del Max Planck para ver cómo podemos hacer esta asociación con ellos. Si se logra, la verdad será una gran cosa para México…
¿Hay centros Max Planck fuera de Alemania?
Uno en Buenos Aires que se dedica a la medicina general, otro en Miami de neurociencias y en Chile acaban de hacer uno similar a lo que queremos.
¿Presupuesto ya tienen?
Sí, hay fondos mixtos con el CONACYT.
¿La iniciativa privada no invierte en estas cosas?
Aquí hay un problema realmente muy serio. Esta pregunta tiene que ver con la innovación. Hay una investigación del Banco Mundial sobre el emprendimiento en América Latina. Presenta, entre otras, una gráfica que muestra claramente el problema que se tiene en Latinoamérica, y México no es la excepción.
¿De qué es la gráfica?
La gráfica muestra la edad de las empresas, desde un año hasta cuarenta o más. Con el tiempo, en los países del primer mundo las empresas persisten y el empleo aumenta sustancialmente. En Latinoamérica no. A pesar de que hay muchas empresas latinoamericanas, no generan empleos, y no los generan porque no generan innovaciones. Si no haces innovación eres un manufacturero o expandes producto de una empresa extranjera, expandes el mercado para los extranjeros y eso no es productivo para el país. Y hay otros temas. El estudio que menciono muestra otras graficas terribles, como la del número de ingenieros que hay por millones de habitantes, y la verdad México está terriblemente mal…
Comparado nuestro país con China en número de ingenieros México debe estar muy mal.
Comparado con China y con muchos otros países. Y ni para qué les enseño las gráficas sobre el número de patentes por país…
En Monterrey, doctor Drucker, hace treinta o cuarenta años había innovación, y ya no hay nada, se acabó.
Otra gráfica del estudio muestra el porcentaje de empresas que introdujeron un producto nuevo en un grupo de países seleccionados. Tienes una empresa que desarrolla algo, si es nuevo tiene chance de hacer un producto con valor agregado y comercialmente muy bueno. Bueno, México está muy abajo. Fíjense qué países están arriba: Bielorrusia, Lituania, Eslovenia, Bosnia Herzegovina, Armenia, Letonia, Albania, República Checa, Serbia, Federación Rusa, Macedonia, República Eslovaca, Moldavia, Polonia, Georgia, Hungría, Ucrania, países de la ex Unión Soviética…
Se quieren desarrollar, no hay duda…
Claro… es como en el tenis, ahora se preguntan: ¿Y por qué antes no había un jugador de tenis ruso? Porque no existían. Se cayó el Muro y ahora está lleno de rusos y croatas…
Doctor Drucker, participaste en la campaña de López Obrador, te nombró en su gabinete…
Sí, en la Secretaria de Ciencia. Iba a crear la Secretaría de Ciencia. Y me nombró a mí, secretario en caso de que ganara. Pero, si me permiten, quiero explicar otra cosa. Pensaba que no podía aprender ya nada nuevo, pero he aprendido un montón de cosas aquí en el GDF…
Como eso de las trajineras…
Bueno, lo de las trajineras tampoco es saber tanto, ya hacía mucho que no iba a Xochimilco…
Ojalá se rescate Xochimilco…
No puedo creer lo que veo ahora en Xochimilco, es una zona como de guerra, algo muy cabrón. Me pregunto, ¿si estuviera en manos de los suizos cómo estaría? Es una vergüenza…
Ni hablar. Mejor sigamos con el tema de la ciencia.
Hay tres tipos de investigadores. Están los que, como yo, hacen ciencia básica, que si la célula, que si esas cosas. El CONACYT y las universidades, a lo largo de los años, han desarrollado un sistema científico respetado. Hay muy buenos investigadores mexicanos. El sistema científico académico fortalece a las universidades, prepara doctorados…
¿Todas las universidades por igual?
Desde luego que no, pero digamos que hay un sistema científico bastante bueno en el país…
Pero ¿en qué universidades?
La UNAM, la UAM, la Universidad de Guadalajara…
¿El Tec de Monterrey?
No, el Tec no hace ni madres de investigación básica. Esta se hace en las universidades públicas. Hay diez o doce universidades públicas en México que tienen buenos investigadores. El sistema académico funciona bastante bien. Pero hay otros dos tipos de investigadores. Unos hacen la ciencia aplicada, usan la ciencia para resolver cosas, y aquí empieza el gran problema.
