“Dígalo con flores”

Esta es quizá la frase que más me emociona cuando la escribo o la leo. Por razones estrictamente comerciales. Mi papá y mi mamá dedicaron buena parte de sus vidas a vender flores. Eran pequeños comerciantes que tenían entre sus clientes —y quizá se trataba del más importante—a la Quinta Esmeralda, una conocida florería del Monterrey de mi infancia.

Cuando estudiaba los últimos años de primaria y durante toda la secundaria muchas veces visité ese negocio. No como comprador, sino como repartidor de mercancía y cobrador. Los propietarios de la Quinta Esmeralda, personas correctas, me hacían esperar antes de pagarme. Me sentaba en la entrada del establecimiento y me entretenía viendo su decoración.

No me estoy quejando, no era aquello algo agotador ni difícil de hacer. Es decir, nunca sufrí la pena de Samuel García, aspirante al gobierno de Nuevo León, a quien su papá torturaba obligándolo a jugar golf. En mi infancia no conocí semejantes tormentos. Si menciono ahora mis tardes sentado en aquella florería se debe a que simplemente recordé que me llamaba muchísimo la atención el lema de la Quinta Esmeralda, “dígalo con flores”. No sé si era una frase original de sus dueños o si la copiaron, y la verdad no me importa porque no le quita lo valioso al recuerdo.

No comprendí plenamente el significado del “dígalo con flores” hasta que, como estudiante de economía, aprendí que en asuntos de ciencia, de comercio, de política y aun de cultura, la frase más útil es la de “dígalo con números”. ¿También en cultura? Así es. Los escritores honestos admitirán que en realidad les importa un carajo la calidad de sus novelas si no se traduce en ventas perfectamente cuantificables que les den para mantenerse y pagarse, sin pedirle nada a nadie, algunos placeres decentes —e inclusive de preferencia indecentes, en términos de esa ética de preparación para la primera comunión—.

Hablar con rumores

Escribo motivado por lo que leí ayer en El Universal:

Dijo la columna Bajo Reserva: “En los pasillos de Palacio Nacional andan preocupados porque Morena puede perder en varios estados que sentía seguros”.

Mi comentario: No es creíble que este sexenio El Universal tenga acceso a “los pasillos” del poder. En los gobiernos anteriores tal diario conocía las intimidades de Palacio Nacional y de Los Pinos, pero eso se acabó. En la actualidad tales trascendidos solo son creíbles si los difunden otros medios de comunicación, como La Jornada, periódico al que debemos tomar muy en serio cuando ocasionalmente habla de lo que se dice en “los pasillos”, si no de Palacio, de la cancillería). La verdad de las cosas es que lo difundido en Bajo Reserva me suena a grilla de alguien imprudente como Emilio Gamboa; no como Manlio Beltrones, quien sabe que no están los tiempos para meterse en intrigas tan insensatas.

¡Sean serios y hablemos con números!

Dijo también la columna Bajo Reserva: Morena puntea en las encuestas, pero “los números cambian cuando se miden los nombres de ciertos candidatos de las alianzas entre PRI, PAN y PRD”. En Sonora, “el aliancista Ernesto El Borrego Gándara se perfila para derrotar al recién salido del gabinete Alfonso Durazo”. Según los editores de El Universal, “la cosa preocupa” al presidente AMLO. Si es una hablilla de Gamboa, ni duda cabe: genio y figura, hasta la sepultura.

Mi comentario: Como El Universal no habla con números, sino con chismes, conviene presentar algunos datos tomadas de encuestas que conozco. El Heraldo de México ha publicado estudios demoscópicos de dos empresas, la encuestadora Opinión Pública Marketing e Imagen, y la consultora Social Research Solutions. Sus analistas han presentado ya al menos dos estudios para todos los estados en los que habrá elecciones de gobernador en 2021.

En el caso de Sonora queda claro que Morena, con Alfonso Durazo como su candidato, aventaja al PRI y a su abanderado Ernesto El Borrego Gándara. Este ha renunciado recientemente a su militancia priista para alcanzar la candidatura ciudadana de una alianza PRI-PAN-PRD.

Según OPMI y SRS si hoy fueran las elecciones de gobernador en Sonora, la alianza Morena, PT y PANAL obtendría 38.5% de los votos, mientras que la suma de PRI, PAN y PRD se quedaría con 29.2%. Es decir, Morena y sus aliados ganarían con una ventaja de 9.3 puntos. Cabe destacar que la encuesta dada a conocer por El Heraldo de México es telefónica (esto es, tiene un ligero sesgo a favor de partidos como el PAN) y no incluye candidatos.

Conozco otro estudio, realizado en vivienda por la empresa Parametría —de cerca de cuatro mil casos, ¡enorme!—, en el que Durazo, representando a la alianza encabezada por Morena, se impone por 12 puntos a Gándara (PRI-PAN-PRD). Inclusive ampliando esta última alianza con la suma de Movimiento Ciudadano, que por lo que se sabe va solo en todos los procesos electorales locales, Durazo gana por 9 puntos.

Los riesgos

Hay riesgos para Durazo, desde luego que sí. El principal, que parece no va a darse, sería que MC apoyara a Gándara como ya lo hacen el PRI, el PAN y el PRD. Pero hay otro que no es menor: el activismo de la familia LeBarón, que parece jugar a favor de la alianza entre priistas, panistas y perredistas.

Aunque ni AMLO lo invitaría ni Durazo aceptaría participar, ha trascendido que los LeBarón han exigido que el extitular de Seguridad Pública no asista al acto que próximamente el presidente López Obrador encabezará en el municipio de Bavispe —precisamente en el que nació Alfonso Durazo—, donde se inaugurará un memorial en honor a las mujeres y niños de las comunidades LeBarón y Langford asesinados en ese lugar en noviembre de 2019.

El hecho de que los LeBarón se opongan a algo que no podría ocurrir —la asistencia de un precandidato a un acto oficial— significa que los activistas de esta familia ya tomaron partido: a favor de Gándara y contra Durazo. Esto forma parte de las realidades políticas que deberá superar, si quiere ser gobernador, el sonorense más cercano, durante muchos años, a Andrés Manuel

Durazo y el factor AMLO

La verdad de las cosas es que la ventaja de Durazo sobre Gándara, a pesar de que a este lo apoyen dos partidos tradicionalmente muy fuertes en Sonora —el PRI y el PAN— se debe a que la población reconoce su trayectoria, que lo llevó a estar entre los principales colaboradores del sonorense Luis Donaldo Colosio, pero también a otros dos hechos: (i) si Ernesto Gándara ha avanzado en la política se debe a que ha tenido maestros de primer orden; y entre estos se encuentra, de forma muy destacada, Alfonso Durazo, y (ii) la aprobación de Andrés Manuel en Sonora es enorme, muy superior a la de Claudia Pavlovich, que durante años ha sido una de las gobernantes mejor evaluadas de México

Reproduzco el dato de aprobación tomado de la encuesta de Parametría que ha mencionado antes. La opinión efectiva, esto es, la positiva menos la negativa, en el caso de AMLO es de 63%, y en el de Pavlovich de 27%:

Parametria

No hay duda, entonces, acerca de cuál debe ser el tono de la campaña de Durazo: votar por Alfonso Durazo es votar por el proyecto de AMLO, el único presidente que verdaderamente ha intentado ayudar a las personas pobres, que desgraciadamente abundan tanto en Sonora como el resto del país.