Voy a comentar el artículo “Enamorado de las malas ideas: López Obrador lleva a México de regreso al futuro” publicado en el Financial Times por Jude Weber y Michael Stott.
Introducción
I.- No es un mal periódico el Financial Times. De hecho, es uno de los diarios más importantes, interesantes, serios e influyentes del mundo.
II.- En los grandes equipos solo participan grandes profesionales. Entonces, seguramente son excelentes periodistas —de otro modo no habrían sido contratados por la mencionada empresa mediática— tanto la señora Jude Weber, corresponsal del FT en México y Centroamérica, como el señor Michael Stott, editor para América Latina.
III.- Sin duda, están entre los mejores en su oficio todos los futbolistas del Real Madrid, el Barça, el Arsenal o el Manchester United. Pero ello no impide que a veces nomás no corran en la cancha muchos jugadores, inclusive en los partidos de mayor relevancia. Son quienes hacen suya una afortunada frase —solo para la gente floja— del español José Luis Rodríguez Zapatero: “El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca y mirando al cielo”.
IV.- Jude Weber y Michael Stott deben ser dos de los mejores periodistas del mundo, pero esta vez, en el Big Read del Financial Times, se tiraron a la hamaca y entregaron a su público gato por liebre. Conste, no digo que hayan mentido en todo lo que dijeron sobre el presidente AMLO —coincido con ella y él en algunas de sus críticas—, pero su análisis de fondo, su crónica a profundidad, tan destacada en la web del diario británico de este 23 de marzo —mañana, con certeza, aparecerá en sus distintas ediciones impresas— no es más que un plagio de decenas y aun cientos de columnas publicadas en periódicos mexicanos que simple y sencillamente hacen la lista de proyectos, acciones, propuestas de ley y puntos de vista de Andrés Manuel que a la mayoría de quienes opinan en México les parecen errores graves.
V.- Por lo demás, debo decir que si tengo entre los grandes equipos de futbol un favorito —el Real Madrid, para el mayor enojo de algunos queridos amigos catalanes—, entre los diarios globales mi preferido, por mucho, es el Financial Times.
Punto por punto
Diré enseguida lo que pienso de lo afirmado por el FT, que, repito, parece copiado de cualquier columna mexicana en la que se enumeran los errores de AMLO. Esto es, ni voy a darle ciento por ciento de credibilidad a lo publicado en ese diario ni, tampoco, lo voy a desacreditar argumentando que su línea editorial la dictan poderosos capitalistas internacionales que se han beneficiado de la gran corrupción que ha habido en México. De esto último, por desgracia, muy probablemente este martes 23 de marzo se encargará el propio Andrés Manuel en su mañanera —sin duda es legítima, porque se trata de un acto de libertad personal, la belicosidad del presidente mexicano con la prensa nacional y extranjera, pero quizá ya debería cambiar un poco el tono: al final serán los periódicos los que escriban la historia del actual sexenio, y me parecerá muy injusto que por comprensibles rencillas se le dé a López Obrador un trato que no merece—.
AMLO y los medios
Dice el FT: “El presidente populista está haciendo caso omiso de las críticas por su mal manejo de la economía, la seguridad y la pandemia del coronavirus”.
Mi comentario: Tienen razón. Andrés Manuel no solo ignora las críticas, sino que es muy crítico —hasta peleón— con sus críticos. Pienso que ya debe cambiar el estilo y, en vez de descalificar, debería debatir con los medios. Una propuesta: hacer mañaneras especiales sin la presencia de personajes extravagantes que son no periodistas y hasta parecen malos comediantes, como Lord Molécula o el Falso Pirata, e invitar de tres en tres solo a opinadores destacados, que merecerían para preguntar, pero sobre todo para repreguntar, al menos la mitad del tiempo que AMLO tome para sus respuestas.
El Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, Tabasco
Dice el FT: “Uno de los proyectos emblemáticos del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya, tiene como objetivo impulsar el turismo y el crecimiento en el sureste pobre del país. Junto con una refinería de petróleo… simboliza su convicción de que los desarrollos de petróleo y trenes financiados por el estado en áreas abandonadas son el camino a seguir… ¿Tren a ninguna parte…? Los motores diésel que funcionarán en la mayor parte de la ruta son anacrónicos en un mundo que se precipita hacia la energía eléctrica, dicen los críticos… Su refinería de petróleo se está construyendo en un momento en el que las empresas energéticas mundiales compiten por deshacerse de esos activos en medio de un exceso de oferta”.
Mi comentario: Pueden tener algo de razón en lo que afirman Jude Weber y Michael Stott. Personalmente me habría gustado que el gobierno de la 4T hubiera iniciado este sexenio un proyecto de tren más o menos rápido a Monterrey o a Guadalajara; sí, en vez del Tren Maya, e inclusive sin invertir en el aeropuerto de Santa Lucía —el aeródromo de Toluca está lejos de ser utilizado a su plena capacidad—, pero no creo que sea un desperdicio invertir en una refinería, ya que, al margen del desarrollo acelerado de coches eléctricos, la gasolina seguirá siendo necesaria todavía durante décadas, y México no puede ya seguir dependiendo de importaciones de combustibles. Por lo demás, al margen de otras consideraciones, solo la ignorancia en materia económica puede sugerir que son irrelevantes en un país como México los proyectos de desarrollo en regiones pobres y olvidadas durante demasiadas décadas.
