El famosísimo escritor y filósofo francés, Carlos Luis de Secondat, quien heredó de su tío el título de Barón de Montequieu, fue un hombre inquieto, que se dedicó a viajar y estudiar los sistemas políticos de la era en que le tocó vivir: la Ilustración.
Carlos Luis entendió a ciencia cierta, que la acumulación del poder público en una sola persona, sólo derivaría con el tiempo, en un despotismo recalcitrante.
De esa manera, propuso la división de los poderes públicos, con el ánimo de restringir cualquier intento de socavar al mismo pueblo o lo que es lo mismo, sentenció que: “para que no pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder”.
De él es la recomendación, muy asumida por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y de otros países, de tener 3 poderes: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
O sea que el primero hace la ley, el segundo ordena que se cumpla y el tercero la interpreta y resuelve las controversias que se puedan suscitar, entre los poderes y/o con el pueblo.
Vaya, equilibrar el poder de los poderes.
Hemos leído, percibido y últimamente visto con amplia reiteración, la inclinación de los nuevos líderes de ambas cámaras del partido mayoritario, MORENA, declarar que si no hay acuerdos con los demás partidos, ejercerán su aplastante mayoría.
Alguien les debería señalar que de aquí a la dictablanda, solo hay un paso, tal y como lo concibiera el Rey Alfonso XIII al escoger al general Dámaso Berenguer y Fusté, como nuevo dictador de la madre patria, allá por el año de 1930.
Es necesario aclarar que un poco más de un año después, el señor Dámaso dimitió al cargo por la incapacidad para gobernar y también, arrastró con él, al Rey Alfonso XIII.
De esa manera, terminó la era de los Borbones y con ellos, esa monarquía en España.
Pero lo importante es que la nueva administración federal que está por entrar, entienda que la conducción del gobierno debe darse procurando una relación tersa con las minorías, promover una verdadera amplitud en la apertura de la inserción de México al nuevo mundo que se ha creado y sobre todo, respetar el derecho de las minorías a ser tomadas en cuenta, y…
Evitar lo que predijo otro francés, Alexis de Toqueville, cuando advirtió que en la democracia, se ejerce la “tiranía de las mayorías.
Toqueville se pronunció además contra el abuso del poder público, la violencia de los partidos políticos y la subordinación de los más capaces a los prejuicios de los ignorantes, así como la ausencia de libertad intelectual y la degradación de la administración pública, la educación o las bellas artes.
Por lo pronto, se van a reducir sueldos, acortar el aparato administrativo y hasta descentralizar los despachos auxiliares del poder ejecutivo…
Los legisladores de MORENA pregonan el triunfo del caudillo en las Cámaras al vitorearlo, sin considerar que su obligación es hacer buenas leyes o corregir las deficiencias de las iniciativas que reciba por parte del Ejecutivo…
Montesquieu sentenció que “cuando en la misma persona o en el mismo cuerpo de magistratura, la potestad legislativa están reunidas, no puede haber libertad; porque se puede temer que el mismo monarca o Senado pueda hacer leyes tiránicas, para ejecutarlas tiránicamente”.
Por lo pronto se han designado en algunos cargos de importancia a personajes con limitado perfil para el cargo…
Y al parecer, el hecho de suprimir la reciente reforma educativa pretende corresponder a la alianza que se hizo con los maestros del ala radical de este país.
Pero bueno, la Democracia en América la escribió el señor Toqueville en 1835…