No voy a especular acerca de si existen motivaciones electorales en la decisión de la FGR de investigar —y en algún momento judicializar— algunas denuncias contra los dos candidatos líderes en las elecciones de gobernador o gobernadora de Nuevo León, Adrián de la Garza, del PRI, y Samuel García, de Movimiento Ciudadano.
Tampoco discutiré si la Fiscalía General de la República es independiente, o no, del poder ejecutivo.
Simple y sencillamente voy a crecer escenarios partiendo de que la realidad acerca de las preferencias electorales es la reflejada en la reciente encuesta de El Norte, de Monterrey (Reforma, de la Ciudad de México, y Mural, de Guadalajara).
Cómo iban hasta antes de que la FGR interviniera
Estos eran los datos de la encuesta más seria y creíble que se aplica en Nuevo León:
1º Con 36% de las preferencias, Samuel García, de Movimiento Ciudadano.
2º Con 25% de las preferencias, Adrián de la Garza, del PRI.
3º Com 15% de las preferencias, Clara Luz Flores, de Morena.
4º Con 14% de las preferencias, Fernando Larrazabal, del PAN.
5º Con 9% de las preferencias, el grupo de ciudadanos que no han decidido el sentido de su voto.
6º Con 2% de las preferencias, otros y otras candidaturas.
Escenario viable
√ El PRI se ve obligado a cambiar a su candidato. En lugar de Adrián de la Garza, el aspirante con más fuerza y popularidad es Ildefonso Guajardo, ex titular de Economía y negociador del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
√ Movimiento Ciudadano se la juega a no cambiar candidato. Es decir, pase lo que pase se irá con Samuel García en las boletas de votación, que pronto se imprimirán y no serán modificadas ni siquiera si la FGR metiera a la cárcel al actual candidato naranja.
√ Morena sigue con Clara Luz Flores como candidata.
√ El PAN sigue con Fernando Larrazabal como candidato.
En este caso...
√ Me parece que el PRI mejoraría su posición ya que Ildefonso es mejor candidato que Adrián. Es decir, mejoraría su 25% en la encuesta de El Norte. ¿Qué tanto? No lo sé. Pero el viejo partido ganaría puntos, no los perdería.
√ Movimiento Ciudadano con Samuel en la boleta, pero este sin posibilidades legales de competir, perdería algunos votos de los ciudadanos y las ciudadanas con más información, pero no muchos: la mayoría de sus simpatizantes seguiría apoyando al partido naranja. En este escenario a MC no se le reconocerían los votos que obtuviera el descalificado Samuel, pero tampoco se irían a ningún lado. ¿A quién favorecerían la minoría de sufragios que buscarían otras opciones? Se repartirían entre el PRI, el PAN y Morena. Muy probablemente en partes iguales para estos partidos.
Es decir, con Ildefonso Guajardo como candidato y MC manteniendo, como protesta, a Samuel en las boletas, el PRI ganaría las elecciones de Nuevo León.
Lo mismo ocurriría con cualquier otro priista en lugar de Adrián de la Garza, siempre y cuando no se seleccione a alguien con tan mal prestigio que hunda al PRI.
¿Y qué pasaría si se descalificara a Samuel y a Adrián antes de imprimir la boletas?
√ En este caso, el PRI mejoraría su posición con Ildefonso. Esto no cambiaría.
√ Movimiento Ciudadano, por su parte, si mantuviera su protesta y no cambiara de candidato, simple y sencillamente se quedaría sin participar en las elecciones. ¿A dónde se irían todos los votos de Samuel y de MC? Seguramente se repartirían más o menos en partes iguales entre el PRI, el PAN y Morena.
En resumidas cuentas
Creo que se garantizaría la victoria priista con la eliminación de los candidatos del PRI y MC, sobre todo si el priismo eligiera a Ildefonso Guajardo como sustituto de Adrián de la Garza y Movimiento Ciudadano protestara dejando de participar en el proceso electoral.
Si MC cambiara de candidato, digamos por Luis Donaldo Colosio —debería dejar la candidatura municipal en Monterrey, lo que no sé si esté permitido, pero no le veo problema—, las cosas seguirían igual: con los naranjas al frente y los priistas en la segunda posición.
¿Tienen alguna oportunidad Larrazabal y Clara Luz?
Dependerá de cómo manejen la actual crisis. El panista Fernando Larrazabal podría tener alguna ventaja si aplaude a la FGR y, al mismo tiempo, cuestiona con fuerza la intromisión del poder ejecutivo en las elecciones de Nuevo León.
Es la candidata de Morena la que tiene el reto más complejo: ¿cómo convencer al electorado anti López Obrador de Nuevo León de que el presidente de México no ha cargado los dados para favorecerla? Clara Luz es una mujer honesta y creíble que no la tendrá fácil para aprovechar la situación. Tampoco es imposible que logre incrementar sus posibilidades, pero deberá mostrar una enorme habilidad para que no se vea partícipe de un proyecto desde el gobierno central contra dos candidatos que la habían superado en las campañas, quizá con recursos ilegales (tarjetas de Adrián) o con financiamientos no permitidos (el caso de Samuel), pero que sin duda la habían enviado al tercer lugar.
No tengo la menor idea acerca de qué debería hacer Clara Luz para convencer al electorado de Nuevo León de que ella es la opción en las nuevas circunstancias.
La verdad de las cosas es que lo ocurrido, si ella se equivocara al procesarlo, podría hasta perjudicar a la candidata de Morena.
Si la FGR, como dicen ya algunos comentaristas, le dio un regalo a Clara Luz con los procesos contra Adrián y Samuel que podrían dejar a estos fuera de la contienda, la verdad de las cosas es que ha sido un regalo envenenado.
Se le desea suerte a la candidata, la va a necesitar. Ojalá la libre porque es una buena persona y una política experimentada y competente. Su problema va a ser convencer a la gente de Nuevo León de que no juega con cartas marcadas.