Oscar Ceceña es un músico y compositor mexicano, conocido por haber sido integrante de Pastilla, una banda pilar del rock independiente, y por ser el vocalista y fundador de Atomix, su actual banda, un proyecto en donde luce su vocación multiinstrumentista y autogestiva. Toca la guitarra, el bajo, la batería, además de otros instrumentos.
Con un espíritu de reconquista, Ceceña vuelve este verano a los escenarios promoviendo un nuevo disco de Atomix. Regresa con la energía musical característica de aquellos que se reinventan en los terrenos de la creatividad y del arte. Hace unos días tuve el gusto de charlar con él en un muy ameno lugar del poniente de la Ciudad de México.
PA: ¿Tú no empezaste con Pastilla, verdad?
OC: Sí, yo tenía otros proyectos. Tocaba con una banda que se llamaba Marian. De hecho, cuando tenía 13 años, empecé tocando en las iglesias cristianas.
PA: ¿Y crees en Dios o ya no crees?
OC: Sí, sí creo. La verdad es que sigo creyendo, pero ya no creo tanto en la iglesia, en la gente que está ahí al frente. Lo cierto es que la música cristiana, en cierto modo, sí me dio muchas bases.
PA: ¿Te acuerdas de Dios, o lo que para ti representa, cuando tocas?
OC: Pues a veces sí. Es que no es que me acuerde de Dios cuando toco, porque lo siento. Mira, la neta, antes de tocar, cuando es algo de verdad importante, agarro un momento en el que sí le pido que todo salga bien.
PA: ¿Comenzaste cantando o tocando la guitarra?
OC: No, comencé en la batería.
PA: ¿Y a qué edad, más o menos, escribiste tu primera rola?
OC: Yo creo que la primera rola la hice como a las 12 años. De chiquito siempre intenté, pero tenía pedacitos, no las concluía. Porque no me dedicaba a cantar y a tocar. Me gustaba la batería, después me gustó la guitarra. Veía a mis amigos tocar el bajo y aprendí a tocar el bajo. Solito, todo fue autodidacta. A los 12 empecé a hacer mi primera rola completa, hice mis primeras banditas. Todavía tocaba la batería, que era más mi instrumento, pero llegó un momento en que me aburrió y dije “quiero cantar, quiero hacer rolas”.
PA: ¿Y te incorporaste a Pastilla, en la guitarra?
OC: Empecé en la guitarra, unos años, después necesitaron bajista y le entré al bajo. Estuve varias giras con el bajo, otras veces lira y algunas ocasiones la batería.
PA: ¿Y por qué saliste de Pastilla?
OC: Realmente no me salí. Yo nunca me sentí parte, no porque no quisieran ellos, sino porque vivían en Estados Unidos y una banda tiene que estar conviviendo y tiene que estar ensayando. Venían y sí se notaba que yo no ensayaba con ellos.
PA: ¿Era como una novia a distancia?
OC: ¡Exacto! Siempre me consideré un apoyo para la banda, aquí en México.
PA: ¿Y te gusta México?
OC: ¡Me encanta, soy fan, me fascina! Hay muchas cosas que… bueno, la política y situaciones que están pasando ahorita en el país que, la verdad, no me gustan. Me gustaría que este país fuera otro rollo. De entrada que vieran al músico, al artista, en un buen nivel, no sólo como un oficio. La cultura no se apoya realmente. Si me gustaría que este país apoyara más la música.
PA: ¿Y estás enterado de la política o estás alejado?
OC: Estoy alejado. Estuve mucho tiempo en ese rollo porque estudié en la UNAM, en sociología. Pero me di cuenta de que si empiezas por ti, que si eres lo menos corrupto, lo menos deshonesto; si eres lo mejor posible como persona, es lo único que podría cambiar el futuro. Si empiezo así creo que podría lograr un cambio, desde mí. De pronto el protestar, el ser una persona revolucionaria en las redes sociales se me hace absurdo; ya lo hice, ya lo viví y la verdad es que no me encantó.
