Insultar, pasa

Pregunta: ¿Se debe castigar a quien abiertamente insulte al presidente AMLO o a cualquier otra figura pública, sea periodista, accionista de medios de comunicación, hombre o mujer de negocios en cualquier sector de la economía, deportista profesional o personalidad del espectáculo?

Respuesta: No se debe insultar a nadie, pero si alguien quiere hacerlo, que lo haga en el debate. Pero nadie más —ningún juez, ningún ministerio público, ninguna agencia policiaca— debe molestar a quien se excede con ofensas en el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión. Son preferibles los abusos en su puesta en práctica que la ausencia de esta libertad.

Calumniar, pasa

Pregunta: ¿Se debe castigar a quien calumnie al presidente Andrés Manuel López Obrador o a cualquier otra figura pública?

Respuesta: Por supuesto que no. Se le puede y debe refutar y quizá públicamente despreciar, pero nada más.

Vulgaridades, pasan

Pregunta: ¿Se debe limitar la libertad de expresión de quien cuestione la causa de las mujeres y de los homosexuales?

Respuesta: De ninguna manera. Simplemente se les debe dar trato de imbéciles, y a otra cosa.

Racismo, pasa

Pregunta: ¿Debe usarse la ley para impedir que se expresen verbalmente los racistas?

Respuesta: Claro que no. Hay que intentar demostrarles que se equivocan, pero si son excesivamente necios lo mejor,de hecho, es ignorarles.

Hay un solo límite, uno solo

La libertad de expresión solo admite un límite, y solo uno: incitar a la violencia. Esto es, invitar o promover el pasar de los dichos a los actos de agresión, ilegales por definición. Y cuando se es comunicador o formador de opinión pública, el rebasar esa frontera cobra doble significancia. 

Un artículo de agosto de 2019 de The Economist, bien resumido en nuevarevista.net, explica muy bien las cosas:

(i) "La capacidad para decir lo que se piensa es la más fundamental de las libertades".

(ii) "En las sociedades, cada vez más polarizadas desde el punto de vista político, hay cada vez más gente que piensa que otros dentro de esa sociedad no simplemente hierran o hacen mal, sino que son el mismo mal, al que hay que suprimir".

(iii) "En muchos campus universitarios las palabras se consideran en sí mismas con frecuencia una forma de violencia; escuchar ideas que no son bien recibidas se considera tan traumático, especialmente en el caso de grupos históricamente con desventajas sociales, que la primera misión de una universidad es proteger a sus estudiantes de tales discursos. El catálogo de temas tabúes no para de expandirse y a quien se oponga a esta política sencillamente habría que echarlo de la universidad".

(iv) La libertad de expresión es la piedra angular no solo de la democracia sino del progreso.

(v) Las mentes se hacen cada vez más estrechas y cortas de mira a menos que se expongan a otros puntos de vista.

(vi) Las ideas es más probable que cada vez sean más refinadas y mejoradas si se las cuestiona a fondo y se las pone a prueba.

(vii) La noción de la que la gente tienen derecho a no ser ofendida es también perniciosa. La ofensa es subjetiva. Cuando los Estados tratan de controlarla, están animando a la gente a sentirse ofendida, agravando las divisiones sociales.

(viii) Las leyes que criminalizan el “discurso del odio” son inevitablemente vagas y están abiertas al abuso.

(ix) Los gobiernos deberían limitar mínimamente la libertad de expresión.

(x) En lo que se refiere a la libertad de expresión, debería ser ilegal solo el incitar a la violencia.

Ferriz Hijar debe ser castigado, no hay duda

Me cae muy bien Pedro Ferriz de Con. Ha sido un periodista exitoso, polémico y querido por un sector importante de la población mexicana, sobre todo de ingresos elevados y de ideología conservadora. No conozco a su hijo, Pedro Ferriz Hijar. He visto algunos de sus videos y respeto su trabajo, por más que me parezca, en ocasiones, excesivamente ofensivo y hasta calumnioso con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Aunque no es elegante ni racional insultar y difamar a cualquier persona, en un sistema de libertades democráticas eso es algo que se debe poder hacer sin ser molestado ni por los jueces ni por el ministerio público. Si a alguien enojan sus opiniones, tendrá el derecho de refutarlas, con altura de miras o en el mismo tono que él usa: con palabrotas y mentiras. También, puede ignorársele, que a veces es lo que yo hago.

