La virtual desaparición de 109 fideicomisos por el Congreso de la Unión ha generado un debate nada sencillo; antes, bien sinuoso y complicado. En ese contexto ha aparecido una nota sobre @ElenaBuylla, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (@Conacyt_MX) y su relación con los fideicomisos del @Conacyt_MX en lo que se puede calificar como un ejemplo de posverdad (mezcla de mentira con verdad) para lastimar su derecho al honor y buscar presentarla como una mujer que hace una cosa y dice otra. Es por ello importante hacer algunas precisiones sobre el tema para ubicar las cosas en su justa dimensión y honrar el derecho a la información veraz. Veamos.
Primero. Se dice que @ElenaBuylla como investigadora nacional del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de @Conacyt_MX se benefició de recursos de algunos de los fideicomisos que ahora crítica, razón por la cual es una persona con una elasticidad moral criticable y una conducta contradictoria. Ese mensaje es, en realidad, una verdad a medias que se convierte en una mentira completa al hacer la relación entre el hecho y la finalidad. ¿Es verdad que @ElenaBuylla obtuvo recursos de fondos de @Conacyt_MX para apoyar sus investigaciones? Sí, por supuesto, los datos por transparencia son puntuales. ¿Lo anterior significa que la titular del @Conacyt_MX por ese hecho incumple algún tipo de norma ya no jurídica, sino ética? No, en absoluto. Hay que dejar en claro que la actual titular del principal organismo de ciencia y tecnología en esa época donde recibió fondos para investigación entre 2003 y 2015 no tenía conocimiento alguno de cómo se manejaban los fideicomisos en este caso los del @Conacyt_Mx ni tenía porque saberlo. Era una investigadora de tiempo completo del área de ciencias duras, quien, como cualquier otro investigador o investigadora nacional, presentó proyectos que fueron dictaminados por pares y aprobados por su pertinencia y porque satisfacían los requisitos de las convocatorias respectivas en las que participó y entregó los resultados en tiempo y forma, por lo que nadie cuestiona un tema de manejo impropio de recursos públicos.
Se busca minar su autoridad moral con los datos que puedan servir para esa tarea. Sobra y no sobra decir que no había opciones de financiamiento institucionales. O se optaba por los fondos existentes o se quedaba sin otra ventanilla donde presentar proyectos de investigación en su área de especialidad. Menos todavía existía, como en las opciones para invertir dinero, una explicación sobre alternativas: acciones de bolsa, pagarés o cuenta de cheques cada una con sus ventajas y desventajas claramente explicadas. Que ahora se presente a @ElenaBuylla como una persona incongruente es un verdadero despropósito que sólo busca crear un clima de opinión negativo sobre ella pasando por una afectación a su derecho al honor y a su propia imagen. Elena no tiene absolutamente nada de que sentirse mal o haber llevado a cabo alguna acción éticamente cuestionable.
Segundo. El conocimiento de Elena entre el 2003 y el 2015 al que tiene en el 2020 es muy distinto por la simple y sencilla razón de que ahora como titular del @Conacyt_Mx tiene un amplio conocimiento del bosque, de la interrelación entre sus partes y de lo que puede mejorarse, y no sólo de una hoja de un árbol como pasa con la casi totalidad de integrantes del SNI ajenos, como es natural a los cómos del @Conacyt interesados más bien en el qué. No hay mayor interés – y no tiene por qué haberlo cabe agregar- en la naturaleza jurídica de los fondos de apoyo a la investigación científica y tecnológica. El tema de inquietud de los investigador@s nacionales es que haya recursos para investigar no como se articula normativamente el origen de esos fondos públicos.
En estos casi dos años, @ElenaBuylla con motivo de su encargo —y de su compromiso con el interés público y su calidad ética como persona y como servidora pública— ha podido conocer la entrañas de una institución que había estado fuera del radar público, al menos como ahora sometida a un intenso escrutinio público que es, por supuesto, legal y legítimo. No lo es, empero, la manipulación de los hechos para buscar posicionar mensajes mediáticos falsos. No será ésta la única afrenta que reciba esta mujer armada no sólo de la razón, sino acompañada de la pericia jurídica adecuada de su equipo jurídico, porque está convencida de lo mucho que debe cambiarse y actúa en consecuencia. Por ende, el cúmulo de afectados de que las reglas cambien al desterrar la doble moral y la simulación utilizan todos los medios a su alcance para pegarle a @ElenaBuylla en su línea de flotación y buscar doblarla con campañas periodísticas, que no lograrán su propósito. Van sabiendo ya de qué esta hecha @ElenaBuylla. Quienes coincidimos en el ánimo democratizador que anima el quehacer de Elena, de su convicción para resolver desde esa institución algunos de los grandes problemas nacionales y de destinar, por ello mismo, los recursos siempre finitos de la comunidad de la mejor manera posible no podemos – no debemos- quedarnos callados ante este juicio sumario mediático de que hoy es objeto por hacer lo que debe hacer.
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@evillanuevamx
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