Las personas más confiables son las que más heridas han sufrido en la batalla
Las numerosas cicatrices de Andrés Manuel lo hicieron madurar y lo volvieron prudente y virtuoso. Entendió después de tantos golpes recibidos por oponerse al viejo autoritarismo, que la sociedad mexicana iba a terminar por hartarse de la política tradicional.
AMLO jamás se ha comportado con la presuntuosa simulación que caracteriza a sus colegas del PRI, del PAN, del PRD, de Movimiento Ciudadano… y de Morena. Estos últimos piensan que todo lo merecen porque casi en todos los casos han llegado a los altos cargos públicos sin dar ninguna pelea, simplemente favorecidos por otros políticos.
El sacrificio enseña, y mucho. Disfrutan por igual el paisaje desde la cumbre, tanto quienes suben la montaña después de horas de caminata como las personas que llegan ahí en pocos minutos luego de un traslado en helicóptero. Pero aprenden más las hombres y las mujeres que sufrieron en la ascensión y a quienes les espera todavía un desgastaste descenso.
El caso Nuevo León
No sé si Samuel García, de Movimiento Ciudadano, ganará las elecciones de gobernador o gobernadora de Nuevo León. Es un hecho que ha crecido en las encuestas. Ello lo comprueban los estudios más serios, que son los de El Heraldo de México —de las empresas OPMI y SRS— y los del equipo de encuestadores de los diarios El Norte, de Monterrey, y Reforma, de la Ciudad de México.
En la encuesta de El Heraldo, Samuel está en empate técnico en el segundo lugar con Clara Luz Flores, de Morena. La primera posición es del priista Adrián de la Garza.
En la encuesta de El Norte/Reforma la misma cosa:
1º Con 29% de las preferencias, Adrián de la Garza, del PRI<br>2º Con 23% de las preferencias, Samuel García, de Morena<br>3º Con 19% de las preferencias, Clara Luz Flores, de Morena<br>4º Con 15% de las preferencias, Fernando Larrazabal, del PAN<br>
Encuesta Nuevo León, El Norte/Reforma
Samuel estaba en la lona, noqueado después de numerosos errores cometidos. Supo aprender de los golpes, se levantó y está en la pelea.
No descarto, claro que no, que Clara Luz haya aprendido la lección. De ser la gran favorita hoy todo el mundo la ve condenada a la derrota en una entidad que no termina de aceptar los proyectos de gobierno de la 4T. La hirió gravemente un video —difundido por su rival del PRI— con Keith Raniere, líder de una secta NXIVM. Si encuentra la fórmula para una curación eficaz, la herida que sufrió la candidata de Morena le permitirá volver a la competencia.
Quizá eso fue lo mejor que le pudo haber pasado a la señora Flores. Necesitaba un fuerte descalabro para entender que nada es fácil. Su carrera había sido tan exitosa durante tantos años que, seguramente, llegó a pensar que la gubernatura era para ella un sencillo trámite. Ahora sabe que no es así, que en la guerra los ataques son de verdad y pueden destruir a cualquiera.
Afortunadamente para Clara Luz, la terrible herida la sufrió muy a tiempo, esto es, tendrá meses para reponerse y recuperar la forma; de ella dependerá. Necesita a los estrategas correctos para no equivocarse más.
Herida en el rostro
A propósito de heridas de batalla, Samuel García ha presumido una que afecta a decenas de millones de mexicanos y a mucha más gente en todo el mundo. Lo ha hecho en Instagram, en su curiosa, pero por lo visto eficaz campaña siempre al lado de su esposa, la influente Mariana Rodríguez —insisto, influente me parece un término más apropiado en español que influencer, pero desde luego cada quien puede escribirlo como se le pegue la gana—.
Samuel mostró a su compañera cómo le quedó la cara con el #cubrebocas. En el Instagran de SDPNoticias los editores bromearon con el candidato de Movimiento Ciudadano diciendo que “Dios da las peores batallas a sus mejores guerreros”.
