Gramsci opina que el primer elemento, el pilar de la política, es el que existen realmente gobernados y gobernantes, dirigentes y dirigidos.

Maurice Duverger, como lucha o combate de individuos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en su provecho.

Max Weber, que define la política estrictamente en función del poder.

Carl Schmitt, de la política como juego o dialéctica amigo-enemigo, que tiene en la guerra su máxima expresión.

Según Max Weber, Raymond Aron, George Vedel y Maurice Duverger, el objeto de estudio de la política es el "poder"

Indudablemente, todos ellos tuvieron razón en sus diferentes conceptos de ver y concebir la política, definiciones que van desde clásicas hasta fatalistas.

¿Qué es la política hoy, en México?

La política actual, dista mucho de ser "El arte de gobernar" como lo define Maquiavelo. En México, es un peldaño socioeconómico, es la puerta de entrada a la opulencia, a los excesos, al derroche, al abuso, al saqueo, es la forma más fácil de salir del anonimato, de tener lo que nunca se tuvo, o mejorar y con mucho lo que ya se tenía, es la posibilidad de hacer un capital fast track, que si se cuenta con la complicidad y anuencia del superior inmediato, cuidando cada uno de los pasos a dar y los más mínimos detalles ( léase: El que se baña salpica ) se convierte en uno más de esos exitosos saqueos, esos que difícilmente tendremos conocimiento algún día. Que en el lenguaje que utilizan... "Es válido hacer negocios, lo que no es válido, es afectar el dinero del presupuesto" señoras y señores, eso es hacerse como el "tío Lolo" ese dinero también es del presupuesto, o de donde suponen van a salir "sus diezmos, tajadas, moches, ¿de a cómo y cuánto nos toca?"

Como podrán ver, la política en México, dista en mucho de ser lo que opina Gramsci o Sartori, la política en México sin duda es más afín a la opinión de Weber, Duverger o Schmitt. La política en México es "El Poder por el Poder".

¿Y la gobernanza?

Ni la entienden, ni se han preparado para ello.

Somos un país víctima de la improvisación, del nepotismo, del compadrazgo, de la recomendación, del apadrinamiento, y de algo que ya se creía olvidado, la compra y venta de las candidaturas.

La política en México una fina dama, con unos cuantos atuendos, rojo, azul, amarillo, verde o naranja, sea cual sea el color que lleve, el resultado es el mismo, una dama engañada, humillada, vapuleada, usada, exprimida, extorsionada, una dama que a conveniencia personal o de grupo suben a la pasarela, la disfrazan para exhibir a las masas, le acomodan el lenguaje más sublime y conmovedor, el más enérgico o motivador, eso depende del objetivo a convencer y engañar.

La política...

Un ejercicio en manos de mercenarios que lo han desvirtuado, manoseado, deteriorado, prostituido, desprestigiado... ¿Y qué más da? ¡Aquí lo que importa, es llegar! La perpetuidad es negociable.

 

Laura Tamés V.

@LauraTames