¿Cuál es el problema de la ciencia aplicada en México?
Durante años me peleé, decía que se necesitaba para la ciencia más presupuesto. Ahora entiendo por qué nunca nos han hecho caso. El CONACYT está rodeado de normatividades que no le permiten moverse muy bien, flexiblemente. El CONACYT hace convocatorias para apoyar proyectos de investigación. La gente manda sus proyectos, algunos son rechazados, otros aprobados. A estos les dan dinero y hacen su investigación. Hacen ciencia aplicada, digamos en el agua o que si la flora de Xochimilco están fregadas, ¿cómo le pueden hacer?
Si CONACYT aporta recursos para la investigación aplicada, ¿dónde está la dificultad?
Los investigadores solicitan dinero para su proyecto, yo quiero mejorar esto, quiero hacer esto, el medio ambiente está fregado, hacen su investigación, porque son buenos los investigadores mexicanos, la verdad. Hay gente muy lista. Cuando terminan el periodo para el cual recibieron los recursos entregan al CONACYT un informe. Dicen: Para resolver este problema hay que hacer A, B o C, es como si tienes una gotera en tu casa, mandas traer un cuate y le dices: ¿Por qué tengo una gotera? Y él te responde: Es que aquí se le rompió un tubo y hay que impermeabilizar, y la chingada, te hace un informe. Si no operas lo que él te dice vas a seguir teniendo el problema. Los investigadores hacen su informe, recomiendan, y no hay una sola persona que opere tales recomendaciones. Se van a un cajón y así ha ocurrido siempre…
¿Nadie vende los proyectos a las empresas?
¿Cuáles empresas? No puedes vender eso a las empresas. La contaminación del agua en Xochimilco qué chingao les importa a las empresas. El CONACYT ha cometido un nuevo error: lanzó una convocatoria para resolver problemas nacionales. Te ofrecen entre un millón y tres millones de pesos, y me pregunto: ¿Qué pinche problema nacional puedes resolver con tres millones de pesos? Pero, además, una vez que hayas hecho la investigación, no hay un cabrón que opere las recomendaciones, eso es lo que ocurre…
¿A qué le llaman problema nacional en el CONACYT?
No sé a qué se refieran, así dice la convocatoria. Pero ese no es el punto. El punto es que, por ejemplo para Xochimilco, hay más de 150 proyectos que han sido apoyados para resolver problemas. Las soluciones ahí están, pero nadie las ejecuta. Todo ese dinero se ha ido a lo largo de los años, al drenaje, porque el CONACYT dice: A mí no me corresponde resolver, a mí me toca dar dinero para la investigación. CONACYT con el informe cierra el expediente…
Lo archivan…
Lo archivan y ahí quedó. Bueno y si nos vamos a la innovación es todavía peor…
¿Ese sería el tercer grupo de investigadores?
El tercer grupo de investigadores, sí. Yo soy un investigador, y acabo de desarrollar esta chingadera que le va a servir a 10 millones de mexicanos, lo que sea, un producto con valor agregado, sí, ¡aquí está!, ya hice el prototipo. Le preguntas al investigador: A ver, ¿quién lo va a fabricar?, ¿a empacar?, ¿a comercializar?, ¿a hacer el marketing?...
¿Quién le va a meter lana, pues?
Pero no solo es meterle lana, necesitas individuos que te armen el negocio, que hagan un spin off, pero eso es inexistente en el país; entonces, no hay innovación…
Las empresas tampoco compran esos proyectos… o tampoco se los venden…
Es muy difícil venderle a las empresas. Si yo digo, a ver, te doy esto, hazlo, pero ¿dónde buscas a las empresas? Así no funcionan las cosas. Tienes una lista de empresas, pero ¿a cuál pudiera interesarle esta chingadera?, pues quién sabe, y además no hay quien le busque ni nada…
No hay, digamos, un canalizador de proyectos hacia el sector productivo…
No, no existe. El CONACYT también lanza convocatorias para la innovación. Asistí el año pasado a una reunión, apoyaron 479 proyectos de innovación. Y les preguntas: ¿Qué cosa se logró?, ¡no tienen la más puta idea…!
Si algún proyecto se concretó ni se dieron cuenta…
Es que no existe el mecanismo, en teoría lo que debería de haber es una especie de bufete con abogados, gente de marketing, alguien que sepa cómo hacer una fábrica, el que haga el plan de negocios, a quién se lo vas a vender, ¿quién lo empaca?, finalmente lo tienes que empacar.
