Lo primero que se compró con su 1ª paga fue un iPhone de 2ª mano que resultó ser de 4ª porque jalaba un minuto y dejaba de hacerlo cinco. Chin, tanto que había querido tener uno y ahora que se le hacía, le sucedía eso.
“Eso te pasa por andar de presumido. Pudiste comprarte uno de la marca ´Republicana´. Sí, la de nosotros los jodidos”, le dijo su abuela la sabia de la cuadra, que vivía con ellos porque ninguno de sus tíos tenía espacio para ella, nomás su papá.
Les platico: Sí tenía un celular de la marca “Republicana” antes de comprarse el iPhone, pero el muy güey se lo regaló a su hermana creyendo que como traía para regalarse uno de la manzanita, podía darse el lujo de dárselo a la carnalilla, que andaba bien feliz gastando desorbitadamente los $20 pesos que le había metido de saldo en el Oxxo.
No tuvo corazón para pedirle que se lo regresara. El que quiere entrar al cielo debe pagar su derecho de admisión, y él creía que obrando así, ahí le iba abonando al pasaje celestial.
¿En que jalaba? A sus 17 años había conseguido chamba de chalán de reportero, una especie en vías de extinción pero que había reverdecido ahora que los periodicotes estaban corriendo a medio mundo.
La méndiga pandemia se comía al país entero y su presidente republiquetas ni cuenta se daba.
Con decirles que el meritito Reforma se estaba echando de a 5 y 6 por quincena. Los pobres reporteros que quedaban, nomás veían venir la quincena y se agachaban para que la guadaña del de RH no les cortara la cabeza.
La flatulencia era que necesitaba el celular para su jale, porque le servía para todo: Tomar fotos, grabar, escribir y enviar sus notas por wasap. Es más, por eso buscó el iPhone pues el otro, tenía una pantallilla de chiste.
El día de la entrevista consiguió el jale porque demostró que le gustaba hacer preguntas peligrosas. “Tengo mucha experiencia con pendejos”, le dijo al jefe de redacción, que apenas le oyó decir eso pensó: “Justo lo que necesito para que le ayude al que cubre la fuente de gobierno. Va a andar en su elemento”.
La primera nota que ayudó a cubrir fue una rueda de prensa con el gobernador. Y cuando vio la oportunidad le pidió permiso a su jefe directo -el reportero de la fuente- de hacer una pregunta, y como el bato no había hecho ni una, vio la oportunidad de no hacer quedar a su medio. “Ándale”, lo empujó a la 1ª fila.
“Señor, ahora que usted dice que debemos dejar de comer cosas exóticas y entrarle al arroz, al maíz y al frijol, porque sin maíz, no hay país, le pregunto: ¿Usted cree que los que suenan para ocupar su puesto en las elecciones del 2021, le van a dar a la ciudadanía arroz con popote?”
Y el gobernador, viéndolo con su mirada bovina, le respondió: “La verdad, sí”.
“Gracias”, le respondió el chalán y pensó: “Sí que está bien pendejo. Bueno, también los demás porque nadie se dio cuenta de lo que le pregunté”.
Echó de menos traer un buen celular, el día que acompañó a su jefe al zoológico a entrevistar a la nueva directora de ese lugar.
Habían llegado tarde y la cita era exclusiva para ellos. La funcionaria tenía fama de malhumorada y les reclamó justo cuando iban pasando por el lago de los hipopótamos y les dijo que si hubieran llegado 5 minutos más tarde, los hubiera aventado al agua.
“Estos animalitos se ven bien tiernos, pero cuando algo o alguien se les atraviesa en el camino hacia lo que les gusta, de una tarascada parten en dos a ese algo o a ese alguien”, les dijo.
Cuando acabó la entrevista, el chalán se sintió con la confianza de preguntarle a la directora del zoológico: “Oiga, ¿de verdad nos habría aventado con los hipopótamos si llegamos 5 minutos más tarde?”
Y sonriendo, la funcionaria le respondió, al ver que no la estaban grabando: “Claro que no. A los hipopótamos no les gustan los periodistas”.
“Pinche iPhone de 4ª”, se dijo el chalán para sus adentros.
CAJÓN DE SASTRE
“No solo a los hipopótamos no les gustan los periodistas", dice la irreverente de mi Gaby, dejando el escenario listo para una secuela.
placido.garza@gmail.com
PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “SIP, Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Es miembro de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe diariamente su columna “IRREVERENTE” para prensa y TV en más de 40 medios nacionales y extranjeros. Maestro en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras, de distinguidos comunicadores. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América.