En un contexto de pocas buenas noticias en materia económica, el lunes muy temprano, como parte de la conferencia mañanera y acompañado de parte de su gabinete y de un grupo de empresarios, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el que se espera sea un muy importante plan de infraestructura que implica inversiones privadas para desarrollar 39 proyectos, que aunque incluyen el Tren Maya y el Tren México-Queretaro, son fundamentalmente carreteros.
El anuncio cayó muy bien en el deteriorado entusiasmo de la iniciativa privada, ya que más allá de un listado de proyectos, lo que se presentó implica la posibilidad de que la colaboración entre gobierno e iniciativa privada permita detonar inversiones por cerca de 300,000 millones de pesos, monto equivalente a 1.3% del PIB.
La inversión no es tema menor... menos aún, cuando durante la presentación, realizada en la mañanera del lunes, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, destacó que al menos 50% de los recursos serán aportación de la iniciativa privada.
No es tema menor, porque por su naturaleza, estos proyectos pueden tener un efecto multiplicador y detonar procesos que permitan hacer frente a un retroceso económico que puede llegar al 12% del PIB y costar 1 millón de empleos.
Los proyectos presentados como parte del plan corresponden a los sectores comunicaciones, energía, transportes, medio ambiente y agua; y de los 39 que lo integran, siete ya se están construyendo.
Para los empresarios, la presentación del programa representa una buena señal, tanto por lo que representan como relanzamiento de la relación entre gobierno y sector privado, como por lo que durante el acto dijeron el presidente, Andrés Manuel López Obrador; el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza.
El titular de la SHCP destacó que este plan forma parte del Acuerdo Nacional para la Recuperación Económica, que firmaron gobierno y empresarios el año pasado, y que implica inversiones totales por 297,344 millones de pesos, de los cuales, el monto mayor, 196,231 millones, corresponde al sector comunicaciones y transportes, en tanto que otros 98,980 millones son para proyectos de energía, y los restantes 2,133 millones serán para proyectos de agua y medio ambiente.
Esta alianza entre iniciativa privada y gobierno, y más aún por el hecho de reafirmarla en este momento de crisis sanitaria y económica, implica, como reconoció el Presidente, “inversión, empleos y bienestar”, y abre la puerta para fortalecer acuerdos con otros sectores productivos, reconstruyendo la posibilidad de que gobierno y empresarios puedan trabajar juntos.
Y tan es así, que al tomar la palabra, Romo Garza quiso ser muy claro al precisar: “Podemos crecer superando cualquier pronóstico. La inversión privada nacional es vital para el crecimiento y para el bienestar. Poniendo cero barreras a la inversión estaremos dando prioridad al bienestar”.
Habrá que ver qué tan en serio va esa quitada de obstáculos, ya que la actual administración ha estado marcada por desencuentros entre gobierno y empresarios, quienes en reiteradas ocasiones, incluyendo la coyuntura de la actual crisis, han señalado la falta de apoyos y el impacto que esto ha tenido en su actividad, sus inversiones y la generación de empleos.
Pero pareciera que la crisis será la causa que obligue a la colaboración, lo que se percibe en la necesidad de que ante la falta de recursos publicos, sea el capital y las plantas productivas privadas lo que saque adelante la economía.
Y para que esto funcione, y más después de que en la presentación de este plan se mencionó que este es apenas el primero de cinco anuncios en el mismo sentido, será indispensable que los empresarios vean convertirse en hechos las amigables palabras que usaron el lunes pasado el Presidente, Herrera y Romo.
Será indispensable que el Presidente y su gabinete sigan alimentando la confianza, para hacer posible que el siguiente anuncio se haga antes de que termine el año, y la iniciativa privada en verdad les compre el proyecto y esté dispuesta a seguir invirtiendo.
Y más aún... para que esto camine, la iniciativa privada requiere mucho más que solo las amables palabras del Presidente, porque como dijo Antonio Del Valle Perochena, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) y presidente también de Grupo Kaluz: “Para asegurar las inversiones es necesario garantizar el Estado de Derecho y dar certeza a los empresarios a través de reglas claras y estables”.
Y más vale que este y otros acuerdos entre gobierno y empresarios funcionen, porque la realidad no espera, y con base en datos de Refinitiv, publicados este martes por el periódico El Economista, el hecho es que en apenas un mes, el riesgo país se elevó 38%, debido a los “rebrotes de Covid-19 en Europa, así como a los débiles datos económicos a nivel local”.
Y es en serio... para salir de esta se necesitan el trabajo e inversiones de la iniciativa privada... y si no hay condiciones para que ambos lleguen, será momento de decir un clásico:
“Hasta la vista Baby”.
* Horacio Urbano es fundador de Centro Urbano, think tank especializado en temas de desarrollo urbano, sector inmobiliario y vivienda.
@horacio_urbano