Esta semana he tenido estos tres conceptos rondando mi cabeza:
La tusa, como una pegajosa canción que habla de los desafíos del desamor cuya letra sigue pareciéndome un desafío a la filosofía del lenguaje, vamos, un posmoderno ejemplo para desquiciar a Wittgenstein y enfadar, durante un rato, a Heidegger.
La guerra, como una sombra que gesta su catastrófica aparición en la oscuridad, dispuesta a ocultar toda luz y a levantar viejas heridas que la humanidad parecía haber sanado; con una larga uña sucia, hurga y juega con las incontables cicatrices que ya tiene la Historia, paralizándonos cada reporte de emergencia que aparece en los medios y congelando nuestro aliento frente a la posible repetición de un conflicto bélico.
La Cuarta Transformación que parece, cada día, haber sido interiorizada por la ciudadanía. La gente discute de política en los bares, en las cafeterías y hasta en el transporte público. Aquellas voces resentidas que tildan al Presidente Obrador de tener un discurso de “violenta polarización” ignoran que sus conceptos, las palabras adecuadas, han reactivado el debate sobre la cosa pública y lo mejor es que no es un debate circular que ronda a la función pública o académica, ha salido de las élites y alcanza a todas las personas, sin importar su origen, destino o formación. El Presidente ha democratizado hablar de democracia y, a favor o en contra de sus propuestas, la gente habla del tema.
Durante esta temporada decembrina tuve la oportunidad de realizar un viaje al extranjero y otro al hermoso estado de Chiapas. Recomiendo con entusiasmo visitar el Zoológico Miguel Álvarez del Toro, una vez ahí deben contemplar a los jaguares negros: su belleza nos recuerda que somos nada frente a la naturaleza, acaso sus principales enemigos, pero espiritualmente somos nulos frente a tan majestuosos seres, verdaderos guardianes del mañana.
Tuve la oportunidad de leer los siguientes textos que recomiendo ampliamente:
Fouché, el genio tenebroso de Stefan Zweig
Breve historia del alma de Luca Vanzago (es filosófico, no de panfletería supersticiosa)
Exportar la libertad: El mito que ha fracasado de Luciano Canfora
El año 2020 promete ser interesante, lleno de sorpresas, incompetencias, aventuras, nuevas invenciones gastronómicas, nuevos memes y quejas sobre la existencia. La humanidad se alista para vivir nuevos tiempos que, paradójicamente, parecen no ser tan nuevos. No estamos sumidos en un ciclo perenne, pero hemos de reconocer que estamos danzando en el precipicio de la Historia, sin saber cuál será el destino, seguimos avanzando, de la mano del ser amado y con esperanza del futuro. En palabras de Octavio Paz:
Inmóvil en la luz, pero danzante,
tu movimiento a la quietud que cría
en la cima del vértigo se alía
deteniendo, no al vuelo, sí al instante.