Muchos mexicanos han adoptado las tendencias depredadoras implementadas por los gobernantes de los últimos 40 años.

Con tristeza observo las muchas reacciones indiferentes de la sociedad ante los sucesos que han devastado a una parte del suelo nacional por los embates de fenómenos naturales, muestra del planeta manifestándose como un toro de lidia después de ser clavado con las banderillas y amedrentado por los coros de los asistentes a la plaza. Aunque también estoy sorprendida ver otros casos de valentía, solidaridad y nacionalismos de ciudadanos que tomaron las calles inmediatamente pasando los sucesos catastróficos mayores, para ofrecer ayuda. La falta de cultura y educación para preservar y mantener sano a nuestro planeta nos está cobrando la factura, es tan grande el daño que hicimos, proporcional a la agresividad con la que somos tratados en fechas recientes, por fenómenos atmosféricos y sísmicos, que sin duda nuestro habitad busca cómo defenderse. Devastamos bosques y selvas, taladramos los suelos en busca de agua, hidrocarburos, minerales, etc. Contaminamos y dejamos irresponsablemente los desechos como ídolos de un nefasto culto a la destrucción.

Lo Peor de esta experiencia que estamos viviendo es la incapacidad de la autoridades para hacer su trabajo; que se supone cuentan con protocolos establecidos para respuesta inmediata, no han podido organizarse y atender desde un inicio, tomar las acciones que van desde rescatar, curar, asistir, alimentar y ayudar a reconstruir; para lo que se cuenta con fondos establecidos para poner en pie a los mexicanos siniestrados, conociendo la calidad moral de quienes lo manejan, me mantiene ahora con cierta preocupación y enojo, sin duda los recursos en su mayoría no llegarán a su destinatario y serán usados en fines desconocidos como en otras ocasiones.

En nuestro país, no es extraño que las autoridades sean rebasadas por la gente común como usted y yo, a los bien nacidos, nos duele lo que le pasa a nuestra raza y reaccionamos de manera inmediata por encima de nuestra seguridad, saliendo a ofrecer la mano amiga que nos caracteriza como lo que somos verdaderamente, para muestra un botón, los sucesos del 19 de septiembre de 1985 en la ciudad de México donde los ciudadanos fueron quienes dieron la cara ante la adversidad mucho antes que las autoridades fofas pudieran hacer llegar los servicios, por lo cual es importante los ciudadanos estén pendientes para organizarse.

Me Preocupa la pasividad con que la sociedad ha enfrentado los últimos años la creciente corrupción, un hecho que le concede la seguridad a quienes se encargan de manejar los fondos para desastres y puedan realizar cualquier acción de desvió, cosa común en el ejerció actual donde hay muchos millones sin saber dónde pararon lo que era para el desarrollo social del pueblo; las condiciones están  para que realicen sus tejes y manejes acostumbrados, ahora con lo que los fondos destinados para este rubro, dudo si llegarán a cubrir las necesidades básicas para lo cual se tiene establecidos por un protocolo. Puntualmente los fondos utilizados para atender desastres, deben ser aplicados en la atención de los albergues y como acondicionarlos, adquisición de plantas purificadoras de agua, saneamiento básico y reconstrucción, mi mayor preocupación es saber que estamos en año electoral, para lo cual tendríamos que estar muy pendientes se ejerza todo ese recurso en las zonas evaluadas como de desastre y se aplique en su totalidad, pues no soy yo quien sembró la desconfianza.

