Todos tenemos una forma de pensar personal respecto al dinero arraigada en nuestro subconsciente, y es esta forma de pensar más que cualquier otra cosa lo que determina nuestra vida financiera. Puedes saberlo todo sobre mercadotecnia, ventas, negociaciones, propiedad inmobiliaria y finanzas en general, pero si tu patrón del dinero no está programado para el éxito y la riqueza nunca tendrás mucho dinero, y si de algún modo lo consigues, lo perderás con gran facilidad.

El dinero no es bueno ni malo, solo es dinero. Nosotros con nuestros pensamientos, sentimientos y acciones le damos atribuciones y calificativos de correcto e incorrecto.

Las estadísticas demuestran que la causa número uno de todas las rupturas de relaciones es el dinero, lo que hay detrás de las peleas que tiene la gente por el dinero no es el dinero en sí, sino la disparidad de sus “patrones”.

Según T. Harv Eker en su libro Secretos de la mente millonaria cada uno de nosotros disponemos de un patrón personal ya grabado en nuestro subconsciente, y ese patrón es lo que determinará nuestro destino económico.

Los pensamientos llevan a sentimientos, los sentimientos llevan a acciones y las acciones llevan a resultados. Pero esos pensamientos han llegado a nosotros a través de una “programación” a lo largo de nuestras vidas desde que somos niños prácticamente, en esa programación han influido nuestros padres, la cultura que nos rodea, la televisión, la religión y muchas cosas más. A cada uno de nosotros se le enseñó cómo pensar acerca del dinero y a cómo actuar con relación a él.

Puedes tener todos los conocimientos y experiencia del mundo, pero si tu “patrón” no está programado para el éxito, estás condenado a fracasar económicamente.

Entonces lo primero que debemos hacer para cambiar nuestros resultados es cambiar nuestra programación identificando las tres formas principales de la mente condicionada: 1. Programación verbal - ¿Qué oías cuando eras pequeño? 2. Modelos de referencia - ¿Qué veías cuando eras pequeño? Y, 3. Incidentes concretos - ¿Qué experimentaste cuando eras pequeño?

Seguramente alguna vez escuchaste que el dinero es el origen de todos los males, que los ricos son avariciosos y mezquinos, que son malvados, que no puedes ser rico y espiritual al mismo tiempo, prefiero ser pobre pero honrado, el dinero es sucio, o esto o aquello no es para nosotros porque no podemos comprarlo. Y aquí justo es donde reside el problema: todas las afirmaciones que oíste sobre el dinero cuando eras niño permanecen en tu subconsciente como parte del patrón que está rigiendo tu vida económica.

O lo que veíamos de nuestros padres en cuestión del manejo del dinero, ¿administraban bien su dinero o lo hacían mal? El dinero ¿llegaba con facilidad o era siempre una lucha conseguirlo? ¿Era una fuente de alegría o causa de amargas discusiones? En el ámbito del dinero tendemos a ser idénticos a uno de nuestros progenitores o bien adoptamos una actitud que es combinación de las que cada uno de ellos tenía.

El tercer condicionamiento principal son incidentes concretos que experimentamos cuando éramos jóvenes en torno al dinero, la riqueza y los ricos. Estas experiencias son extremadamente importantes, puesto que dan forma a las creencias a las que ahora nos atenemos en nuestra vida.

T. Harv Eker propone cuatro elementos clave para el cambio. Son sencillos, pero profundamente poderosos.

El primer elemento de cambio es la conciencia: no puedes cambiar algo a menos que conozcas su existencia.

El segundo es la comprensión: entendiendo cuál es el origen de tu “forma de pensar” puedes reconocer que ésta procede de fuera de ti.

El tercero es la disociación: una vez que te das cuenta de que esta forma de pensar no eres  tú, puedes separarte de ella.

El cuarto elemento del cambio es el reacondicionamiento. Debemos insertar ciertos archivos mentales que generan riqueza, ciertos condicionamientos que tiene la gente rica, como, por ejemplo; la gente rica piensa “yo creo mi vida”; juega el juego del dinero para ganar; se compromete a ser rica; piensa en grande, y otros tantos archivos que hacen la diferencia entre gente exitosa y gente que no lo es.

La gente exitosa tiene archivos en su mente que los llevan al éxito. La mayoría de la gente somos lo contrario, aprendemos acerca de dinero, del éxito y de la felicidad de gente que no son exitosos, ricos ni felices.

Lo que tenemos que hacer es reprogramarnos, volver a aprender, poner nueva información en los archivos de nuestras mentes, para después emprender nuevas acciones que nos permitirán tener nuevos resultados.

La mente es el activo más poderoso que tenemos. Si lo entrenamos bien, puede producir enorme riqueza en lo que parecerá sólo un instante.

José Manuel Manrique

Coach Financiero y Patrimonial

jm@manriquepatrimonial.com

      Twitter: JoseManriqueM