No basta con generar empleos, sino que se trata, de generar empleos de calidad

No hay más, ha pasado un año y la prioridad sigue siendo hacer frente a la pandemia.

Y asumiendo que como parte de ello el objetivo principal sigue siendo salvar vidas, es evidente que esto no puede ser sin proteger en lo posible la calidad de vida de personas, familias y comunidades, lo que implica reconocer como absolutas prioridades la vacunación y la recuperación de la economía, tomando como principales indicadores de esta última, los empleos y calidad de los mismos, los ingresos y las prestaciones y niveles de inclusión financiera que hacen posible que la gente pueda satisfacer sus necesidades.

Urge recuperar lo que la economía ha perdido y que sin embargo no solo debe medirse en puntos del PIB.

Porque habría que apostar por una recuperación reloaded, que apunte además a revertir todas las ineficiencias del sistema económico que vemos traducidas en pobreza, profunda desigualdad, falta de inclusión financiera y muy escasa movilidad social.

Hay que asumir que el reto no se puede limitar a engordar a puntos de crecimiento del PIB, sino que tiene que ver, sobre todo, con crear condiciones que multipliquen las oportunidades de desarrollo de todos los trabajadores y sus familias.

De todos... Protegiendo a quienes forman parte de la economía formal, pero buscando proteger también a quienes militan en la creciente economía informal.

No es tema menor, porque si consideramos las dificultades que enfrenta más de la mitad de la población para tomar un crédito para vivienda, el problema se reduce a pobreza, falta de empleo, tipo de ese empleo, niveles de ingresos, prestaciones e inclusión financiera.

Se trata de entender que no basta con generar empleos, sino que se trata, ante todo, de generar empleos de calidad... Calidad en los ingresos... Pero calidad también en prestaciones y beneficios ligados al modelo de contratación.

Ingresos, sí... Pero sin olvidar prestaciones fundamentales como servicios médicos o acceso a programas de vivienda...

Porque ojo, del total de población económicamente activa, menos de la mitad, solo los que cuentan con empleo formal, tienen acceso a una vivienda por la vía de un crédito de Infonavit o Fovissste, o, por el mismo hecho de tener un empleo formal, pueden calificar para un crédito hipotecario bancario.

Muy pocos con acceso a créditos de vivienda

El dato es tremendo, menos de la mitad de la población tiene un trabajo cuyo modelo de contratación les permita tener prestaciones como Seguro Social e Infonavit, en el caso de quienes trabajan para el sector privado, o ISSSTE o Fovissste, para quienes militan en la burocracia.

Y ojo, que esta barrera ligada a la calidad del empleo se complica aún más por el bajo nivel de ingresos que dificulta el acceso a una vivienda a 70% de los trabajadores del país...

Y el reto de volver a mover el país va ligado a la recuperación y garantía de mejores calidades de vida, ligado a prestaciones que den acceso a servicios de salud y programas de vivienda...

Recuperar los empleos perdidos no tiene que ver sólo con que la gente vuelva a tener ingresos, aún y cuando estos sean menores a los que tenía antes de la pandemia o esperaba tener, o sin las prestaciones que tenia y/o sin condiciones que le permitan sumarse al sistema bancario y tener acceso, por ejemplo, a un crédito para vivienda.

No se trata de sustituir los empleos formales perdidos por plazas en la informalidad, el subempleo o el autoempleo de pobre calidad.

El reto tendría que ser crear riqueza y desarrollo económico por la vía del empleo de calidad y con acceso a prestaciones y servicios financieros que potencialicen el desarrollo personal de cada trabajador.

Todo un reto que implica no caer en tentaciones proteccionistas en temas como el outsourcing o modelos de participación en plataformas de emprendedurismo del tipo Uber o de los hoy tan visibles y controvertidos sistemas de reparto.

El proteccionismo mal enfocado puede tener un efecto totalmente contrario al que pretendía tener, provocando que en lugar de más y mejores empleos, se cancelen oportunidades.

No es fácil, hay que apostar por un desarrollo integral, en que así como se hable de puntos del PIB ganados, se hable de más y mejores empleos, y de condiciones que permitan el crecimiento sostenible de todas las plataformas que están surgiendo de materia de autoempleo y emprendedurismo.

No será fácil, y menos en momentos en que la pandemia ha debilitado las capacidades financieras de gobiernos y sector privado.

Es momento de alcanzar acuerdos que permitan unificar visión en torno a objetivos comunes y que permitan además quitar los obstáculos que han impedido mejorar la calidad del empleo y multiplicar la creación de nuevas fuentes de trabajo.

Toca al gobierno ponerse en los zapatos del sector privado y generar apoyos que permitan proteger su actividad y el número y calidad de las fuentes de empleo que generan.

Falta de empleo

Poniendo, eso sí, reglas claras que permitan crear esos empleos y a mismo tiempo garanticen la calidad de los mismos.

Vivimos momentos difíciles, en que habría que reconocer como prioridad el evitar que quienes no encuentran empleo o han perdido el que tenían, no se vean obligados a tomar la oportunidad que se les abra, así sea una que implique menos ingresos o perder prestaciones fundamentales para su calidad de vida.

Toca al gobierno la responsabilidad de tomar medidas que no solo respondan a la simpleza coyuntural, sino que apuesten por el futuro.

Toca al gobierno conducir una recuperación responsable y sostenible... Que al final del camino no acabe generando más pobreza, sino que ofrezca oportunidades para generar desarrollo humano y prosperidad.

* Horacio Urbano es fundador de Centro Urbano, think tank especializado en temas de desarrollo urbano, sector inmobiliario y vivienda.

@horacio_urbano