De vergüenza, no era tanta el hambre como el reflejo condicionado que lo hace imitar a los saqueadores mayores del país, que los del municipio de Maltrata dan la nota mala, cuando en el Kilometro 242+500 de la utopista Puebla Orizaba decenas de personas hicieron acto de rapiña sin pensar en nuestros hermanos que hoy sufren y acabaron llevándose los víveres destinados a damnificados en Oaxaca, cuando el camión que los transportaba sufrió un accidente, qué poca madre demostraron estos sinvergüenzas, los mexicanos no éramos así, fenómenos dignos a observar por los analistas y estudiosos de la conducta, los valores y principios de nuestra gente se disuelven, con la justificación de que los buenos ejemplos vienen desde arriba como también los malos, desafortunadamente el resultado de una política y actores sin escrúpulos que se olvidaron de ser bien portados y educados, pero estos, hoy… No saben, ni “Ler”. Ahora usted me comprenderá el efecto negativo que está causando en nuestra sociedad el tener gobernantes corruptos. Los defensores de todo este inoperante cuerpo; pero eso sí, tienen sus cortesanos, reales zalameros salen al paso emulando a los gritones de la lotería nacional, para ensalivar a tales funcionarios ineficientes y compararlos con los políticos a quienes temen por el hecho que se acercan las elecciones y sus preferencias crecen, a los buenos no se les compara, solo hacen sus cosas bien y ya está, miren niños, las cartas están sobre la mesa y aunque no les guste, la gente va a elegir a quien más se parezca a ellos, no le busquen más.

Tarea para la Sociedad será observar que los recursos para los damnificados lleguen a su destino y que la gente se favorezca de ellos, pues son parte de lo que ahorramos en impuestos para crecimiento de nuestras instituciones, desarrollo del país, fondos de emergencia y no para la compra de mansiones y ranchos. Esta desgracia que pasan ahora nuestros hermanos de varios estados de la república debe ser hecho para mostrar solidaridad y unidad pues de momento hay que atender lo urgente, pero las mayores acciones vendrán después de 15 días de haber pasado el siniestro en cada lugar afectado sea por sismo e inundación, para lo cual necesitaremos prepararnos y concentrarnos  en todos los lugares del país para sumarnos a la tarea de ayudar con lo que podamos, entendamos que en este momento poco es mucho, nuestros hermanos perdieron casi todo y algunos de ellos lo más preciado: la familia.

Es Momento de Demostrar, los funcionarios de mayor responsabilidad del país tendrán su última oportunidad para demostrar un poco de consideración y de su compromiso, aun sin actuar de buena voluntad, solo cumpliendo con su deber, necesitamos honestidad en sus acciones y que estén pendientes de las necesidades correspondientes a sus encargos, los paisanos nos necesitan y creo que después de tantos yerros pudieran anotarse un puntito a su favor, esta va por ellos y recuerden lo que no hagan puede ser utilizado en su contra.

Mi solidaridad y compromiso a mi pueblo, mis condolencias a quienes perdieron un ser amado, pérdida irreparable, por lo demás, México tiene muchas manos para ayudar a que se pongan de pie y cuenten con las mías.

Mi solidaridad a nuestros paisanos en los Estados Unidos de Norte América, al mismo pueblo norteamericano mi cariño y respeto, esperando pronto se recuperen los embates de los feroces huracanes; después de estas desgracias muchos podrán entender y valorar la verdadera fuerza laboral de los latinos en su país, indispensables para limpiar, ordenar y reconstruir, los necesitarán para estar de pie nuevamente; lamento enormemente en que mal momento aplicaron las nefastas política raciales, esas  que tienen un negro trasfondo, pero bueno, en su patio, ustedes mandan.

Es importante que los nuestros aprendan a mandar aquí también y no achicarse cuando el vecino les diga, “bájale a tu radio”. No son momentos para racismo y segregar, espero tengan mayor apertura y dejen de pensar con el recto, pues la claridad de su piel no coincide con la oscuridad de sus ideas; espero que la cordura les llegue y recapaciten acerca de las políticas de cuidado del medio ambiente y la integridad del planeta, renunciar a los acuerdos de parís para reducir emisiones de gases y evitar el calentamiento global no fue una buena idea, las consecuencias se empiezan a ver, deben entender que con las políticas del cuidado del planeta disminuimos los riesgos, así evitamos eventos tan catastróficos que son resultado del abuso de los recursos naturales, devastación e industrialización políticas extremas que ustedes promueven. El dinero no está por encima de la vida, el verdadero poder lo da el conocimiento, la cultura y la educación.

Ginna Noya

@ginanoya