¿Ustedes en la Secretaría de Ciencia del DF cómo enfrentan ese problema?
Ahorita tenemos un proyecto con la UAM, que está a punto de salir. Va a ser un enorme éxito. Se ha desarrollado un aparatito que detecta si el agua es potable o no. Lo pones a la entrada del agua de tu casa, y te dice si el agua es potable o no. Está a toda madre, pero ¿quién va a fabricar 100 millones de esa chingadera? No hay quién, está cabrón. Y necesitas abogados porque como el desarrollador trabaja en la UAM, la UAM va a querer una lana, y si hay una empresa, pues la empresa también. Se necesita todo un entramado legal para ver quién gana qué cosa. Y luego el marketing, puede existir el producto pero si nadie lo conoce, no se va a vender. Y lo tienes que distribuir, llevarlo al mercado. Todo un rollo que no existe, entonces no hay innovación. Pero el CONACYT te va a decir lo contrario, te va a decir que apoyaron a la Mabe para que haga innovación, ¿y qué hicieron?, bueno pues, le cambiaron el filtro…
Mabe no necesita que la apoyen.
Pon tú que sí, no importa si sí o si no, pero agarras y dices: A ver ¿qué innovación hizo la Mabe? Le cambiaron la bolsita que filtra mejor, ahora la Mabe es una mejor secadora…
O mejor estufa…
O mejor refrigerador, o la chingada…, bueno, es innovación, ¡pero es innovación de tres pesos!, no es algo con valor agregado…
No están inventando una nueva estufa, que funcione con el sol o algo así.
No están inventando nada y entonces ahí está el gran problema de la innovación…
¿Y ustedes van a meterse a ese problema?
Tenemos proyectos: un automóvil eléctrico, totalmente hecho en México que queremos se financie y produzca en México, y tenemos también el producto de la potabilidad del agua…
¿Ya está desarrollado?
Está a punto de salir, le falta una cosita de nada. En un mes ya tenemos el chunche ese. Y tenemos el proyecto del TUEP, el Transporte Urbano Elevado Personalizado, un funicular horizontal que queremos desarrollar en la Ciudad de México como un sistema de transporte público, pero elevado. Aquí intervienen unos ingenieros mexicanos…
Y el coche eléctrico, ¿ya está desarrollado?
El coche ya existe.
¿Ya tiene todo?
Todo… ya está.
¿Para que le entre un inversionista?
Le tiene que entrar alguien con dinero. Pero hay un problema. Tienes el coche, y allá donde le echas gasolina le pones un chunche, y de ese chunche sale un cable y te conectas a la luz y cargas tu batería. Ahora lo que hay que saber es cuánto costaría cargar cada noche tu coche. Hay que preguntar a la CFE en cuánto te va a salir tu electric building, ¿no? A la mejor te sale más caro que la gasolina… CFE debería tener una tarifa especial para los coches eléctricos…
La CFE a la mejor debería participar en el desarrollo…
Sí, desde luego. Debería de ser una política pública de Estado, el Estado debería de intervenir en estas cosas, porque si haces cosas así entre cuates, no funciona, no se hace duradero. Los ejidatarios de San Gregorio, cuando les pusimos agua estaban felices de la vida, ¿y qué te surge de problema?, que tienen agua pero con tarifa habitacional…
Como si estuvieran en Las Lomas…
Exactamente, ahora tienes que hablarle a los de la CFE para que les den la tarifa agrícola. Ya fueron con la CFE y la CFE dijo no, que a la chingada, entonces tuve que hablarle a una persona. Le hago al gestor para resolver problemas. No pueden funcionar las cosas de esa manera. No puede ser a nivel personalizado el asunto, tiene que haber una política pública inteligente que favorezca el desarrollo de los habitantes de la ciudad y del país…
Se necesita coordinación, no hay duda, y espíritu de colaboración.
En Xochimilco fui a unas chinampas, les hicimos una obra para transportar de manera más efectiva sus productos, porque también ese es otro pinche problema. A las chinampas alguien les llevó una bomba de agua, eléctrica, ¡pero no hay luz a 5 kilómetros a la redonda!
El tema de la obesidad, ¿lo están metiendo en el programa de ustedes?