Pero lo que recientemente hizo en Twitter, proponer un golpe de Estado ante la posibilidad —absurda, ridícula , inexistente— de que Andrés Manuel lleve a México al “comunismo”, esto no es aceptable.

La opinión de los juristas

He consultado juristas respetables y todos coinciden: Ferriz Hijar debe ser castigado o al menos investigado porque:

√ Un golpe de Estado por definición es violento.

√ Ferriz Hijar ha hecho la apología de un acto delictuoso.

√ El tuit del hijo de Ferriz de Con es una clara incitación a la violencia.

Un tuit así está a un pelo de la delincuencia, por lo tanto debe recibir algún castigo o, al menos, debe dejarse que ello lo determine un juez.

√ Ferriz Hijar atenta contra el estado de derecho e incita a acabar por vías violentas con el gobierno constitucionalmente electo.

El ministerio público, el federal o el local en la Ciudad de México, debe acusar a Ferriz Hijar de incitar a la violencia para que un juez decida qué castigo merece.

Un asunto que debe tratarse con seriedad jurídica

Reproduzco lo que me ha dicho un abogado:

√ Son múltiples y variados los supuestos delictivos que prevé el Código Penal contra la seguridad nacional.

√ La adecuación de la conducta a la hipótesis normativa debe ser absoluta, plena, perfecta. Son diversos elementos que deben concurrir y actualizarse para que se constituya el delito respectivo, por lo que resulta complejo definir —prima facie— si se configura o no. De ahí que deba decidirlo el poder judicial.

√ Las hipótesis que más se le acercan, son las relativas a la sedición y a la rebelión en sus siguientes modalidades:

Sedición: “Se aplicará la pena de seis meses a ocho años de prisión y multa hasta de diez mil pesos, a los que en forma tumultuaria sin uso de armas, resistan o ataquen a la autoridad para impedir el libre ejercicio de sus funciones con alguna de las finalidades a que se refiere el artículo 132. A quienes dirijan, organicen, inciten, compelan o patrocinen económicamente a otros para cometer el delito de sedición, se les aplicará la pena de cinco a quince años de prisión y multa hasta de veinte mil pesos."

Rebelión: “Se aplicará la pena de uno a veinte años de prisión y multa hasta de cincuenta mil pesos al que en cualquier forma o por cualquier medio invite a una rebelión...".

Lo anterior se aplica asimismo a quien instigue, incite o invite a la ejecución de las conductas mencionadas.

Es sumamente interpretable el hecho, es la verdad. Más aún porque el planteamiento es hipotético e incierto. Sin embargo, se refiere a un “apoyo”, como si se tratara ya de un plan que estuvieran valorando y midiendo. La palabra “apoyaría”, es relevante.

En cualquier caso es lo dicho por Ferriz es de una ligereza e irresponsabilidad enormes. Sobre todo cuando sabemos que su propósito no es meramente estadístico, sino provocador.

El comunicador es influyente por naturaleza. Y las masas son manipulables. Esa combinación debe tratarse con sumo cuidado y responsabilidad.

Twitter y su obligación

Con la condena en la mano, si acaso el poder judicial decide que es culpable, deberá exigírsele a la empresa Twitter que controle más sus contenidos. Porque Pedro Ferriz Hijar no bromeaba al llamar a un golpe de estado en México. Si existiera la menor posibilidad de que él hubiese estado jugando, su actuación sería defendible. Pero evidentemente él ha sido muy serio en su propuesta de atacar violentamente al gobierno de López Obrador. No podemos permitirlo.