El mandato revolucionario
Dice el FT: “El líder populista obtuvo una victoria aplastante en 2018 cuando los mexicanos , enfermos por el empeoramiento de la corrupción, la espiral de violencia y una economía que nunca creció lo suficientemente rápido como para traer prosperidad a los pobres, le dieron un mandato para un cambio revolucionario”.
Mi comentario: Ensucia el trabajo de Jude Weber y Michael Stott la utilización de descalificativos que llevan la intención de insultar, como “populista”. No hay necesidad de recurrir a tales expresiones que no alientan, sino dificultan el debate racional. Por lo demás, los periodistas del Financial Times tienen razón: el pueblo de México le dio a AMLO, en las elecciones de 2018, “un mandato para un cambio revolucionario”. En eso está el López Obrador. Podemos y debemos oponernos a tales cambios quienes no creemos en las revoluciones inspiradas en inadecuadas y aun obsoletas ideologías de izquierda, pero siempre aceptando que el presidente de México es Andrés Manuel y que, si democráticamente cuenta con las mayorías legislativas que se necesitan, podrá llevar al país hacia donde piensa sea lo mejor. Es decir, artículos tan importantes como el que estoy analizado del FT deberían tener cuidado de no alentar intenciones golpistas que sí existen en la derecha mexicana. Creo que al no hacerlo explícito en un texto que tendrá alto impacto —no por su calidad, que no es mala, sino por la relevancia del medio— se corre el riesgo de generar problemas en México, en vez de ayudar a buscar resolverlos.
Crecimiento
Dice el FT: “Prometió (AMLO) una transformación ‘profunda y radical’ comparable a la independencia de España, y un gobierno que barrería lo que él llamó la ‘calamidad' de las políticas de libre mercado de las últimas cuatro décadas. Y prometió que el crecimiento del producto interno bruto se acelerará al 6 por ciento anual”.
Mi comentario: No puede haber la menor duda acerca de que la transformación de AMLO es profunda y radical. ¿Es lo que México necesita? Lo ignoro. Eso lo decidirán los historiadores en el futuro y, evidentemente, dependerá de los resultados de la 4T. Hasta el momento, al menos en lo relacionado con el crecimiento, no son del todo buenos. Los problemas de la economía se han agravado con la pandemia de coronavirus, pero poco ha hecho el gobierno de México para apoyar empresarios, que son los motores del sistema.
El centrista del GDF
Dice el FT: “Cuando asumió el poder, llegando a su toma de posesión en un simple Volkswagen blanco y prometiendo una administración sin lujos, los mexicanos sabían que López Obrador, a veces conocido por sus iniciales AMLO, sería un líder muy diferente de sus predecesores casi regios. Pero quedaba una gran pregunta: ¿gobernaría como un centrista pragmático, como lo había hecho mientras era alcalde de la Ciudad de México entre 2000 y 2005? ¿O volvería a sus raíces radicales como activista social de la década de 1970?”.
Mi comentario: Sí creo que Andrés Manuel debería comparar su éxito como gobernante centrista de la capital mexicana con lo que hoy hace como presidente de la nación. Pienso que el AMLO pragmático de su periodo en la jefatura de gobierno del entonces Distrito Federal era más eficaz que el AMLO ideólogo de la actualidad.
Volver al futuro
Dice el FT: “López Obrador está derribando el presente para crear un futuro inspirado en el pasado”.
Mi comentario: ¿Y cuál es el problema? Todos hacemos lo mismo, aprendemos del pasado para avanzar en el presente e intentar darle forma a un futuro que nadie conoce. Ni siquiera los futurólogos saben qué pasará mañana. A veces ni los meteorólogos saben cuál será el clima del día siguiente a su pronóstico.
El tiempo pasa
Dice el FT: “El tiempo ha pasado para México, pero no para López Obrador: cuando visitó la región central de alta tecnología del Bajío en 2019, eligió no ir a una fábrica de automóviles que impulsa la economía exportadora del país, sino a un ingenio de caña de azúcar tirado por caballos”.
Mi comentario: La gente del FT cae en la ingenuidad al pensar que por una acción realmente linda como admirar caballos en el trabajo tradicional, el presidente de México olvida la relevancia de la producción de coches. Ese es un juicio ridículo de doña Jude Weber y don Michael Stott.
El aeropuerto y el avión
Dice el FT: “Después de tomar el poder, desechó un nuevo aeropuerto parcialmente construido en la capital, puso a la venta el avión presidencial y evitó los viajes al extranjero”.