No nos toca el tema de la obesidad, pero la obesidad genera todas esas enfermedades crónico degenerativas. Nosotros acabamos de inaugurar con la Secretaría de Salud, una nueva unidad en el Hospital del Ajusco Medio, la inauguró Mancera en diciembre y es una unidad que no existe en ningún lado del país, bueno, existe la mitad, hicimos una clínica, una unidad para enfrentarnos a trastornos de movimiento y de sueño.
El sueño es un problema…
Hicimos una unidad con cuatro camas para hacer estudios de sueño, es una clínica para trastornos del sueño, como una que yo hice en la UNAM cuando era jefe de Fisiología de la Facultad de Medicina, en el Hospital General de México. Hicimos una igualita en el Hospital del Ajusco Medio, y además le metimos un equipamiento para utilizar la técnica de estimulación magnética transcraneal, que es un procedimiento mediante el cual te puedes enfrentar a varias enfermedades, Parkinson, depresión, tinnitus, dolor. Los ortopedistas lo pueden usar para soldar mejor los huesos. La unidad quedó estupendamente, maravillosa.
Sí se pueden hacer cosas en el sector público, pues.
De esas veces que, pues, no sé realmente lo que pasó, si se alinearon las estrellas o qué, pero en seis meses logramos la clínica incluyendo los equipos, el personal, la marca. Hicimos eso Armando Ahued, el secretario de Salud, y yo, en colaboración.
Y, además, lo hicieron rápido.
En abril del año pasado fui al Hospital del Ajusco Medio, y el director ahí me enseñó una bodega, y le dije: Oye, aquí estaría a toda madre poner un área de desórdenes del movimiento, porque en realidad los desórdenes del movimiento que son muchos y muy variados, se tratan en neurología, pero no hay muchos lugares donde te puedas enfrentar a esos problemas. Aquí estaría muy bueno hacerlo y la Ciudad de México no tiene ese tipo de lugares. En junio regresamos, elaboramos el proyecto y créanlo o no, en diciembre ya estaba construido, comprado el equipo. De esas cosas que se reunieron las estrellas y se creó la clínica, y ahora acabo de ir al lugar y ya tienen un montón de pacientes. Se va a saturar, pero ahí vamos a hacer investigación, estamos ya en un gran proyecto sobre Parkinson con ellos…
Por lo demás, doctor Drucker, también te dedicas a la divulgación científica. Te vimos hace un par de años en los televisores de los aviones con unas cápsulas de ciencia…
Eso lo empecé a hacer cuando era coordinador de la Investigación Científica en la UNAM, empecé ahí estas “Pequeñas dosis de ciencia”. Son interesantes, están en el metrobús, ya volvieron a ponerlas en Aeroméxico…
¿Las mismas cápsulas?
Nuevas, pero son el mismo tipo de capsulas y las vamos a poner en Interjet, y van a salir en Tv Azteca…
¿Es un proyecto personal?
Se ha convertido en proyecto personal. Aquí está el cuarto libro de “Pequeñas dosis de ciencia”. En cuatro volúmenes son mil 600 pequeñas dosis de ciencia. Las empecé a hacer en Radio UNAM, y a los dos o tres meses me pregunté: ¿Quién carajos escucha Radio UNAM?
¿Y entonces buscaste espacios en los medios comerciales?
Pensé: Estoy haciendo todo este trabajo para que me escuche el 0.0001 por ciento de la población. En aquel tiempo era consejero de Fundación UNAM y entre los consejeros estaba Guillermo Salas, dueño de Radio Mil y le dije: Oye, Guillermo, por qué no me pasas estas cápsulas, y aceptó. Las cápsulas duran dos minutos, los lunes en el noticiero de la mañana, los miércoles al mediodía y los viernes en el noticiero de la noche; ah, pues muchas gracias.
Les fue bien a las cápsulas, por lo visto.
A los tres meses me habló Guillermo y me dijo: Oye, gustan mucho tus cápsulas, ¿me puedes mandar diario?, sí, cómo no… y luego me fui a ver a López-Dóriga y le mandé las cápsulas, y comentó, bueno, te voy a pasar dos veces a la semana, pero al mes me habló para decirme que gustaban mucho y que le mandara todas, entonces las saca a diario. Las “Pequeñas dosis de ciencia” están en todo el país, en casi todas las estaciones de radio, en la televisión, han tenido éxito, y saben por qué, porque son breves. Tienen la cualidad de la brevedad. Como decía Goethe, “a falta de ideas sobran las palabras”. Mientras más breve eres, mejor…
¿Tiene otros proyectos tu Secretaría de Ciencia?
