Miguel Ángel Yunes, Gobernador de Veracruz, heredó muchas cosas de sus antecesores, el ilustre Javier Duarte de Ochoa, que paga sus culpas tras las rejas por una larga nómina de delitos de todos los colores y sabores del código penal, y Fidel Herrera Beltrán.
Recibió un estado maravilloso, con 700 kilómetros de litorales, ríos, fauna, pesca, turismo y petróleo, pero… también una deuda pública de 38 mil millones de pesos.
Y no le quedó al gobierno estatal más que afrontarla y encontrar la manera menos dolorosa de irla pagando.
Después de muchas horas de estudio y análisis, diseñaron un plan financiero y una reestructuración de la deuda pública que le permitirá al Estado, un ahorro de más de dos mil millones de pesos anuales de intereses.
Yunes contó con el apoyo del Gobierno Federal que, a través del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, Banobras, participó en el refinanciamiento de la deuda mostrando gran creatividad a través de una estructura financiera novedosa. El Estado logrará, gracias al diseño y apoyo de Banobras, condiciones insuperables de mercado, con un promedio ponderado de 8.71 por ciento de tasa activa de interés y un plazo de 23 años, por el monto total de la deuda.
La ingeniería incluye el refinanciamiento de la deuda con seis bancos: Banobras, Santander, Monex, Multiva y el Banco Interacciones, recientemente fusionado con Banorte.
La reestructura quedó de la siguiente manera.
El Estado pagará 4 mil 400 millones de pesos anuales de intereses durante 23 años, una cantidad notablemente inferior a los 6 mil 400 millones de pesos que se tendrían que pagar en el esquema anterior, lo que representa un ahorro anual de dos mil millones de pesos que nos dan un total superior a los 40 mil millones.
La nueva estructura para el pago de la deuda de Veracruz, en la que se rumora que no tuvo nada que ver Pedro Aspe y su equipo, contempla la constitución de un fideicomiso público sin estructura, el cual contratará los financiamientos de uno o varios fideicomisos como fuente de pago.
Y la respuesta de las calificadoras no tardó en llegar.
Las nuevas condiciones de mercado lograron mejorar la calificación preliminar de la deuda y pasar de BB-, a AA y AA+ para plazos según la calificadora HR Ratings,13 niveles por encima de la calificación de mayor riesgo del Estado.
Las obligaciones contraídas por el fideicomiso público de contratación estarán sujetas al cumplimiento de las obligaciones de transparencia, de acceso a la información pública, de rendición de cuentas, así como a las disposiciones de la Ley de Disciplina Financiera.
Un trabajo de equipo entre el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado a través de Banobras, dirigido por Alfredo Vara Alonso, que debería servir de ejemplo para renegociar la deuda de otras entidades.