Mi comentario: Faltaba mucho en tiempo y, sobre todo, en dinero para que acabara la construcción del aeropuerto de Texcoco. AMLO hizo lo correcto al cancelarlo porque iba a quebrar a México e iban a pasar décadas antes de que operara al menos a la mitad de su capacidad, si es que se terminaba. Lo relevantes no es que Andrés haya puesto en venta el faraónico avión presidencial, sino que viaja como la gente común y corriente en aerolíneas comerciales. Si algo ha probado la pandemia es que no son necesarios, para trabajar, los viajes al extranjero. Lo que el presidente López Obrador ha evitado son los viajes por turismo político. Desde su despacho y aun enfermo de covid ha llegado a acuerdos con el ruso Vladimir Putin, el norteamericano Joe Biden y el chino Xi Jinping.
Ley eléctrica
Dice el FT: “López Obrador ha aprobado una ley que favorece la generación de combustibles fósiles de propiedad estatal sobre la energía renovable que contrasta con los planes del presidente Joe Biden de convertir a Estados Unidos, el mayor socio comercial de México, al carbono neutral para 2050”.
Mi comentario: Estoy totalmente de acuerdo con las críticas a la ley eléctrica que no pasará en el poder judicial. De todo corazón deseo que AMLO no reforme la Constitución en el sentido que le dicta su ideología en temas energéticos, ya que no me parece adecuada.
Enamorado
Dice el FT: López Obrador “está profundamente enamorado de las malas ideas”. Cita el diario a Moisés Naím.
Mi comentario: La arrogancia como método de debate me parece absurda y dañina para quien la utiliza. Pueden no gustarnos las idea de AMLO, pero ¿estamos seguros de que todas son malas o tan malas como las presentan el FT y los columnistas mexicanos que inspiraron el artículo de Weber y Stott? ¿Quién tiene el monopolio de las buenas ideas? Creo que un poco de humildad le vendría bien al prestigiado Financial Times y a la gente que consulta para sus notas.
Otros datos y mañanera
Dice el FT: “Maestro intérprete de los medios, instituyó la ‘mañanera’, una conferencia de prensa matutina diaria de hasta tres horas en la que marca la agenda informativa y critica a los críticos como corruptos lacayos de los ricos. Los números negativos se eliminan con la frase ‘Tengo otros datos’… (AMLO) “refuerza su popularidad con esta narrativa belicosa”.
Mi comentario: Creo que Andrés Manuel debería dejar de mencionar sus “otros datos”. Se necesita diálogo de verdad, no encerrarse cada quien en sus propias verdades.
La popularidad
Dice el FT: “Lubricados por dádivas, especialmente pensiones y subvenciones para jóvenes, ancianos y agricultores, los índices de aprobación de López Obrador se mantienen en un saludable 64 por ciento, incluso cuando los votantes critican el manejo del gobierno de la economía y el crimen”.
Mi comentario: AMLO no es popular por sus programas sociales —tan necesarios en un país con demasiados millones de pobres—, sino por honesto, algo absolutamente raro, único en lo referente a los presidentes mexicanos. Quizá el FT debió mencionarlo.
Pandemia
Dice el FT: El manejo de la pandemia ha sido muy malo.
Mi comentario: Totalmente de acuerdo. Si un error grave ha cometido Andrés Manuel es el de confiar la estrategia contra el covid a un incompetente ambicioso vulgar como Hugo López-Gatell. Todavía está a tiempo de corregir.
Inseguridad
Dice el FT: “López Obrador no ha logrado reducir los homicidios (los asesinatos el año pasado fueron solo un 0.34 por ciento más bajos que su nivel récord en 2019) a pesar de crear una nueva fuerza policial federal en gran parte integrada y dirigida por militares”.
Mi comentario: AMLO heredó un país en guerra…, en una guerra perdida por México. Bastante ha hecho para cambiar todo el sistema policiaco que no funcionaba por corrupto. Se verán los resultados positivos antes del final del sexenio, claro que se verán.
Las mujeres
Dice el FT: “López Obrador también se ha enfrentado a grupos de mujeres al negarse a criticar la elección de Félix Salgado Macedonio, un presunto violador en serie, como candidato de su partido gobernante Morena” a gobernador de Guerrero.
Mi comentario: Se equivocó Andrés Manuel al apoyar a Salgado Macedonio. Deberá trabajar mucho para encontrar la fórmula que lo lleve a dialogar constructivamente con las mujeres.
Venezuela
Dice el FT: La “obsesión” de AMLO por la prudencia fiscal “podría reducir el riesgo de que México se descarrile como Venezuela, el ejemplo más citado de un país rico de América Latina que cae en el caos. Pero podría ser un viaje lleno de baches”.
Mi comentario: México no será Venezuela, claro que no. Tampoco era Suiza con los anteriores presidentes. ¿O acaso piensan en el FT que los mexicanos, en los gobiernos de Calderón y Peña Nieto, gozábamos del nivel de desarrollo de la gente de Zúrich o Ginebra? Es una precisión relevante que quizá en un próximo artículo deberían hacer doña Jude Weber y don Michael Stott. Porque, por el tono de su texto de este 23 de marzo, pareciera que México era el paraíso terrenal antes de AMLO, lo que evidentemente es una falsedad.