Trabajamos con un investigador de la UNAM para generar un anticonceptivo masculino, que si sale será un éxito. Su objeto de estudio es el espermatozoide. Encontró en una de las superficies del espermatozoide una proteína y un canal de calcio. El flagelo que permite la movilización del espermatozoide para fecundar requiere que entre calcio a la célula, entonces lo que se quiere es encontrar la toxina que bloquee la entrada de calcio al espermatozoide…
¿En el tema de la marihuana qué opinan ustedes?
Escribí sobre la marihuana diciendo que deberían legalizarla. La marihuana tiene muchos efectos positivos, la puedes usar medicamente, igual que la nicotina. Trabajamos también un tema de investigación con la nicotina, un excelente antidepresivo. A la gente no le gusta mucho publicitar eso porque lo asocian con el cáncer de pulmón, pero la nicotina la das también a través de un parche y es un excelentísimo antidepresivo y un excelente anti parkinsoniano. No todos los compuestos son cien por ciento malos ni cien por ciento buenos.
¿Qué otros proyectos tienen?
Apoyamos a un investigador para desarrollar un aparatito con células madre, condrocitos, cartílago para las articulaciones. Está muy avanzado, y ahí viene otra vez el problema, ¿quién lo va a fabricar? Ayer hablaba con él, bueno eso ya está a punto de generarse, ya va en fase tres, con pacientes, pero me dice: ¿Y luego, cabrón?, ¿quién chingaos?, ¿quién lo va a hacer?
¿Y ustedes no piensan crear algún centro para promover los proyectos?
La Secretaría no puede hacer eso, no me quiero meter en negocios, en mi vida he hecho un negocio de nada, ni tengo interés, pero estoy tratando de juntar a un grupo de gentes…
¿No lo puede hacer la Secretaría de Economía?
Mira si aquí no encuentro dificultades para hacer que la gente trabaje bien, con eso tengo. ¿Meterme a la Secretaría de Economía y la chingada? Les dije a mis colaboradores: Miren, le voy a entrar a todos los proyectos en los que tenga el control. Si tiene que intervenir la Secretaría del Medio Ambiente, de Economía, de Transporte y Vialidad y la madre, yo paso, no voy a andar persiguiendo a nadie. Tenemos también un proyecto para los topes en la calle…
¿Ciencia para los topes en la calle?
Tenemos una investigadora del Centro de la Atmósfera, un grupo de investigadores, y les dije: Quiero que me digan cuál es la contribución a la contaminación de los topes. La ciudad ha de tener como 30 mil topes y hay 5 y medio millones de vehículos. Cada que llegas a un tope, te paras, lo pasas, y arrancas y emites 10 veces más bióxido de carbono que si vas circulando constantemente. Pero además es una cosa como de la época de las cavernas, cabrón…
Habría que probar, estadísticamente, que hay menos accidentes con los topes…
Eso me dijo un funcionario, que si quitamos los topes habría muertos. Le dije: No podemos estar viviendo así. Ya vi la contribución a la contaminación por parte de los topes. La secretaria del Medio Ambiente, y no es una crítica hacia ella, se le ocurre que para que haya menos contaminación hay que poner otro día sin coche, pero pues eso no resuelve nada…
Con los días sin coche te compras otro y ya…
Hay que resolver son los problemas de fondo. Le dije al de Transporte y Vialidad: Veamos el estudio. Necesitamos una campaña como la de “la familia pequeña vive mejor” y que logró disminuir la tasa de natalidad…
Una campaña para que la gente no exija tantos topes…
Y que la Secretaría de Seguridad, o cómo se llame, castigue realmente a los que violen las leyes de tránsito. Hay cámaras por todas partes. Les metes una pinche multota…
Y al bote…
Al bote, exactamente, y entonces pues poco a poco cambia la gente. Pronto daremos los resultados. Depende del tamaño del tope que contamines más o menos. Puedes poner reductores de velocidad, pero más amables, de esos que te tienes que parar, porque tampoco puedes pasar hecho la chingada, pero no topes tan agresivos…
Con tres o cuatro buenas multas se logra el orden.
