En las entidades donde opera la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es hasta una normal costumbre la movilización en el marco del Día del Maestro, que en muchas ocasiones se prolonga en un paro indefinido de labores.
Claro, es un decir, porque tal paro suele terminar cuando la gremial consigue todas o la mayoría de sus demandas y que casi son siempre las mismas: Plazas, contratación automática de normalistas, libertad de presos políticos, desayunos y uniformes escolares, infraestructura educativa, etc.
¿Hoy hay nuevas demandas?
Sí, y están relacionadas con la Reforma Educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador; las secciones aglutinadas en la CNTE no se sienten satisfechas, pues consideran que solo hubo abrogación, no derogación de la reforma del priista Enrique Peña Nieto.
Así que la Coordinadora ya se alista para un paro de 72 horas, el cual iniciará este 15 de mayo. Y según dicen, puede convertirse en el preámbulo de un probable paro indefinido de labores. ¿Será?
¿O solo se trata de un amago sin la menor importancia? Un amago, digamos, así como para taparle el ojo al macho, porque en realidad habrían conseguido lo suficiente con la Reforma Educativa de AMLO, sino es que todo. Aunque insisten en “cero” evaluación”.
Además faltan las leyes secundarias. Mmm… ¿la movilización tiende a presionar a la elaboración de la norma tal como es el deseo de los profesores de la Coordinara? ¿O a manifestar real desacuerdo con la Reforma de López Obrador? ¿O hay otra razón?
Ya se verá cuando llegue, de ser el caso, el momento de la movilización. Y claro, ningún mexicano en su sano juicio anhela el caos en el país.
Lo cierto es que la CNTE ha estado muy bien portada para su tradicional beligerancia. El momento más álgido fue cuando bloquearon los accesos de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión cuando iniciaba la discusión de las reformas constitucionales en materia educativa.
Luego se apaciguó, sobre todo después de la encerrona de los líderes parlamentarios en la Secretaría de Gobernación, donde según acordaron agregados vía artículos transitorios.
Y si lo notaron, ya no hubo movilización magisterial ni en la Cámara Baja, ni en el Senado de la República. Es más, tampoco la hubo este fin de semana en el estado de Oaxaca, donde opera la sección más combativa de la CNTE: La 22.
El domingo, la LXIV Legislatura del Congreso Local avaló la minuta de reformas en materia educativa enviada por el Congreso de la Unión, sin la resistencia de la Sección 22; a la sede del Poder Legislativo llegó apenas una decena de profesores.
Con disciplina ciega (peor como solían actuar los priistas) las y los diputados locales de Morena avalaron la reforma con el apoyo de la bancada del PT y los votos del ilegal grupo parlamentario de Mujeres Independientes.
Las y los legisladores del PRI, del PES, del PAN y una del PVEM, no se presentaron a la sesión convocada fast track una noche antes, salvando su dignidad.
Y así Oaxaca se convirtió en la cuarta entidad (junto a Chiapas, Tabasco y Morelos) en avalar la reforma educativa de AMLO, aunque por mayoría, no por unanimidad.
En fin, hay en el ambiente cierta quietud, tranquilidad, que parece no haber indicios de tambores de guerra por parte de la CNTE debido a la “nueva” Reforma Educativa”.
Más bien su movilización en el contexto del Día del Maestro parece tener tinte normal. Ojalá. Pues ¿cuál sería la razón de estallar un paro indefinido de labores? No la hay; AMLO y Morena le han cumplido a la Coordinadora.
¿O los profesores ahora van por la afinación de la Reforma?
De entrada la movilización nacional persigue conseguir una mesa de diálogo de alto nivel con el presidente López Obrador y el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán.
Porque las demandas de la gremial deben quedar integradas en las leyes secundarias.
Por lo pronto, la gremial ya llamó a la movilización magisterial que se realizará en el país el 15 de mayo, con el 50 por ciento de las secciones magisteriales en la Ciudad de México y el resto en las entidades donde opera la CNTE.
No obstante el ambiente de relativa tranquilidad, no hay que descuidar la movilización de la Coordinadora; su accionar se vuelve peligroso cuando empieza a ser contaminado por fuerzas fácticas e intereses inconfesables.