Vamos mal, aunque le lleve la contra a López Obrador y sus otras cifras. Además, no lo digo yo. Lo señala el Banco de México al calcular un desplome del 12.8% para la economía nacional en este año. El PIB cayó un 18.7% en el segundo trimestre de 2020, según INEGI, acumulando cinco trimestres consecutivos a la baja, lo que es un anuncio inminente de recesión económica. Reflejo del tiempo anterior a la pandemia y ubicado en el actual sexenio.
Víctima de las ocurrencias y del mal entendimiento de la economía por parte de López Obrador, el país sufre las consecuencias. Decisiones erróneas, y las que se deberían considerar simplemente no son tomadas en cuenta. El resultado: más de 2.1 millones de personas desempleadas. Aunque al ser catalogadas como población económicamente inactiva, el número pareciera que es menor.
Vamos mal porque se negaron los alivios fiscales. Cuando es la opción tomada por el grueso de las naciones (neoliberales y socialistas). México es el país con la menor proporción de su PIB para este tipo de incentivos, siendo menos del 1%. Alemania alcanza el 15% de su PIB en este rubro. En el caso de Brasil, por las medidas tomadas, de 13.9 millones de personas que cayeron en pobreza por el covid, solo quedarán 3 millones; por su política económica y social, en nuestro país, de 12 millones que por el covid cayeron en la pobreza, 11.2 millones ahí se mantendrán, pobres, por esa falta de medidas.
Tenemos un gobierno neoliberal (aunque AMLO diga lo contrario) al no dar apoyos a los desempleados, quienes han tenido que recurrir a sus ahorros para pensiones (afores) para poder salir adelante. En lugar de apoyar a las familias y empresas, el dinero se utiliza en obras faraónicas y en tratar de sacar adelante a Pemex. Las cifras de Pemex gritan que vamos mal. La paraestatal pierde 2.3 millones de pesos al minuto. Su producción diaria de barriles de petróleo ha caído por debajo de su peor momento hace 41 años. Pemex está quebrado y lleva a México al precipicio.
La Secretaría de Hacienda mantiene abierta una manguera de dinero en efectivo para tratar de paliar las pérdidas de Pemex. Algo imposible y máxime si además el país no cuenta con entradas extras. Esto presionará la calificación sobre la deuda soberana.
Urgen estímulos efectivos para contrarrestar las secuelas de la pandemia y apoyar a la recuperación de la economía. No es adelantar los apoyos dados por los programas sociales. Se requiere una política económica y social integral. La cual no existe. Decir que en este mes ya hubo un crecimiento del 8% es solo compararlo contra el mes pasado, donde hubo un decrecimiento brutal.
Es cierto, el covid tendrá efectos negativos profundos en la economía global. Se calcula que el 2020 y el 2021 serán periodos sin crecimiento y su recuperación sucederá hasta 2022. Llevará años recuperar los niveles de crecimiento anteriores al covid, pero para impulsarlo, los gobiernos implementan paquetes con estímulos fiscales, entre los cuales se busca que no se pierda el empleo. Razones y propuestas lejanas a la realidad mexicana.
Vamos mal y eso que solo se mencionan cifras económicas, nada sobre el maltrecho Estado de Derecho, la violencia o los problemas en el sector salud.
Vamos mal, es momento de dejar las baladronadas, las mentiras de que vamos bien. Sin reproches al pasado. Para salir adelante se requieren propuestas plausibles. Lo demás, solo es ahondar los problemas por negarse a afrontarlos.