Y se acabó el asunto. Es como en el segundo piso, todo mundo se frena cuando va a pasar por las cámaras porque los multan, ¿no? A mí me han multado…
Necesitamos cambiar…
Sí, necesitamos cambiar. A mí me dicen: Tú de que te quejas tanto, cabrón, si a ti te va a toda madre. Efectivamente, me va a toda madre, me pagan por hacer lo que me gusta, no me pagarán mucho, pero puedo mantenerme, mi familia está a toda madre, a mis hijas les va muy bien, no tengo problemas, pero estoy permanentemente encabronado. Me dicen: ¿Por qué? ¡Es que nada funciona, cabrón! Cómo vamos a resolver los problemas del país si no pueden resolver el problema aquí en Insurgentes. Todos los pinches días el carril de la derecha está ocupado por los que distribuyen Coca Cola o los de DHL, y cuando te vas hacia CU, ahí en la calle hay unos cabrones que hacen comida, ¡en la calle!, se estaciona la gente y se baja a comer, y a la chingada, y te interrumpen el carril…
No hay orden ni en el DF ni en ninguna ciudad mexicana…
¿Dónde está la autoridad? ¡No hay autoridad! Y si la hay, no la ejercen. Necesitamos aprender a ejercer la autoridad. No se trata de ser autoritario, pero hay ciertas reglas de convivencia.
Cuando Mancera ha tratado de poner orden, la misma izquierda que lo llevó al poder, o algunos muy activos en las redes sociales, lo acusan de represivo y de no ser de izquierda…
Si yo fuera jefe de gobierno me valdría madre, yo le entraba a las cosas…
¿Te dijeran lo que te dijeran?
Dijeran lo que sea… a mí no me va a venir a asustar. Ni quiero ser senador ni diputado, ni jefe de gobierno. Si me ponen en un pinche lugar con una responsabilidad, voy a ver cómo le hago para tener resultados…
Antes de estar en la campaña de Andrés Manuel, ¿habías tenido participación política?
Fui de los primeros 100 convocantes del PRD en 1988, con Cárdenas. Pero después de ver cómo funciona la izquierda poco a poco me fui desilusionando. Es una izquierda lamentable.
Yo te recuerdo en el Consejo de MORENA, ¿sigues ahí?
No, porque no puedo, por ser secretario.
¿Vas a ir a MORENA en el futuro?
No, y de hecho ahorita que dijiste de Andrés Manuel, a quien yo aprecio mucho, me parece que es un tipo sensacional, un político honesto…
Poquito terco.
Bueno, poquito no, porque yo le dije en el momento de la campaña, yo le dije, ahí solitos, en la calle San Luis Potosí, en su oficina, le dije: Andrés Manuel yo lo que quiero es que ganes, tienes que ganar, porque el segundo lugar no sirve. Pero para ganar tienes que hacer cosas que no quieres hacer. Primero deberías de tener uno de esos, un impulsor de imagen, uno de manejo de imagen. Y me dijo que no: A mí no me gusta eso. Le respondí: No se trata de que si te gusta o no, se trata de ganar, cabrón, del resultado. Me acuerdo de la película en que mostraron a la mensa esa de la Sarah Palin, en la campaña a McCain. Le decían: Mañana usted va a Michigan a hablar a un grupo de personas de tales características, se va a vestir así, y va a usted a hablar de esto, pasado mañana va a Mississippi a hablarle a tal gente…
Hay expertos hasta para recomendar el color de la camisa.
Exactamente. La verdad es que yo supe que iba a perder Andrés Manuel después del primer debate. Mi hija más chiquita, que tenía en aquel tiempo veinte años, me decía: Ay papá, entre todos mis amigos soy la única que le va a Andrés Manuel. Pues diles que vean el debate de hoy en la noche, hija. Me dijo ella: Ya los convencí, les dije que tú vas a estar en el gabinete, ah, bueno pues si tu papá v a estar en el gabinete, vamos a votar por López Obrador… Fuimos al debate y lo primero que me llamó la atención fue que entre las preguntas que iban a tocar, por primera vez en la historia de este país estaba el tema de la ciencia. Me quedé sorprendido y dije: ¡Ah chinga, se metió el tema de la ciencia!…
Como en debate de primer mundo…
Llega la pregunta sobre ciencia, era por sorteo, el primero al que le toca hablar es a Quadri…
Quadri más o menos se defiende en el tema de ciencia.