Pero, más allá de la chacota, lo cierto es que me parece absolutamente correcto el instinto de Samuel García, de Mariana Rodríguez o de los estrategas o publicistas que el partido de Dante Delgado haya contratado: las irritaciones en la cara que a casi todos nos ha provocado el uso frecuente de la mascarilla son algo que nos identifica y nos motiva a seguir combatiendo contra el peor enemigo que hemos enfrentado, la pandemia de coronavirus
Uno de los pocos mexicanos que no tiene las pequeñas, pero motivadoras heridas causadas por el cubrebocas es el presidente López Obrador. El hombre que más y más grandes heridas de batalla ha sufrido en la política, no se puso la mascarilla y ese es, seguramente, el único rasgo de su personalidad que lo aleja del pueblo. La posición de los candidatos de Morena en los actuales procesos electorales cuánto habría mejorado si Andrés Manuel tuviera que consultar a especialistas en dermatología por tanto rozar de las ligas y la telilla con la piel del rostro.
Otras encuestas
En fin, solo como información citaré los datos de otras encuestas relevantes de El Heraldo:
√ En Nayarit arrasa el doctor Miguel Ángel Navarro, de Morena.
√ Mauricio Kuri, del PAN, tiene una enorme ventaja en Queretaro.
√ Alfonso Durazo, de Morena, también con gran ventaja en Sonora.
√ Si sobrevive a las acusaciones que ha recibido, Maru Campos, del PAN, terminará por derrotar a Juan Carlos Loera, de Morena, con quien está ahora en empate técnico en Chihuahua.
Loret: su problema no es el montaje, sino el dinero
El presidente López Obrador ha dicho que este miércoles, si Televisa lo autoriza —supongo que recibirá el permiso solicitado—, presentará en la mañanera el famoso montaje de 2005 de Carlos Loret de Mola, quien le hizo el gusto a Genaro García Luna y difundió en la TV una farsa del arresto de Florence Cassez y su pareja Israel Vallarta.
Creo que ese asunto no puede hacerle a Loret más daño en su credibilidad del que ya ha sufrido. Es un tema muy viejo, así que no habrá novedad alguna en el video que quizá Andrés Manuel reproducirá.
El gran problema de Loret no es el montaje, sino que se ha descubierto que la empresa para la que trabaja es financiada con dinero político, de la familia de Roberto Madrazo, uno de los priistas más tramposos, lo que es decir en un partido de marrulleros, quien además es enemigo desde hace décadas de López Obrador.
Ese es el gran problema de Loret, no solo por lo que representa en términos de restarle credibilidad, sino porque los Madrazo en cualquier momento se van a asustar.
Aunque ninguna autoridad los vaya a investigar —creo que por mil razones se les dejará en paz—, Roberto Madrazo pensará otra cosa. Como el león, cree que todos son de su condición, y seguramente ya está convencido de que el gobierno hará lo que él haría en el poder: averiguar el origen de los recursos para presionarlo.
El miedo no anda en burro. Así que no se equivocarán Carlos Loret y Brozo —y el resto de los periodistas que los Madrazo han contratado— si se preparan para que, de pronto, se les deje colgados de la brocha.
Pragmático como todo caradura, si los temores le crecen Madrazo no vacilará en llevar a la práctica el refrán del “más vale aquí corrió que aquí murió”.
Por lo demás, que Madrazo los abandonara sería lo mejor que podría pasarles a Loret y a Brozo: tendrían al fin la oportunidad de intentar hacer una empresa periodística desde abajo, con pocos recursos al principio, batallando para pagar nóminas, haciendo de todo, chingándole en la difícil función empresarial.
Sería una maravilla que la vida los empujara a una aventura como la emprendida por Carmen Aristegui y otros periodistas hace años. No ganarían lo que ahora reciben como honorarios, pero tendrían más satisfacciones personales.
Y, quién quita, con el paso del tiempo hasta podrían Loret y Brozo consolidar un diario digital rentable que los convirtiera en prósperos empresarios mediáticos con todas las de la ley.