Nuray Sacan, de 37 años de edad, pagó por una cirugía plástica para su hijo en el hospital de Gazi, en Turquía, para llevar a cabo una reducción del tamaño de sus orejas.

Sin embargo, al observar los resultados, la mujer le informó a los médicos que no estaba contenta.

Horas después, Nuray llevó a su hijo al baño de mujeres del hospital, en donde lo ahorcó con su propia bufanda durante la madrugada.

Aunque intentó huir, fue detenida antes de que lograra darse a la fuga. Al ser cuestionada sobre el asesinato de su propio hijo, la mujer respondió:

La señora Sacan agregó que pagó la cirugía ya que su hijo sufrió años de bullying y burlas por tener orejas tan prominentes.