Ni un solo vidrio se rompió para sacarlos de la presidencia”. Lo dice hoy Epigmenio Ibarra en su columna de Milenio. Se refiere al ejemplar pacifismo del movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador. No fue fácil ni rápido, pero logró echar de Palacio Nacional y de Los Pinos a los corrompidos políticos del PRI y del PAN. Lo hizo AMLO sin violencia. En numerosas manifestaciones en la vía pública —protestas, marchas, plantones— jamás sus seguidores rayaron una pared, destruyeron un aparador o dañaron monumentos.

Andrés Manuel apostó por la vía pacífica, la de los votos en elecciones democráticas, y ganó.

Métodos distintos

Contrasta lo anterior con el método de lucha de las feministas mexicanas. Desde luego que sí. Sería deseable que las mujeres no causaran destrozos en sus marchas, pero si sienten que solo son escuchadas cuando recurren a cierta dosis de violencia, debemos respetarlas.

La 4T es feminista, sin duda. No solo porque es mujer su segunda figura en importancia política, Claudia Sheinbaum, sino porque AMLO entregó la mitad de los cargos del gabinete a señoras muy destacadas, como Olga Sánchez Cordero, Rosa Icela Rodríguez y Tatiana Clouthier. Ellas quizá sufrieron acoso en algún momento de sus vidas —Sheinbaum confesó que la acosaron desde los 12 años de edad, cuando empezó a usar el transporte público—, pero por fortuna superaron tal adversidad y lograron ser exitosas en sus actividades profesionales.

Es necesario para mejorar las condiciones de vida de las mujeres en México que estas lleguen al poder. En tal sentido, representa una excelente noticia que en las elecciones de 2021 algunas candidatas estén entre las favoritas para ser gobernadoras, como Clara Luz Flores, de Morena, en Nuevo León, o Maru Campos, del PAN, en Chihuahua.

Sin embargo, no basta con la participación cada día más destacada de las mujeres en la política o aun en los negocios —aunque, en la actualidad, hay más empresarias o ejecutivas que antes, las empresas siguen siendo muy machistas, sobre todo las mediáticas: solo La Jornada tiene una directora—.

Conviene detenernos en los directorios de algunos medios de comunicación. 

El machismo de El Universal (solo una mujer en su directorio de 12 ejecutivos)

1.- Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente ejecutivo y del consejo de administración.

2.- Juan Francisco Ealy Jr., director general.

3.- David Guadalupe Aponte Hurtazo, director editorial.

4. Carlos Benavides, subdirector editorial.

5. Esteban Román, subdirector de opinión.

6.- Francisco Javier Vega, subdirector de diseño.

7.- Antonio Valle López, director de tecnología de la información.

8.- Mario Dorantes, coordinador editorial digital.

9.- RENATA SÁNCHEZ, coordinadora de redes sociales.

10.- Miguel Ángel Garnica, cordinador de diseño web.

11.- Erick López, jefe de desarrollo de aplicaciones web.

12.- Rogelio Guerra, webmaster.

El machismo de Reforma (solo dos mujeres en su directorio de 19 ejecutivos)

1.- Alejandro Junco de la Vega, presidente del consejo.

2.- Rodolfo Junco de la Vega, vicepresidente del consejo.

3.- Alejandro Junco Elizondo, director general.

4.- Ricardo Junco Garza, director general comercial.

5.- Ignacio Mijares, director general de operaciones.

6.- Juan E. Pardinas, director general editorial.

7.- Roberto Zamarripa, director editorial.

8.- Alex Castillo, director editorial.

9.- Gerardo Lara, director comercial.

10.- Juan Carlos Pulido, director general de experiencias de marca.

11.- Roberto Castañeda, subdirector editorial.

12.- Miguel Arizpe, director nacional de deportes.

13.- Gerardo Soto, director editorial de negocios.

14.- Edgar Espinosa, director de tecnología.

15.- Roberto Segura, director de circulación.

16.- Jorge Obregón, director de producción.

17.- LORENA BECERRA, subdirectora de datología.

18.- ELVIRA CARRASCO, subdirectora agencia de noticias.

19.- Miguel de la Vega, coordinador de proyectos especiales.

El machismo de Milenio (seis mujeres entre 32 ejecutivos)

1.- Francisco A. González, presidente del consejo de administración.

2.- Francisco D. González, presidente ejecutivo.

3.- Jesús D. González, vicepresidente.

4.- Ángel Cong, director general.

5.- Óscar Cedillo, director editorial.

6.- Alfredo Campos, director Milenio Diario.

7.- Rafael Ocampo, director Milenio Televisión.

8.- Javier Chapa, director de multigráfica.

9.- Adrián Loaiza - director de medios impresos.

10.- REGINA REYES-HEROLES, directora de suplementos.

11.- VALERIA GONZÁLEZ, directora creativa.

