Admiro a Tatiana Clouthier. A su hermana Rebeca, también. Son dos mujeres de principios. Valen mucho como personas por su moral, por su valentía, por su honestidad. Dignas hijas de un mexicano de excepción, Manuel Maquío Clouthier. Las dos, como su padre, han participado en política, invariablemente del lado correcto de la historia.
¿Por qué las dos tan contentas en la foto con el candidato del PRI, Adrián de la Garza? En política no hay casualidades, pero sí una ley irrefutable: la forma es fondo.
El despegue de la Tía Tatis
En 2018 Tatiana conquistó a todo México cuando hizo sus primeras apariciones como la coordinadora de la campaña electoral presidencial de Andrés Manuel López Obrador. Cautivó a la nación entera por su inteligencia y su carisma. Invencible en el debate, destrozó en encuentros mediáticos a los representantes de los otros candidatos, Ricardo Anaya, del PAN, y José Antonio Meade, del PRI.
Después del triunfo de AMLO, cuando se difundieron las primeras, ¡¡¡adelantadísimas encuestas de preferencias electorales para el 2024!!!, la Tía Tatis disputaba el primer lugar a la mismísima Claudia Sheinbaum, la más respetada e ideológicamente consistente política de de izquierda, y al colaborador de Andrés Manuel que más y mejor se vende en los medios, Marcelo Ebrard.
¡Ella no quiso!
No aceptó Tatiana un cargo de subsecretaria en Gobernación; prefirió seguir como diputada federal. Muchos pensábamos que iba a ser la candidata de Morena al gobierno de Nuevo León. Si hubiera levantado la mano, el partido fundado por López Obrador la habría aclamado como candidata de unidad. Pero no quiso.
En efecto, Tatiana Clouthier no quiso. No se decidió, tal vez pensó que Morena no tenía —y sin duda no tiene— estructuras electorales en Nuevo Léon para competir eficazmente con el PRI y el PAN, o quizá simple y sencillamente no era su ambición. El hecho es que no quiso y obligó a Morena a buscar otra opción.
Clara Luz
El partido de izquierda encontró esa otra opción en Clara Luz Flores, popular expriista. Esta mujer no la va a tener fácil frente a dos rivales de peso: (i) el resucitado Fernando Larrazabal, del PAN —popular como el que más, experto en movilizaciones electorales y, se dice, apoyado por El Bronco Rodríguez, gobernador de Nuevo León—, y (ii) el poderoso y lleno de trucos y recursos de todo tipo exalcalde de Monterrey, Adrián de la Garza.
Siempre fue obvio que a Tatiana no le pareció correcto que Morena postulara a Clara Luz, por su origen, el PRI, y por su marido, el polémico y experimentado político Abel Guerra.
Se supone que el propio Andrés Manuel habló con la Tía Tatis, en una comida en el aeropuerto de Monterrey, para pedirle dejar pasar a la señora Flores. Eso se ha dicho, no me consta; lo único comprobable es que Tatiana comió con AMLO cuando se acercaban los tiempos en que Morena iba a tomar una decisión.
Al gabinete... y la forma es fondo
Desde luego, no fue por eso que Andrés Manuel la nombró secretaria de Economía. Lo hizo el presidente de México porque conoce las capacidades ejecutivas de la hija de Maquío y, sobre todo, por su talento para crear equipos; tendrá los mejores colaboradores para que le apoyen en la tarea de facilitar la vida a las empresas y promover inversiones nacionales y extranjeras.
Tatiana hará un muy buen trabajo en el gabinete del presidente López Obrador, no tengo la menor duda. Pero por su relevancia en Morena y en la política de Nuevo León, si no va a apoyar abiertamente a Clara Luz —se respetan las razones de Tatiana—, al menos debería no aceptar que el priista Adrián de la Garza utilice fotos con ella para dividir al electorado. Si la fotografía que ha circulado es reciente, la señora Clouthier se equivocó al permitirla. Si es de otra época, ella debería denunciar a De la Garza de inmediato.
En cualquier caso, el incidente debe obligar a Tatiana Clouthier a reunirse pronto con Clara Luz Flores. Porque en política, dijo el clásico, la forma es fondo.
Tatiana debe hacerlo no por la candidata de Morena, sino por el partido y, muy especialmente, por Andrés Manuel, quien para todo fin práctico estará en el centro de las elecciones de 2021. Es decir, mucha gente votará a favor o en contra de la 4T independientemente del hecho de que el presidente de México y su administración no estarán en las boletas. Tatiana no puede ignorar esa realidad política.