El único candidato verdaderamente independiente
Gerardo había iniciado una gran aventura de luchar a través de una candidatura independiente por la Presidencia de la República. El 15 de enero presentó su intención y esbozó lo que nadie: un esquema de proyecto de trabajo y propuestas muy específicas, señaló que la educación siga siendo gratuita, además de “seguridad social para todos, para todo ser humano que viva y que aporte con su sueldo y su trabajo”.
Luchador incansable de la izquierda que sin temor a las criticas busca las explicaciones racionales de lo que sucede en Venezuela bajo el régimen chavista en el que está al frente Nicolás Maduro o mantener los principios que lo inspiraron de la Revolución Rusa, logró que miles de sus seguidores nos sumáramos a su proyecto. Sin embargo, en septiembre pasado decidió renunciar a la candidatura independiente, con un argumento más que sólido: para no dañar el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Los otros, farsantes independientes
A diferencia de los otros dos que renunciaron a la candidatura independiente —como Jorge Castañeda, quien lo hizo por razones de cálculo político y de ego propio—, Noroña renunció por las motivaciones correctas. Castañeda, sin duda, ha sido uno de los más importantes instigadores de las candidaturas independientes desde hace ya muchos años, pero cuando esto fue una realidad y por lo mismo apareció la competencia, se dio cuenta que no era precisamente él quien iba a aglutinar el movimiento ciudadano independiente, y por ello, en mayo de este año decidió renunciar.
El segundo en renunciar a la candidatura independiente fue Emilio Álvarez Icaza y este también lo hizo por razones meramente personales, cuando vio que su discurso oportunista y falso de los derechos humanos —su plataforma que utilizó para encumbrarse— no le dio los resultados que quería y con la irrupción de Margarita Zavala como independiente, se percató que estaba muy por debajo de las expectativas que pensaba, así que antes de hacer el ridículo de no lograr las firmas requeridas decidió abandonar la candidatura independiente.
El tercero en renunciar fue Gerardo Fernández Noroña, quien sin el interés personal de los otros dos, su argumento de dejar su candidatura fue totalmente congruente: en labor de sacrificio decidió no continuar argumentando que lo hacía por la “causa”.
Más que un proyecto personal: La lucha (aunque no se valore)
De tres que renunciaron, el único capaz de alcanzar holgadamente las firmas y cumplir con los requisitos para ser candidato era Gerardo.
Sin embargo, decidió renunciar por un valor mucho más alto, la lucha de sus principios y consideró sacrificar su propia candidatura a la Presidencia de la República para no dividir el voto de izquierda y así no afectar la campaña de Andrés Manuel López Obrador tal y como quieren los “mafiosos del gobierno”.
Lo más lamentable de todo esto, es el desprecio que ha recibido de aquellos por quienes se ha sacrificado: Morena y el proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
El dedo equívoco en Morena
Después de que de nueva cuenta en Morena las encuestas favorecieron a los amigos y a los compromisos, al colocar como virtuales candidatos al Senado por la CDMX a Martí Batres y al ex procurador Bernardo Bátiz, Gerardo Fernández no se aguantó y comentó que ya esperaba algo así de las encuestas “Pejovsky”, refiriéndose a la “madame” que está como secretaria general del partido y pilmama de Andy (el hijo de AMLO), asegurando que este proceder en Morena ha sido un constante menosprecio político a su persona, pero nuevamente la dignidad que lo caracteriza, salió a flote y aseguró que seguirá apoyando a López Obrador.
En su Astillero de La Jornada, Julio Hernández también da cuenta de lo sucedido con la candidatura senatorial correspondiente a las mujeres, que fue asignada a Citlali Hernández Mora, diputada local por Iztacalco. El segundo lugar del “estudio de opinión” supuestamente fue para la diputada federal Araceli Damián y el tercero para Donají Alba, secretaria de Organización del comité capitalino. La diputada Damián tuiteó: “Duele la decisión de Morena de no permitirme competir por la senaduría. Seguiré apoyando a AMLO y trabajando por mi país desde dónde esté”. Y explicó: “No hay base técnica para eliminarme como candidata al senado, la diferencia con la ganadora es menor al error muestral”.
Veracruz
Otro incidente más grave y trascendente es el que se presentó, también recientemente, en el estado de Veracruz, donde la Comisión de Honor y Justicia de Morena expulsó del partido a seis militantes fundadores, sólo por el hecho de denunciar falta de democracia e imposición de candidatos. Los expulsados de Morena —Carlos Antonio Tress Ogazón, Lauro Humbero Martínez, Teodulo Guzmán Crespo, Gabriel Juárez López, Félix Moguel Vélez y Eduardo Carmona— denunciaron un “manoseo” de la diputada federal Rocio Nahle, la misma que apoyó a la recaudadora Eva Cadena, y del líder del partido en el estado Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Mismo error en todo el país
Y por si esto no fuera poco, habrá que sumar el caso del delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, quien goza de excelente fuerza política en la demarcación que gobierna y en gran parte de la ciudad, que de acuerdo con sus propias encuestas que publicó superaba por mucho a la delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, quien como en el resto de los casos era la preferida de AMLO. Hoy AMLO busca denodadamente a Monreal para evitar que se salga de Morena y le haga un hoyo donde más le puede doler al tabasqueño: la Ciudad de México.
Qué decir de lo sucedido en Quintana Roo con la imposición de una excolaboradora de Roberto Borge, la ex diputada borgista y ex secretaria de Desarrollo Social, Marybel Villegas que fue impuesta nuevamente por Yeidckol Polevnsky, o en Puebla, donde el dedazo burdo impuso al pupilo de Manuel Bartlett, Miguel Ángel Barbosa.
La Ley de Herodes
Uno de los directores de cine que quizá simpatizan con AMLO, Luis Estrada, y un importante actor que acompañó a Gerardo en la presentación de su libro como lo es Damián Alcázar, deberían estar pensando, con todo el material que les proporciona Yeidckol Polevnsky en la secuela de la película la “Ley de Herodes”.
Al final de cuentas Gerardo está por encima de ello y su lucha continua, su lealtad está a prueba de todo. AMLO debería estar orgulloso de luchadores como él, que hay muy pocos, aunque no los valore, aunque no estemos de acuerdo con lo que piensa.