Raymundo Riva Palacio en su columna publicada en Eje Central —hasta las 4:45 de la mañana de este miércoles no se había subido a la página de El Financiero— especula de una manera que me parece irresponsable con la salud del presidente Andrés Manuel.
Antes de continuar diré que se vale, hasta cierto punto, teorizar sobre la enfermedad de AMLO, sobre todo porque el gobierno no ha dado la información completa; solo se ha dicho que el presidente de México se contagió y sufre covid, pero él está bien, lo que ha demostrado el mismo López Obrador en dos apariciones en video.
Una especulación necesaria, por estar fundada en hechos, fue aquella de preguntar por qué parecía tener una venda en la parte dorsal de la mano y, desde luego, ante la falta de una respuesta —el doctor Gatell ni siquiera se fijó en tal detalle, dijo—, entonces el periodismo respondió que seguramente los médicos le aplicaron algún tratamiento intravenoso, tal vez bamlaminimav o remdesivir, dos medicamentos no autorizados para combatir el covid, pero probablemente eficaces en opinión de algunos médicos.
Hasta ahí, está bien. La venda en la mano llevaba a preguntar qué le recetaron. Es decir, lo que se hizo en SDP NOticias y después en Reforma partía de un hecho objetivo: claramente había sido auxiliado por vía intravenosa.Por su edad y por su relevancia, lo menos que podían hacer sus médicos era darle el mejor tratamiento posible. Pero ello de ninguna manera significa que haya estado delicado ni nada por el estilo. De hecho, sus dos apariciones en video platicando como si cualquier cosa desmienten cualquier especulación sobre la gravedad de su situación.
Pensé que después del segundo video de Andrés Manuel nadie iba a volver a la teoría, absurda, de que su vida corría peligro. Evidentemente, me equivoqué. Cito a Raymundo Riva Palacio:
√ Sufrió “el presidente un momento de alto riesgo donde el equipo de médicos —dos de ellos del sector privado— encabezados por el secretario de Salud, Jorge Alcocer, por años doctor de todas las confianzas de López Obrador, trabajó muy bien para estabilizarlo y evitar que aquello se convirtiera en tragedia”.
√ “Se decidió dentro del gabinete de seguridad que su estado de salud se mantendría con secrecía y se prohibió a todo el staff del presidente, hablar sobre el tema con nadie, incluidos sus familiares y amigos”.
√ “Fue aquella madrugada del 26 de enero, que le provocó un notable deterioro físico el martes y el miércoles”.
Vaya irresponsabilidad. Evidentemente Riva Palacio escribió eso basado en chismes que le contaron o, tal vez, simple y sencillamente él lo inventó. ¿Con qué propósito? Llamar la atención, tal vez hacerse el interesante buscando que alguien de nivel en Palacio Nacional lo busque.
No se vale. Pero, tristemente, eso no es lo peor, sino que su columna sobre la supuesta crisis de salud de AMLO tendrá continuación: ¡¡¡la de hoy ha sido solo la primera parte!!!