“No recuerdo haber leído ningún libro que no hable de la inestabilidad de la mujer. Quizás porque fueron escritos por hombres”<br><br>
Jane Austen
Lo personal es político
Entre la polarizada nota de espectáculos, el presunto abuso sexual cometido por Enrique Guzmán en contra de su nieta, Frida Sofía, ha desnudado a los(as) aliados(as) que resultaron ser más misóginos que los agresores: se trata de los conductores del programa Ventaneando como Paty Chapoy, Pedro Sola y Daniel Bisogno. Y disculpe al lector acostumbrado a leer análisis político en esta columna, pero sabrá que hay mucho de análisis feminista que también suelo abordar.
Lo personal es político. Y no lo digo porque los reflectores de las campañas se las lleven los famosos que aspiran a integrar la “Bancada estrellada” como Paquita la del Barrio, Lupita Jones, Bibi Gaytán, Alfredo Adame y otros… sino por las palabras de Kate Millet al escribir el texto feminista que hizo nacer el feminismo radical. El asunto es que durante décadas se ha argumentado el estado de locura o inestabilidad emocional de las mujeres como pretexto para asumir todo tipo de realidades violentas.
Freud inventó la histeria para hablar de las problemáticas sexuales que “solo las mujeres” presentaban; Charles Bukowski romantizó la locura para describir la belleza femenina y ahora Enrique Guzmán señala que Frida Sofía es “borderline” (trastorno de personalidad limítrofe) y que las acusaciones de abuso sexual desde que ella tenía 5 años son “falsas”. Lo normal que diría cualquier agresor… Básicamente, acusándola de “loca”, “necesitada”, “mentirosa” y con miles de machos replicando esto desde la palestra del anonimato digital “¿Cuántas veces lo hemos escuchado? “No la violé, es un golpe político”; “no la toqué, quiere arruinar mi carrera”; “nunca la he visto, se quiere hacer famosa a mi costa”; y un largo etcétera. ¿Por qué es relevante?
Porque Paty Chapoy y Pedro Sola, principalmente, se han posicionado en un liderazgo fuera de su ámbito al tuitear sobre feminismo, economía, política, marchas y la vida álgida, polarizada y compleja de los grupos opositores. Sin embargo, este caso los desnuda cómo son: misóginos y constructores de odio en contra de las víctimas desde el entretenimiento. El simple hecho de tener una víctima que alza la voz respecto de un acto que en reiteradas ocasiones se mantiene en silencio como parte del efecto represor del ‘ambiente familiar’ que seguramente es peor desde la vida del espectáculo.
No necesitamos programas que, desde el entretenimiento, construyan odio en contra del movimiento político apartidista más universal, legítimo y fuerte: el feminismo y la justicia para las víctimas. Ese odio construido por Ventaneando. Esa hipersexualización construida por Gustavo Adolfo Infante. El estereotipo estigmatizante de ese programa de Rocío Sánchez Azuara donde habla de lo difícil y “traumático” que es “vivir con una feminista radical” …. Son programas politizados desde el espectáculo que construyen y reproducen violencia… no serán los primeros, pero tampoco es casualidad que el nado sincronizado construya el odio contra las feministas en este preciso instante. Solidaridad con Frida.
Ojo con el Verde en el Edomex
Quienes avanzan sigilosa pero extrañamente con buena aceptación son los candidatos del Partido Verde. En las encuestas, el partido del tucán ha mostrado notables avances en las últimas elecciones, gestando un fenómeno similar al caso de Chiapas, al nivel de no considerarse ya un partido satélite sino un digno competidor de las tres principales preferencias.
Después de ser considerados uno de los partidos chiquitos durante años, el Partido Verde Ecologista de Edomex podría sorprender con sus resultados en las próximas elecciones del 6 de junio.
Es raro porque según los datos anteriores a que iniciara el actual proceso electoral, se ha posicionado en los primeros lugares de las preferencias en la elección de presidente de la República, a la altura del partido en el poder, el Revolucionario Institucional (PRI). Con todo y que la gestión de Alfredo del Mazo, el gobernador de la alianza, resultara bastante gris… parece que la política de personas y no de partidos está generando frutos dándole la razón a los liderazgos jóvenes que le han apostado a la vieja célebre de “trabajo mata grilla”. Ya se medirá su crecimiento real.