Sí, y dijo que haría algo así como una Secretaría de Ciencia. Trató bien el tema. Al que le toca después de Quadri es a Andrés Manuel y yo pensé: No, pues ahora lo que debe hacer es decir, eso que dice Quadri, yo ya lo hice, pero Andrés empieza con que Salinas y que la chingada…
Así es Andrés, hace lo que quiere…
Al final del evento me manda un correo por whats app mi hija: Papá, cuando veas a Andrés Manuel ¡ahórcalo de mi parte!, ya todos mis amigos dicen que no van a apoyar a ese cuate. Luego fuimos, pidió a Elena Poniatowska y a mí que fuéramos con los del 132, al tercer debate, que no era el oficial. Llegó Andrés Manuel sin ninguna preparación, nada, nada de nada, y con el mismo discurso, repetitivo… Le dije a Andrés Manuel: Ya deja de hablar de Salinas, todo mundo sabe lo de Salinas, ya qué chingaos hablas de Salinas…
Pero Andrés Manuel no solo perdió por hablar de más de Salinas…
No solo fueron la imagen y tanto hablar de Salinas lo que afectó a Andrés Manuel. En el 2012 lo junté en mi casa con Cuauhtémoc. Los cité a las siete de la noche y llegaron a las ocho. Invité a cuatro o cinco gentes más, no me acuerdo quiénes…
Llegaron con puntualidad de políticos, una hora después.
Yo sabía que era así. La idea era unir los esfuerzos para que pudiera ganar Andrés, para que Cuauhtémoc lo apoyara. Esa noche Andrés Manuel le dijo: Oiga, ingeniero, usted me podría ayudar mucho si manifestara ciertas cosas, etcétera. Cuauhtémoc pico de cera, solo al final de la reunión dijo que lo iba a pensar. Pero nunca lo apoyó, no quiso. Imagínate que yo estaba ahí muy contento, era la primera vez que alguien los juntaba…
Poncho Romo juntó a Andrés Manuel con Enrique Krauze, y Andrés le dijo: Apóyame como Vargas Llosa a Ollanta en Perú. Es de derecha Vargas Llosa, pero prefirió al más de izquierda que a la hija de Fujimori: Tú eres, Krauze, el Vargas Llosa mexicano, el intelectual que llega a las clases medias. Krauze le puso una condición que no pudo cumplir Andrés, ni lo intentó, la de deslindarse de alguien de MORENA, Alfredo Jalife, un antisemita enfermizo…
Ese Jalife agrede mucho a un colega mío de la UNAM que fue director del Instituto de Investigaciones Nucleares…
¿Alejandro Frank?
Sí, Jalife ha abusado con Frank…
Esa fue tu experiencia con Andrés Manuel…
Sí hubo trampa, en mi opinión desde luego, en las elecciones de 2012, pero creo que la elección la perdió Andrés Manuel…
Como en el 2006. Si en 2012 tu hija se molestó porque vio a Andrés en el primer debate choreando, imagínate, ¡en el seis ni siquiera fue al debate!
Y ahora quiere ir de candidato una tercera vez, pues no va a ganar, no hay manera de que gane. No va a cambiar su discurso y mientras no cambie su discurso…
Creo que con el problema del infarto no va a ser candidato…
Vamos a suponer que Andrés Manuel le entra. No gana. Para 2018, estoy pensando, necesitamos organizar un proyecto ciudadano bueno que se vaya construyendo lentamente, no con cualquier pinche ciudadano, que fue lo que me desilusionó del PRD que con la prisa de crecer aceptaba a cualquier pendejo, hasta corruptos y la chingada. El partido debió de haber crecido poco a poco, cada vez con más gente, pero gente creíble, ¿no?
La izquierda está ahora más dividida que antes.
Un proyecto ciudadano es viable. Olvídate de la izquierda, hablo de ciudadanos. Mi gallo para el 2018 es Juan Ramón de la Fuente.
De la Fuente es un lujo, pero ¿cómo está de edad y de salud?
Está bien, tiene 62 años.
¿Físicamente bien?
Sí, está perfecto…
Esta secretaría le dio un premio recientemente a Juan Ramón…
El Premio Heberto Castillo, que se da a una persona con características parecidas a las de Heberto Castillo, un hombre de ciencia, pero también con interés por los problemas sociales. Se presentaron 60 candidatos, yo nombré un comité muy bueno, estaba Javier Jiménez Espriú, Manuel Peimbert, Rafael Loyola… Juan Ramón mandó sus papeles y ganó, y había buenos candidatos, muy buenos candidatos, lo que pasa es que muchos candidatos son muy buenos en la ciencia pero no han hecho nada desde el punto de vista social… Juan Ramón es un académico con aportaciones sociales…