Escribo sobre algunos de los miles de héroes de este mes patrio, para ponerle nombre a los mexicanos, grandes y chicos, chilangos y fuereños, de la Roma y de Xochimilco, que se han partido la madre en estos días por la Ciudad de México.
Trinidad González. Mexiquense. Vigilante de un edificio en la Roma Norte que organizó a los vecinos del edificio en el que trabaja para que hicieran rondas de apoyo con agua para brigadistas voluntarios. El es el director de la orquesta.
Jessica Canales. Tamaulipeca que organizó un centro de acopio casi militarmente ordenado con recursos de sus amigos y familiares de Nuevo León y Tamaulipas. De los víveres, esta abogada y psicoanalista especializada en temas de violencia, pasó al apoyo psicológico y al teatro para niños.
Alex Castellanos. Constructor y arquitecto. Fue el primer especialista que puso su saber al servicio de la ciudad. Desde las primeras horas empezó a revisar estructuras para proporcionar elementos técnicos a los asustados habitantes de los edificios con grietas.
Alejandra Cabrera. Oaxaqueña, juchiteca y chilanga. Hace apenas un par de semanas pidió apoyo para su pueblo y con la ayuda de amigos, llevó acopio de todo a Ixtaltepec. Apenas había regresado y ya responde a la ciudad como voluntaria.
Carmen Rodríguez. Sinaloense tapatía. Desde la Universidad de Guadalajara, esta brillante mujer de ciencia e ingeniería, organizó las veloces brigadas que mandaron ayuda inmediata en varios camiones para el sur del país. Alfonso Gutiérrez. Michoacano. Colega de Sdpnoticias que agarró su bici y un casco, pidió dinero a los amigos e iba de brigada en brigada preguntando qué se necesitaba para ir a comprarlo de inmediato, sin más trámite.
Jordy Meléndez. Periodista, experto en comunicación digital. Jordy junto un grupo de más de 40 fotoperiodistas para documentar, antes de que se borren las huellas, la mala construcción de los edificios. Varillas de menor grueso a las de la norma, unicel como relleno principal, etcétera. Que no queden impunes los malditos que hicieron esos pisos.
Eric Bolívar. Guanajuatense, director de una fundación de donadores de sangre que estuvo especialmente atento estos días y que escribió hace poco algo que me motivó a escribir estos párrafos. Cuenta Eric que una campaña de donación de sangre es exitosa cuando alguien empieza, cuando hay uno en la fila. Si así es, la solidaridad cae en cascada.
Tiene razón Eric: la solidaridad es un acto colectivo. Entre más ayuda hay, más ayuda habrá. Por eso escribo hoy sobre estos héroes: hay muchos miles y hay que contarnos sus historias para que haya más. Más historias ¿Saben de más héroes? Cuéntenme sus historias. Las recibo en ivabelle@gmail.com