La combinación de un rumor y una especulación sobre la relación entre México, Estados Unidos y Canadá podría tener efectos negativos graves para la economía nacional. Conviene, por lo tanto, entender lo que está detrás de tales informaciones y refutarlas o, al menos, pedir a sus autores un mínimo de seriedad antes de sembrar noticias no solo falsas, sino perjudiciales para muchas personas y empresas.
El rumor lo difundió Jorge El Güero Castañeda en Nexos. La especulación, Darío Celis en El Financiero.
“Canadá, el otro frente que abrió AMLO”
Vayamos primero al escrito, totalmente especulativo, de este miércoles 3 de febrero de Darío Celis en el diario propiedad de Manuel Arroyo.
Cito lo fundamental del artículo de quien es, a mi juicio, el mejor columnista de ese periódico:
√ La decisión del gobernante de Canadá, Justin Trudeau, de cerrar sus fronteras a los vuelos desde y hacia México "es una tácita reprobación a la desastrosa gestión de la pandemia del que dice ser su socio comercial, misma postura de su homólogo, Joe Biden”.
√ “Pero sin duda la piedra de toque en la relación de la administración obradorista con el gobierno de Trudeau es la contrarreforma en el ámbito energético, que viola todos los preceptos y el espíritu del TMEC”.
√ “Estados Unidos y Canadá coinciden en lo básico: el fin de las energías fósiles”.
√ La ley eléctrica que propone el presidente López Obrador desconoce los acuerdos de inversión con estadounidenses y canadienses.
√ El presidente AMLO "tiene que tomar una decisión muy sencilla: o mantiene a México dentro del TMEC o se sale”.
√ La “contrarreforma eléctrica se ve como una declaración de guerra” al TMEC, es decir, a Canadá y a Estados Unidos.
“¿Van a cancelar los vuelos de Estados Unidos?”
Mucho más fuerte y perjudicial es el artículo de Castañeda. Si me parecía absolutamente irresponsable el rumor sembrado por Raymundo Riva Palacio acerca de que AMLO estuvo gravemente enfermo días después de haberse contagiado por el coronavirus, realmente no tengo palabras para calificar un chisme como el difundido por alguien como el excanciller mexicano, tan creíble en los ambientes de la derecha empresarial. En lo que encuentro un término más preciso, diré que el más reciente comentario del citado intelectual me parece absolutamente criminal. Ojalá lo retire en una especie de fe de errores, que no de erratas, diciendo que no cree nada de lo que dijo, que solo pretendía molestar un poco a Andrés Manuel y a la 4T, pero que de ninguna manera se le debe tomar en serio.
Se trata de una hablilla que no se perdió en la irrelevancia de Nexos como casi todo lo que en ese medio de comunicación se publica. Ha trascendido por la importancia del autor quien, como se sabe, cuenta con información generada en las esferas de poder del vecino país.
La especulación de Castañeda —sin fundamento alguno que la sustente— ya circula, lo que es dañino para nuestra economía, entre gente que toma decisiones en México y Estados Unidos. ¿Cómo lo sé? Me he enterado porque hay personas preguntando acerca de si puede ocurrir algo como lo que murmura el extitular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
¿Y qué carajos se puso a murmurar el destacado analista, quien por lo demás me honra con su amistad, lo que agradezco porque me cae muy bien, además de ser un hombre inteligente con el que se puede hablar sin apasionamientos? El Güero simple y sencillamente ha dicho ¡¡¡que el presidente Joe Biden analiza la posibilidad de que pronto Washington cancele los vuelos hacia y desde territorio mexicano!!! Sí, lo que ya hizo el canadiense Justin Trudeau.
Algo así representaría un daño gigantesco para la economía estadounidense, no puede haber la menor duda. Pero, por su potencia financiera, esa nación resistiría. El problema lo tendríamos nosotros, que no podríamos aguantar un castigo de ese tamaño, no solo porque hundiría al turismo —que tiene un peso enorme en el sistema económico mexicano—, sino por su simbolismo: una medida de tal naturaleza para inversionistas de todo el mundo significaría una ruptura total de nuestro país con Estados Unidos. Sería un desastre, que no tendríamos capacidad de superar en muchos años.
Suplico a Jorge Castañeda —lo mismo que a Darío Celis— moderar sus expresiones. Son influyentes y tienen lectores. Sean por favor serios y ya no caigan en la tentación de difundir opiniones cuasiterroristas. Quedando a la espera de que acepten mi sugerencia, mando un abrazo a los dos.