Castañeda
Los artículos de Jorge G. Castañeda en los blogs de la revista Nexos serían excelentes —no perfectos: la perfección no existe, como todos sabemos— si no cayera en el mismo vicio del director de esa publicación, Héctor Aguilar Camín: insultar al presidente López Obrador. Ambos son hombres inteligentes y cultos, perfectamente capaces de construir argumentos racionales para defender sus puntos de vista. ¿Por qué recurren a la ofensa?
Este miércoles, en Milenio, Aguilar Camín calumnió a AMLO al acusarlo de mentir. Andrés Manuel no hace eso; se equivoca a veces en los juicios que lanza en sus conferencias de prensa, pero es algo que nos ocurre a todos. Si López Obrador atribuyó al director de Nexos palabras que este no pronunció, se debió a que esa fue la información, equivocada, que le dieron sus colaboradores al presidente de México. Todos cometemos errores, Aguilar Camín también. Nadie es un mentiroso por expresarlos en público.
En la misma difamación ha caído El Güero Castañeda en su artículo de ayer martes: llamar “mentirosa” a la 4T, decir que el “gobierno mexicano miente como respira”. Estas descalificaciones ensucian el buen análisis que el extitular de la SRE ha hecho del problema de las vacunas; sintetizo enseguida lo escrito por Jorge a quien considero un buen amigo:
La vacuna que NO se fabricó en México
√ En todo el mundo, excepto en Israel, se ha manejado muy mal la vacunación.
√ En México algunas situaciones han complicado el problema.
√ Una de ellas, la menos grave, “parece ser la apuesta a AstraZeneca, gracias a un financiamiento de Carlos Slim y a la cooperación con el gobierno argentino y empresas de ese país”.
√ “Si todo sucede como está previsto, habrá casi 10 millones de dosis disponibles en abril; poco, y tarde, pero mucho mejor que nada”.
√ Hay un riesgo con la vacuna de AstraZeneca: que “se enrede en los pleitos de la empresa con la Comisión Europea y se retrase en el mundo entero debido a los resultados decepcionantes en Sudáfrica”. (Jorge no lo sabía cuando redactó su artículo, pero los expertos de la Organización Mundial de la Salud ya han avalado la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford para emplearse en personas mayores de 65 años de edad, así como en lugares donde circulen las distintas variantes del virus).
√ El segundo origen del problema de la vacunación en México “es más grave y más opaco”.
√ Tiene que ver con la reciente conversación entre AMLO y Biden.
√ El antecedente es el viaje de López Obrador a Washington, donde este le pidió a Trump “que en cuanto hubiera una vacuna norteamericana disponible, permitiera y alentara la entrega masiva y acelerada a México”.
√ Trump respondió a AMLO que no era fácil exportar vacunas a México “debido a la Defense Protection Act (DPA), aprobada en 1950 durante la Guerra de Corea”.
√ Esa es una ley que autoriza al presidente de Estados Unidos a “inducir la producción y compra de suministros para la defensa y la seguridad nacional, incluyendo sustancias y equipos médicos como vacunas, así como a impedir la exportación de los mismos”.
√ Pero había una solución: “Jared Kushner habría sugerido que en todo caso, ellos podrían influir sobre Pfizer (que desde entonces se perfilaba como la primera empresa en tener aprobada su vacuna por la FDA) a que instalara una planta en México para esquivar ese posible obstáculo. No era del todo absurda la propuesta. Pfizer tiene una planta en Bélgica, y comenzará la producción de su vacuna en Francia en abril en laboratorios franceses”.
√ “Nada de todo eso sucedió. México y Canadá se quedaron colgados de la brocha. Pfizer apenas cumplirá con una segunda entrega la semana que entra”.
√ El hecho es que “Pfizer no construyó nada en México; y los mexicanos nos quedamos sin vacunas”.
√ “Debido a todo esto, López Obrador le solicitó a Biden, nuevamente —en la última llamada que sostuvieron—, que Estados Unidos suministrara vacunas casi de emergencia, ya que la situación se tornaba crítica”.
√ “Según Proceso, y esta versión ya ha sido confirmada por varias fuentes en México y en Washington, Biden dijo que no. Invocó otra vez la DPA”.
√ “El mandatario mexicano no tuvo más remedio que buscar a Putin”.
√ El ruso “prometió 24 millones de dosis de Sputnik V, en un plazo no especificado”.