PA: Cuéntame de Atomix, tu banda... ¿Cómo defines su sonido?
OC: Ha ido mutando. Ahorita lo nuevo, el nuevo disco, sí me gusta más porque corregí ciertas muletillas que tenía en mis composiciones, escuché otro tipo de bandas, otro tipo de música para hacer algo nuevo. Sin perder mi esencia, hacer una propuesta un poquito distinta. Experimentar, que el sonido sea un poco diferente, sin perder la esencia; esa es mi manera de componer.
PA: ¿Cuántas rolas tendrá el segundo disco?
OC: Son diez.
PA: ¿Todas son tus composiciones?
OC: Todas, completamente. Las hago de pies a cabeza, las grabo de pies a cabeza. En este nuevo disco tengo la visión de invitar a gente que me gusta cómo toca, pero no se ha podido dar. Los tiempos, la coordinación, todo; pero a ver si se da. Si no se da, otra vez me la aventaré solito.
PA: ¿Cómo ves la escena musical? ¿Crees que hay apertura para los nuevos músicos, o hay una autoridad que decide quién sí y quién no? ¿O gracias a las redes también hay más oportunidades?
OC: Fíjate que ese es el tema, lo que te decía antes. Sí hay jerarquías, todo el mundo en la escena lo sabe. Y pues, obviamente, cada quien ve por su parcelita. Sí hay apertura, hasta cierto punto. También hay amigos, managers y otros equipos que se están preocupando por abrir la escena y descentralizar todo este rollo de la música; y que la verdad están apoyando, que también están abriéndose. Mi consejo para las bandas o los grupos que están empezando es que hagan su propio rollo, que no esperen a que alguien los descubra, que no esperen a que el productor tal, que no se cuelguen del “güey” de la banda bien famosa y ya.
PA: Eso de los busca talentos ya pasó de moda, ¿no?
OC: Sí, ya pasó de moda, ya no existe. Ahorita lo independiente eres tú, tienes que machetearle. Ahora sí que si quieres azul celeste, pues te va a costar. Tienes que chingarle e invertirle.
PA: ¿Y te consideras autocrítico con lo que creas, con lo que haces?
OC: Sí, totalmente. Tanto que no me gusta oír mis rolas, porque las oigo y les encuentro algo que no me gustó. No me gusta ver videos míos, las entrevistas no me gusta verlas.
PA: ¿Pero, finalmente, estás satisfecho con lo que has hecho?
OC: ¡Sí, claro! Y sé que lo que hago es bueno, pero empiezo a pensar “si le hubiera subido más al teclado”, “si le hubiera metido esta otra onda”…
PA: Y es el cuento de nunca acabar...
OC: ¡Exacto! Por eso no las oigo, por eso mejor, “ya están, órale, que dios las bendiga”.
PA: ¿En qué estado de ánimo te es más sabroso componer?
OC: Te voy a decir tres: la nostalgia, el desamor y la alegría.
PA: ¿Qué es para ti, como músico, tener éxito?
OC: Cuando tu música toca el corazón. El éxito está en que de verdad mantengas una continuidad con tu gente, una conexión, que logres hacer que no te olviden. Eso es el verdadero éxito. Y que no te olviden, no porque todo el tiempo estés sacando música, sino porque se queda toda la vida en ellos y eso te repercute por muchos años.
PA: ¿Eso quiere decir que mantienes una comunicación de ida y vuelta con tus fans?
OC: Sí, además en el escenario siempre los invito, los hago parte del show, me los cotorreo, los mantengo divertidos entre rola y rola. Es mi manera de hacerme del aplauso.
PA: ¿Qué es lo que viene para Óscar Ceceña? ¿Cuáles son tus proyectos?
OC: A corto plazo, sacar nuevos videos, por lo menos dos. El nuevo disco y darle inicio a un proyecto que se llama Jager yoga.
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