Los candidatos deben de ganar likes antes que ganar votos.
Deben lograr views en sus vídeos en lugar de acumular Zócalos abarrotados.
Deben tener mucha atención en lo que dicen los comentarios en el "feis" y no lo que dice Ciro Gómez Leyva, Loret de Mola, Julio Hernández, Pablo Hiriart Ricardo Alemán, Federico Arreola, Carmen Aristegui y más comunicadores.
Los "nuevos" príncipes deberán procurar sus perfiles de Facebook y Twitter con muy buenas fotos y olvidarse de la típica imagen fingida para la cartelera, los pendones y esa basura de propaganda impresa.
Los candidatos deben hacer Periscope, Facebook live y postear en Instagram. En lugar de esas ofensivas portadas de revistas pagadas con un rostro que jamás tendrán cuando se vean en la necesidad de anunciar una devaluación, cuando se vean forzados a decir que otro ex gobernador es nuevo prófugo de la justicia o cuando les aparezcan mansiones y contratistas incómodos.
Quienes anhelen la presidencia tienen que ponerse orejas y cara de perro en Snapchat y NO cabeza y cola de ratón en la vida real.
Y sobre todo medir cómo van en las encuestas. Pero nunca más hacer caso a la métrica de los sondeos tradicionales, han fallado aquí y en el mundo por lo disperso de sus muestras en contraste con el universo de una red social que tanto hace coincidir a segmentos poblacionales diversos. Así que revisar cómo van las encuestas en Facebook --como bien lo está midiendo con esa anticipación periodística que caracteriza a SDPnoticias--, entra a la categoría de "importantes" para quienes quieran calcular escenarios políticos. La más fresca encuesta feisbuquera de SDP en donde AMLO se despega del resto, debe ser analizada sobre la manera de medir el pulso de opinión pública.
Porque es ahí en donde se podrá incidir, en la red social. Quienes no lo entiendan en el ambiente de asesoría política, quedarán muy bien con las casas encuestadoras de metodologías tradicionales y muy mal con sus candidatos. Nunca sabrán bien a bien cómo entender una derrota y cómo corregir.
Están a tiempo de priorizar el pulgar de Facebook, para conocer el poco manipulable "like" que puede convertirse en voto. El "dedazo" implacable que tal vez decida todo en el 2018.
Por lo pronto aquí una más para el contraste: