No tengo la menor idea acerca de por qué llegan a mi mail ensayos sobre la obra de la filósofa española María Zambrano. Un par de veces a la semana encuentro alguno al revisar el correo electrónico. Normalmente no los leo, no soy especialista en el tema y quizá por ello no los encuentro interesantes. Pero este martes sí leí María Zambrano: filosofía y poesía, de Gloria M. Comesaña-Santalices.
Me llamó la atención la siguiente expresión de la señora Comesaña-Santalices que, supongo, sintetiza parte del pensamiento de Zambrano: “El poeta quiere salvar las apariencias, desdeñadas por el filósofo”.
Apariencia y simulación son sinónimos. Los jueces, las juezas, sin sensibilidad poética, suelen analizar los asuntos políticos con el único criterio de quedar bien con la opinión pública. Recientemente los ministros, las ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación representaron el más lamentable papel: no se atrevieron a simplemente declarar inconstitucional la pregunta propuesta por el presidente López Obrador para que la gente decida, en una consulta, si deben ser investigados o no cinco ex gobernantes de México. Pero, al mismo tiempo, tampoco tuvieron el carácter para considerar válida la pregunta, y entonces cambiaron su redacción. Se enredaron aparentando sapiencia jurídica y solo hicieron el ridículo.
Ahora el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se prepara para debatir el proyecto del magistrado José Luis Vargas, según el cual debe mantenerse “el rechazo de registro como partido político a la organización Libertad y Responsabilidad Democrática A.C., también conocida como México Libre y que tiene como principales promotores a Felipe Calderón y Margarita Zavala”.
No será una decisión popular y a muchos comentócratas les parecerá contraria a la democracia, pero no es así: las apariencias engañan. Lo cierto es que hubo irregularidades —y el INE las encontró— en el financiamiento a tal asociación, lo que obliga a negarle el registro como partido.
En el PAN brindarán cuando el Tribunal Electoral confirme tal proyecto. México Libre no dividirá el voto de la derecha y esto es algo que presionará a Morena. Que el partido en el poder enfrente a un competidor más fuerte es algo extraordinariamente positivo para nuestra democracia.
Felipe Calderón, si desea seguir participando en política, deberá solicitar que se le acepte de nuevo en el PAN, partido que le dio todo, pero al que abandonó cuando no pudo controlarlo. Ya se verá si el PAN permite el regreso de Felipe. Antes de la revelación que este martes hizo el presidente AMLO, la reincorporación de Calderón parecía positiva para el partido fundado por Manuel Gómez Morín. Pero quizá el panismo ya no estará dispuesto a abrir la puerta al señor Calderón.
No después de que se supo que el esposo de la señora Zavala, días antes de finalizar su sexenio, compró por la escandalosa cifra de 19 millones de dólares un curso ¡para solo tres personas! ofrecido por cierta empresa ligada a Genaro García Luna, el principal colaborador de Calderón que actualmente está en una cárcel de Estados Unidos acusado de haber trabajado para El Chapo Guzmán.
Sería un duro golpe para Calderón. Pero no es el castigo que merece. La Fiscalía General de la República debe investigar las mencionadas asesorías y proceder contra el hombre que en 2006 se robó las elecciones presidenciales. No se necesita de ninguna consulta para investigar un ilícito tan descarado.