Así me lo hicieron saber quienes tienen la responsabilidad real de las campañas priístas en los 12 estados en disputa. Sin embargo, en los casos de Oaxaca, Puebla y Veracruz, determinaron empujar mucho antes que en los demás campos de batalla; la razón: se observan focos rojos, condiciones poco estables para una victoria arriba de los 3 puntos porcentuales, y en uno de ellos, el presupuesto es incierto. 

En Oaxaca, con Alejandro Murat, el CEN del PRI y los de Bucareli esperan ganar sin importar la diferencia con el segundo lugar, pero vencer, así deba judicializarse la elección, llevarse a los tribunales, e incluso, fomentar, acceder o tolerar el ya manoseado "voto por voto".

En el caso de Puebla el asunto no pasa sólo por ayudar a la candidata Blanca Alcalá Ruiz, el tema también es vencer en su reducto de poder a Rafael Moreno Valle, quien no logró cobijar a su PAN con el PRD, pero sí, sorpresivamente, con el Panal. Para el PRI, ganar en tierra poblana mataría dos pájaros de un tiro: las aspiraciones presidenciales del aún gobernador, y recuperar un estado que lleva rato pintado de azul. 

En Veracruz el interés es vencer y convencer; hay deseos por ganar, pero en este caso cuenta mucho la forma. Las encuestas más confiables señalan que Héctor Yunes Landa vencería por un margen de 2 a 3 puntos porcentuales a su adversario, Miguel Ángel Yunes Linares, quien aumentó su fuerza con el puñado de votos que le sumará el PRD. En elecciones cerradas un punto o dos pueden inclinar la balanza. 

Manlio Fabio Beltrones, Carolina Monroy Del Mazo, Emilio Gamboa Patrón, César Camacho Quiroz y Miguel Osorio Chong, saben que las condiciones en Veracruz son complicadas para el PRI-Verde, por la imagen del Gobierno tricolor saliente, y porque Yunes Linares capitaliza esa percepción ciudadana a su favor. 

Retomo el punto: para el PRI Nacional es imprescindible ganar en Veracruz y hacerlo de buena forma. Se trata del tercer padrón electoral más grande de la República Mexicana; es oro molido hacia el 2018 para equilibrar la victoria que tendría López Obrador en la Ciudad de México. 

Concluyo. En Veracruz, Oaxaca y Puebla el PRI Nacional empujará, dentro de 25 días, los esfuerzos de los equipos locales de campaña. Podría ser menos tiempo, si es que surgieran elementos que pusieran mayor riesgo a lo presupuestado. Son tres estados que no sólo comparten sus fronteras, también lo incierto del resultado electoral para el 5 de junio.