12.- Héctor Zamarrón, de opinión.

13.- Roberto López, de mesa visual.

14.- Miguel Ángel Vargas, enlace editorial.

15.- José Luis Martínez, de Laberinto.

16.- MIRIAN CASTRO, de negocios.

17.- LORENA LÓPEZ, de política.

18.- Hugo Chapa, director ejecutivo.

19.- Juan José Torres, director de administración y finanzas.

20.- Fernando Ruiz, director de producción.

21.- Guillermo Franco, director de ingeniería y regulación.

22.- Alberto Braña, director de producciones editoriales.

23.- Alberto Villarreal, director comercial corporativo.

24.- ADRIANA OBREGÓN, directora comercial.

25.- Ricardo Zamora, director de enlace institucional.

26.- Jesús Galeana, director de relaciones públicas.

27.- Daniela Mendizabal, directora de monetización.

28.- Pablo Escobedo, director de estrategias digitales.

29.- Tomás Sánchez, director de marketing y responsabilidad social.

30.- DIANA FERNÁNDEZ, directora jurídica.

31.- Marco Zamora, director de proyectos especiales.

32.- Fernando Santillanes, coordinación de invitados.

El machismo de Proceso (dos mujeres entre siete ejecutivos)

1.- Jorge Carrasco, director.

2.- Alejandro Rivera, subdirector de administración.

3.- José Gil Olmos, subdirector de información.

4.- Homero Campa, editor en jefe.

5.- CECILIA RIVERA, asistente de la dirección.

6.- LUZ MARÍA PINEDA, coordinadora de recursos humanos.

7.- Hugo Martínez, coordinados de edición y corrección.

Feminismo de La Jornada (mujeres la directora y las dos principales ejecutivas)

1.- CARMEN LIRA SAADE, directora general.

2.- TANIA PAULINA OLMOS SÁNCHEZ, gerente general.

3.- GUILLERMINA ÁLVAREZ, asistente de la dirección.

4.- Josetxo Zaldua Lasa, coordinador General de Edición.

5.- ELENA GALLEGOS, información general.

6.- MARGRITA RAMÍREZ MANDUJANO, redacción.

7.- Luis Hernández Navarro, opinión.

8.- Francisco García Noriega, arte y diseño.

9.- Arturo Espinosa Aldama, tecnología y comunicaciones.

10.- Arturo García Hernández, online.

11.- Marco A. Hinojosa, publicidad.

12.- Pedro Aldana Aranda, deportes

13.- Roberto González Amador, economía.

14.- MARCELA ALDAMA, mundo.

15.- Miguel Ángel Velázquez, capital.

16.- Pablo Espinosa, cultura.

17.- SOCORRO VALADEZ MORALES, el correo ilustrado.

SDPNoticias

Hay tantas mujeres como hombres en nuestro sitio de internet, tanto entre el personal de redacción como administrativo y de comercialización y, desde luego, en las secciones de opinión. El presidente del consejo y director general es Federico Manuel Arreola García; la segunda ejecutiva es la editora en jefa, Elizabeth Flores.

La 4T ha cumplido llevando mujeres al gabinete; debe ahora abstenerse de alentar ataques a la lucha feminista radical

Buena parte del problema radica en que medios de comunicación decididamente machistas han usado la causa de las mujeres para golpear al gobierno, el de AMLO, que les quitó privilegios. Esta es la verdad, desde luego sin dejar de reconocer errores serios cometidos por la 4T, como insistir en la candidatura a gobernador de Guerrero del impresentable Félix Salgado Macedonio.

Quisiera destacar que los medios de comunicación tradicionales de nuestro país NO son feministas porque, excepto en La Jornada, no hay mujeres en sus principales cargos de dirección. ¿Cómo creerles cuando defienden a las mujeres como estrategia para golpear al presidente López Obrador? Sin duda, no les creo.

En cuanto a la 4T, Andrés Manuel debe exigir a sus seguidores que dejen de atacar en redes sociales al movimiento feminista que tiene legítimas razones para violentarse en sus protestas.

Si se pudo llegar a Palacio Nacional por la vía de los votos y sin romper un solo vidrio, las mujeres no lograrán la seguridad que buscan sin expresarse mucho más ruidosamente. Porque el problema de ellas no se resolverá en las urnas ni con más mujeres en el gobierno, en los negocios o en los medios: las mujeres, para triunfar, necesitan hacer cada día más visible su terrible situación. Y rayar monumentos es una buena forma de hacerlo. Es algo que hace uno o dos años yo no entendía, pero sin duda ya soy consciente de la validez de esa forma de lucha.

Así las cosas, el presidente AMLO debe ordenar a sus seguidores que dejen de llamar fakeministas, feminazis o #FeminazisTerroristas a las mujeres admirables que solo quieren cambiar lo que está echado a perder en nuestra sociedad.