El presidente López Obrador deberá leer con cuidado el artículo de Miguel Ángel Velázquez de este jueves 22 de abril de 2021 en La Jornada.
El columnista plantea la gran pregunta: ¿la reforma del poder judicial solo la puede encabezar el ministro Zaldívar? Esto es, ¿es verdad que sin él, sin Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, no habrá reforma?
Responde el colaborador del diario dirigido por Carmen Lira: “Si es así, adelante, pero si solo será otra vuelta a la noria el desgaste no vale la pena”.
El presidente López Obrador parece convencido de que sin Zaldívar no hay futuro. ¿Es así? No tiene sentido.
Me parece una exageración mayor afirmar que solo hay dos opciones: Arturo Zaldívar o el diluvio. Porque —toco madera— ¿quedaría el poder judicial mexicano condenado a la corrupción eterna si el mencionado ministro desapareciera, por ejemplo, si se lo llevaran los marcianos, lo que desde luego, nos guste o no, es una posibilidad real?
En el caso de que Zaldívar faltara —quizá porque le diera vergüenza prestarse a una maniobra inconstitucional y renunciara a seguir presidiendo la Corte más allá de lo decente—, entonces Andrés Manuel tendría que operar la reforma del sistema judicial con otras personas y obtendría el mismo resultado, bueno o malo, que eso no lo sabemos. Con la ventaja de que cesaría el dañino debate acerca de la reelección presidencial, que con eficacia están aprovechando la derecha mediática y la oposición política para golpear al presidente de México y a su partido, Morena, en la etapa más intensa del actual proceso electoral.
Luego no se queje nadie en Palacio Nacional si la izquierda pierde estados que tenía ganados, como Nuevo León y Campeche. Particularmente dolorosa resultará la derrota de la nuevoleonesa Clara Luz Flores, no solo porque era la gran favorita, sino porque la combinación de malos estrategas con polémicas que asustan al electorado —como la de alargar el periodo de Arturo Zaldívar al frente de la Corte— podrían llevar a que el morenismo no lograra ni un solo diputado federal en Nuevo León. ¡Ni uno solo!
Hay debates que no valen la pena, y creo que es el caso de la absurda tesis de que Zaldívar es el único ser en toda la galaxia capaz de operar una reforma del poder judicial.