Ayer en su columna Templo Mayor el diario Reforma elogió a “los liderazgos femeninos” que “no son necesariamente liderazgos feministas”.

Para los directores de tal periódico —directores, sí; no hay directoras—, “vale la pena hacer notar que varias de las principales organizaciones de la sociedad civil” están encabezadas por mujeres:

“Edna Jaime en México Evalúa, Valeria Moy en el IMCO, Sofía Ramírez en México, ¿cómo vamos?; Maria Amparo Casar en Mexicanos contra la Corrupción, María Elena Morera en Causa en Común, Haydee Pérez en Fundar, Lisa Sánchez en México Unido Contra la Delincuencia, Adriana Greaves y Estefania Medina en Tojil”.<br>

Columna Templo Mayor

Después, Reforma plantea la pregunta fundamental: “¿Qué ocurriría si los perfiles de liderazgo de la clase política fueran un espejo de esta muestra del sector social? Es pregunta sin cuotas de género”.

Yo me pregunto que ocurriría con Reforma si en su directorio, integrado por 19 personas, hubiera más de dos mujeres, ninguna con nivel de dirección: ambas subdirectoras. Porque me parece lamentable que entre quienes mandan en el rotativo propiedad de Alejandro Junco de la Vega solo haya dos señoras —y en los puestos menos relevantes— entre tantos jefes machitos:

Un directorio dominado por machos

1.- (Hombre) Alejandro Junco de la Vega, presidente del Consejo.

2.- (Hombre) Rodolfo Junco de la Vega, vicepresidente del Consejo.

3.- (Hombre) Alejandro Junco Elizondo, director General.

4.- (Hombre) Ricardo Junco Garza, director General Comercial.

5.- (Hombre) Ignacio Mijares, director General de Operaciones.

6.- (Hombre) Juan E. Pardinas, director Editorial General

7.- (Hombre) Roberto Zamarripa, director Editorial

8.- (Hombre) Alex Castillo, director Editorial

9.- (Hombre) René Sánchez, director Editorial Negocios

10.- (Hombre) Gerardo Lara, director Comercial

11.- (Hombre) Juan Carlos Pulido, director Comercial Experiencias de Marca

12.- (Hombre) Roberto Castañeda, subdirector Editorial

13.- (Hombre) Miguel Arizpe, director Nacional Cancha

14.- (Hombre) Edgar Espinosa, director de Tecnología

15.- (Hombre) Roberto Segura, director de Circulación

16.- (Hombre) Jorge Obregón, director del Producción

17.- (MUJER) Lorena Becerra, subdirectora de Datología

18.- (MUJER) Elvira Carrasco, subdirectora Agencia Reforma

19.- (Hombre) Miguel Reyes, coordinador de Proyectos Especiales

Muchos colaboradores, una sola colaboradora el miércoles 30 de septiembre

En la sección Nacional de ayer:

1.- (Hombre) Andrés Clariond Rangel

2.- (Hombre) Sergio Sarmiento

3.- (Hombre) monero Pacasso

4.- (Hombre) Sergio Aguayo

5.- (Hombre) monero Calderón

6.- (Hombre) Manuel J. Jáuregui

7.- (Hombre) Catón

8.- (Hombre) Armando Fuentes Aguirre

9.- (Hombre) columna sin firma Templo Mayor (seguramente redactada por algún hombre dado que en el directorio los directores editoriales son todos machitos).

En la sección Negocios de ayer:

1.- (MUJER) Clara Luz Álvarez

2.- (Hombre) columna sin firma Capitanes ((seguramente redactada por algún hombre dado que el director editorial de Negocios es machito).

90% machitos

Es decir, entre el 90% de los directivos de Reforma son hombres; el 10%, mujeres, pero ninguna con cargo de directora: las únicas dos que aparecen en el directorio son subdirectoras.

Y en su edición de ayer miércoles solo el 9% de quienes publicaron artículos pertenece al grupo femenino de la población.

No predican con el ejemplo

Es muy bueno que Reforma elogie a las mujeres dirigentes de organizaciones de la sociedad civil. Sus propietarios deberían, además de lo anterior, trabajar fuertemente para contratar más directivas y colaboradoras. Digo, si de lo que se trata es de que el diario de la familia Junco deje de verse, en sus propias páginas, excesivamente macho y machista. A veces conviene predicar con el ejemplo.

La Jornada habla con hechos

El pasado sábado 26 de septiembre los machitos redactores de la columna sin firma Templo Mayor cuestionaron a La Jornada porque en este periódico izquierdista la gente que publica artículos o caricaturas normalmente está de acuerdo con el punto de vista del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Desde luego, es absolutamente normal y lógico que periodistas de izquierda tengan el mismo pensamiento que el primer presidente mexicano de izquierda. Por cierto, quienes colaboran en La Jornada, por puro idealismo y muchas veces poniendo en riesgo su patrimonio y aun su seguridad personal, durante décadas han acompañado a AMLO en su lucha.

Resultaría absurdo que ya con Andrés en el gobierno —y solo por quedar bien con el ultra derechista diario Reforma— se dedicaran los colaboradores y las colaboradoras de La Jornada a golpear al proyecto político que piensan es el más conveniente para México.

Pero, más allá de lo anterior, los propietarios y directivos de Reforma deberían entender la mejor lección, entre muchas extraordinarias, que La Jornada ha dado durante años: la empresa la dirige una señora, Carmen Lira, mujer inteligente, valiente, honesta, abierta a escuchar todas las opiniones y muy agradable en la conversación. Con Carmen trabajan hombres y mujeres que honran al periodismo mexicano.

Así que en La Jornada cuando hablan de mujeres femeninas o feministas —o ambas dos—, por usar la clasificación de Reforma, no es algo que hacen con puro blablablá tan hipócrita como de mal gusto. En el diario dirigido por la señora Lira no solo cuenta la mujer, sino que lleva las riendas, además con eficiencia y habilidad en contextos que en el pasado le fueron muy adversos.