Ahora que comienza a materializarse la cancelación de la prestación de seguro de gastos médicos mayores para los funcionarios públicos de distintas dependencias federales, es momento de comenzar con el inventario de los daños, pues serán muchas las familias que resulten afectadas con esta medida que, a juicio de su escribidor, ocasionará bastantes más costos que beneficios, al gobierno y a los particulares.
En primera instancia, es falso que se vayan a generar ahorros importantes para el presupuesto público, pues todas esas personas que padecen algún problema de salud, y que hasta ahora se atendían en hospitales privados utilizando dicho seguro de gastos médicos, seguramente pasarán a atenderse en el ISSSTE, sobre todo quienes tengan los padecimientos más graves.
El razonamiento es muy sencillo, pues si los servidores públicos se encuentran a mitad de un cáncer, o se realizan diálisis, por citar algún ejemplo, difícilmente podrán pagar los tratamientos de su bolsillo, por ser muy onerosos, así que acudirán a la única opción que les quede: el ISSSTE; en esta lógica, el gobierno ya no pagará las primas por las pólizas de los seguros, pero sí pagará todos esos tratamientos de las personas que se encuentren enfermas, lo hará a través del presupuesto del ISSSTE.
Y bueno, la lógica dice que salen más caros los tratamientos de las enfermedades graves, crónicas y/o catastróficas, que el costo de las pólizas de los seguros. Por eso le escribo que no parece que les vayan a salir bien las cuentas. El paso de los meses nos dirá si fue una medida eficiente o solo una tontería populista.
A la par del presupuesto público, el daño para las familias de los servidores públicos afectados será bastante, sobre todo para quienes estén enfermos o lo hayan estado.
Resulta que para esas personas que ya hayan tenido algún problema de salud, ya no existe la posibilidad de contratar un seguro de gastos médicos mayores por su cuenta, al menos no para cubrir esas afectaciones de salud que ya padecieron. Esto es porque los seguros están diseñados para cubrir los problemas que le puedan pasar a la gente, no los que ya le sucedieron.
En el argot, esos problemas de salud se llaman padecimientos preexistentes, y las aseguradoras ya no los cubrirán. Todo lo que le haya sucedido a la gente dentro de esa póliza de seguro colectiva que el gobierno le ofrecía a los servidores públicos, ahí se quedará; la cobertura morirá junto con la póliza, y con ellas la esperanza de que otra aseguradora le proteja algún siniestro previo a las personas afectadas.
Así que el argumento ese de que los funcionarios ahora se paguen su propio seguro, pues no necesariamente es valido, al menos no para quienes ya hayan tenido alguna complicación en su salud.
No me malinterprete, no quiero decir con esto que el gobierno forzosamente deba de ofrecer la prestación de seguro de gastos médicos mayores a su personal, pues es algo con varias ópticas de análisis. Lo que sí le afirmo, es que la forma en que se está ejecutando la medida, es deficiente y absurda, pues se está provocando bastante daño a muchísimas familias.
Si la decisión es suspender esta prestación, creo que el gobierno no debería de cancelar la póliza, sino simplemente ofrecer a los servidores públicos que ellos paguen su parte vía descuento por nómina. Vaya, que el gobierno continúe como contratante, para que no se pierdan la continuidad y los beneficios de las pólizas actuales, para que las personas enfermas puedan seguir atendiéndose.
Creo es una buena opción, en donde el gobierno quizá incremente un poco su carga administrativa al preguntar y hacer ese descuento vía nómina, pero sin que tenga que desembolsar para el pago de primas, sin que tenga que incrementar el presupuesto del ISSSTE para atender a las personas con padecimientos en curso y, sobre todo, sin que afecte de manera tan grave a las personas y familias que perderán la prestación.
¿O acaso los miles de trabajadores del Estado no entran en la categoría de seres humanos? ¿Acaso ellos no pueden beneficiarse de la justicia social que promete la Cuarta Transformación? ¿O será que se atrevieron a tomar la decisión sin informarse de los detalles e implicaciones de la misma?
¿Ya no quiere el presidente López Obrador que el gobierno pague seguros de gastos médicos privados? Perfecto, se vale que lo decida, está en todo su derecho, pues es su proyecto, pero, ¿por qué no permitir a los trabajadores pagar su propio seguro, en qué le afecta? ¿Cuál es la necesidad de echarlos a la calle y sin opciones?
Como en otros temas, están operando esta decisión con un machete. Sin duda es lamentable, y soberbio, puesto que a la mano tienen un bisturí.
Amable lector, recuerde que aquí le proporcionamos una alternativa de análisis, pero extraer el valor agregado, le corresponde a usted.
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