Yo no olvido al año viejo<br>porque me ha dejado cosas muy buenas<br>me dejo una chivita,<br>una burra muy negrita,<br>una yegua muy blanquita<br>y una buena suegra...
Crescencio Salcedo, colombiano
No, no murió el compositor de la clásica “El año viejo”, sí, el que dejó como herencia una chiva, una burra y una suegra. ¿Eso es misógino? Probablemente sí. Aunque, por supuesto, las mujeres podrían hablar de un chivo, un burro y un suegro.
Otra pregunta: ¿estamos hablando verdaderamente de una canción clásica, es decir, “digna de imitación”? Seguramente sí. A mí me agrada y así opino. La he escuchado durante muchos fines de año, esto es, ha superado la prueba del tiempo, lo que no es poca cosa.
Pero no, contra lo que pudiera pensarse al leer a la carrera las notas sobre el fallecimiento de Tony Camargo, no ha muerto el compositor de “El año viejo”.
Murió uno de los intérpretes de la canción, sin duda quien la hizo famosa, al menos en México. Pero el autor es otro: Crescencio Salcedo, colombiano analfabeta.
En algunas notas de homenaje a Tony Camargo se menciona, de pasada, como anécdota, a Crescencio Salcedo. Pero nada más. Es justo reconocer, entonces, al creador de la famosa canción y de otras también muy conocidas, como “La múcura”, que está en el suelo y, mamá, no puedo con ella.
La 4T y quienes la construyeron
Pues bien, por ideólogo progresista que sea, el secretario de Medio Ambiente, Víctor Toledo, ha hecho bastante poco por la consolidación de la 4T —casi nada, de plano— si se compara su aportación al proyecto de AMLO con la de alguien que ha sido fundamental para que la izquierda llegara al poder en México, Alfonso Romo, empresario neoliberal quien se la jugó absolutamente en serio con una idea de desarrollo con la que no coincide solo porque vio en Andrés Manuel López Obrador características personales, particularmente la honestidad y la modestia, que ya urgía fueran las del presidente de nuestro país.
Sin Romo creo que Andrés Manuel jamás habría podido ganar la presidencia en 2018. Habría sufrido otro fraude porque la 4T no habría triunfado con el enorme margen que logró sin todo lo que construyó el empresario regio en términos de generar confianza en los grupos sociales más conservadores.
No tiene credibilidad un personaje en tales términos menor como Toledo —por importante que sea en su oficio de biólogo— al descalificar a la 4T porque en la misma participa gente con la que ideológicamente no coincide, como Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, y el titular de Agricultura, Víctor Villalobos.
Hay otras personas que no son de izquierda dogmática, o que de plano están muy lejos de cualquier concepto que se tenga del socialismo, también más importantes que Tolero para la 4T, como Julio Scherer, Alfonso Durazo, Olga Sánchez Cordero y Marcelo Ebrard.
¿Debe Víctor Toledo renunciar al gobierno del presidente López Obrador? Pienso que no. Tampoco se le tiene que despedir por sus comentarios francamente generadores de divisiones internas. Lo deseable es que el secretario de Medio Ambiente se retracte y aprenda a trabajar en equipo con personas con pensamientos distintos a los suyos. No es tan difícil. Si se lo propone, lo logrará. No está todavia tan viejo como para no ser capaz de aceptar una lección de ética política.