En su tradicional conferencia de prensa mañanera, que se ha convertido en los hechos en el noticiero de mayor rating en México, el Presidente López Obrador presentó ayer con bombo y platillo el denominado Plan contra el Huachicoleo, la estrategia conjunta y transversal del Gobierno de México para combatir el robo de combustibles. 

Es de aplaudirse que el gobierno federal por fin le entre de frente a combatir este problema. Pero como en política no hay coincidencias ni casualidades, el anuncio de ayer debe entenderse en el contexto más amplio del caso Puebla y la guerra mediática que la ultraderecha panista ha desatado contra el gobierno de AMLO a raíz del accidente que le costó la vida al matrimonio Moreno Valle. 

Hay que recordar que desde hace mucho tiempo el grupo político dominante en Puebla ha sido señalado de tener presuntos nexos con el delito del robo de gasolinas, e incluso meses atrás fueron detenidos altos mandos de la policía estatal en operativos realizados por el Ejército. Por si fuera poco, en este negocio criminal habría estado involucrado el propio ex gobernador fallecido, de acuerdo con una nota publicada en el pasado mes de agosto en el portal Sin Embargo (1).

Por ello llama poderosamente la atención la conducta vil mostrada por los panistas luego de la tragedia; de la supuesta indignación -que aprovecharon para exacerbar el encono y atacar a Morena y AMLO- pasaron de inmediato a la rapiña electoral: apenas terminado el funeral ya se apresuraban a exigir un “perfil panista” para el gobernador interino, y en el colmo del descaro pretendieron instalar en la opinión pública el absurdo de que Morena “no debería participar” en la elección extraordinaria, como si ese partido tuviera algo que ver con el helicopterazo.

Tal parece que a los panistas, más que la justicia para sus muertos, les urgiera “asegurar el negocio”, es decir nombrar un nuevo gerente huachicolero sin el peligro de que la molesta democracia les arruine sus planes si a los poblanos se les ocurre elegir un gobernador no panista. La virulencia con que salieron coordinadamente a declarar varios destacados panistas los delata. ¿A qué le temerán?

Fue el propio ex procurador fiscal de la federación, Gabriel Reyes Orona, quien puso el dedo en la llaga en una entrevista para Aristegui Noticias: el estado de Puebla, dijo, no sólo encabeza el huachicoleo, “también es la columna vertebral del sistema y red financiera del PAN”. En política,repito, no hay coincidencias ni casualidades. 

Por eso, el anuncio hecho ayer por AMLO debe haber caído como balde de agua fría entre algunos actores políticos del panismo poblano y nacional. Con el combate al huachicoleo estaría en riesgo un negocio multimillonario que según algunos ha servido, a costa de muchas vidas humanas, como fuente de financiamiento ilegal para campañas electorales azules. Y es precisamente por esa razón que es tan importante la próxima elección extraordinaria, donde los poblanos deberán decidir: ¿tendrán por fin un gobierno democrático al servicio de la gente, o le permitirán a la élite dominante en ese estado continuar con el negocio, seguir saqueando a Pemex y ensangrentando al país?

¿Democracia o huachicol?

¿Qué opina usted, amigo lector?

(1) “Huachicoleros operan desde las oficinas del Gobierno de Puebla para Moreno Valle, dice cuñado”. Sin Embargo. https://www.sinembargo.mx/14-08-2018/3456884