√ El hecho es que la lógica de “Estados Unidos primero” dejó a México sin vacunas a tiempo”.
√ A muchos otros países “no les fue mejor (a Israel sí)”.
¿Por qué a Israel le fue tan bien con las vacunas?
La verdad de las cosas es que las autoridades o las empresas del sector salud de ese país se pusieron bien listas. Contactaron a Pfizer y sin pedirle nada regalado, sino todo lo contrario, ofrecieron a la empresa un seguimiento de la eficacia de su vacuna en condiciones de vida real, por así decirlo.
Hasta donde entiendo, a Pfizer le interesó estudiar la eficacia de su desarrollo más allá de los estudios de fase 3, que se realizan en condiciones absolutamente controladas. ¿Qué quiere esto decir? Que los investigadores, por ejemplo, se aseguraron de que todos los participantes en el estudio recibieron las dos dosis recomendadas por los científicos. En la vida real puede o no ocurrir así.
Resultó atractivo para la empresa que un grupo o sistema hospitalario de Israel se comprometiera a dar seguimiento a todas las personas de las que tenía expedientes clínicos y a quienes se aplicó la vacuna. Se les siguió hasta donde fue posible hacerlo.
En estos casos, siempre baja la eficacia de un medicamento cuando se pasa de un estudio perfectamente controlado de fase 3 —donde los participantes saben a lo que van y que pueden recibir una vacuna o un placebo—, a una aplicación mucho más espontánea en la vida real, en la que las personas entienden que se les ha vacunado de verdad y se comprometen, lo cumplan o no, a inyectarse dos veces en un lapso de 21 días.
Así las cosas, el pasado 24 de enero se dieron a conocer los resultados de la aplicación en vida real de la vacuna de Pfizer/BionTech a 50 mil personas mayores de 60 años de edad. La protección era de un 60% NO en el ambiente controlado de un estudio de fase 3. A muchos de ellos les pusieron a los 21 días la segunda dosis. No a todos, porque siempre hay personas que lo olvidan, se cambian de casa, no llegan o no quieren hacerlo. Tal como es la realidad social, bastante diferente a la que se modela en un estudio clínico.
Eso fue muy bueno para Pfizer porque le dio mucha más información para su vacuna. De ahí el compromiso, que la empresa ha cumplido, de no fallar en las entregas a Israel.
He leído que le ha ido bien a Israel por el tamaño de su población, unos ocho millones de habitantes. No es así. Otros países desarrollados, más o menos el mismo número de habitantes, como Suiza y Austria, no aseguraron el suministro de vacunas. Ni tampoco lo hicieron países más pequeños y sin duda ricos como Noruega o Dinamarca.
En Israel se pusieron listos, hicieron la tarea y resolvieron un problema. Ha sido el país más exitoso, por mucho, en la campaña de vacunación contra el covid.
El funcionario que llevó dos millones de euros a París
Hay que destacar que no es en sí mismo un delito realizar transferencias internacionales de dinero en cualquier cantidad. Si el origen de los recursos es lícito y se utiliza de una manera correcta no debe ser motivo para molestar a nadie.
Supongo que no sea el caso del funcionario cuyo expediente le fue presentado al presidente López Obrador antes de que enfermara de covid. La información es del columnista Salvador García Soto, de El Universal, quien ha dado buenas primicias en el tema del lavado de dinero.
Según García Soto, “un encumbrado funcionario de la 4T que, aunque encabeza una institución autónoma, está claramente identificado con el actual gobierno” realizó una transferencia de México a Francia por 2 millones de euros, que utilizó para pagar “un departamento en la exclusiva Avenida Foch”.
Si ese funcionario tiene dinero generado en su vida privada no habría tenido nadie que llevar su expediente al presidente AMLO. Si su caso fue comunicado a Andrés Manuel seguramente se debe al hecho de que hay dudas acerca de la fuente de los recursos.
García Soto no da el nombre del funcionario, pero deja una inquietante pregunta: “¿quién será ese encumbrado abogado de la 4T que se prepara para disfrutar, quizás en un futuro no muy lejano de la vie en rose en su lujoso departamento en París?”.
Ojalá alguien en la 4T, o el propio García Soto —el columnista seguramente lo sabe— proporcionen el nombre de ese funcionario y, también, si es legal, o no, el dinero con el que compró un apartamento caro en la Ciudad Luz.