Los estragos que arrojó la determinación de imposición del precandidato de Morena, Raúl Morón, dejó un malestar y un agravio generalizado. Resulta que las cosas no salieron conforme a la lógica; el viernes pasado se tuvo que haber nombrado a Cristóbal Arias Solís candidato del partido guinda para la gubernatura de Michoacán; sin embargo, se incumplió la transparencia de un ejercicio que, con pronósticos a su favor, dominó con más de 42 encuestadoras que ratificaron su constante paso donde aventajó entre un promedio de 7 a 8 puntos del segundo lugar.

No obstante, Mario Delgado anunció ante la prensa y contra todo pronóstico al mandatario municipal de Morelia, Raúl Morón. Ahí, el presidente de Morena a nivel nacional declaró que el sondeo había favorecido al munícipe. Sin embargo, rápidamente la militancia renegó y se incomodó de la designación que no aceptó con buenos ojos. Además, cuestionó la intromisión de personajes de primer nivel que estuvieron insistiendo en la injerencia del proceso hasta lograrlo.

Como medida de presión, los Cárdenas movilizaron su poder desde Palacio Nacional para someter a Mario Delgado en la asignación del presidente Municipal de Morelia. Justamente el desenlace permitió inclinar la balanza a favor del perfil que, durante la fase previa, jamás demostró crecimiento en las 42 encuestas que se publicaron.

En fin, diversos factores se mezclaron a raíz del nombramiento ilegítimo. Lo cierto es que, en Michoacán, la columna vertebral del Lopezobradorismo se dividirá ante el incumplimiento poco transparente de Mario Delgado. Eso se temía desde un principio que se comenzó a esbozar la información de que, en la sede Nacional, acechaban al dirigente para favorecer a otro perfil que no fuese el senador, Cristóbal Arias Solís.

Mario Delgado tomó la decisión equivocada y estalló la división en Morena en Michoacán. Esas denuncias hicieron que se estancara la democracia en un partido donde a todas luces, sucumbió ante el poder de una minoría que, en el fondo, aniquiló la pluralidad en el epicentro de un partido que nació bajo la promesa de un cambio. No obstante, la lectura fue clara: se favoreció descaradamente y con un manotazo en la mesa la determinación autoritaria del influyentismo.

Por esa razón, Mario Delgado tendrá que asumir el costo político que será altísimo. Puede decirse en estos momentos que, Morena, atraviesa una severa grieta que propició la dirigencia nacional. La decisión tan cuestionable, dejará un saldo negativo al final de la contienda del 2021. Obviamente, la estructura territorial y las proyecciones del voto efectivo que sujetó Cristóbal Arias Solís durante 14 meses son muy altas. Entre la población abierta y de Morena, el senador arrasó con cifras que lo ubican siempre en la cima.

Sin ir más lejos, Cristóbal Arias Solís arranca como el favorito para ganar la gubernatura. Al referirme a este concepto, resulta que el vicecoordinador de los senadores de la fracción morenista en la Cámara Alta, anunció que irá en busca de su tercer intento por conquistar el despacho de la administración pública. No será con Morena, sin embargo, es evidente que ante la palpable división que sufrirá el partido, la inmensa mayoría de población que se siente agraviada inclinará la balanza en favor de Cristóbal.

Quizá el punto central decisivo que se reflejará en 2021, será el desdén y la insatisfacción del proceso interno en Morena. Justamente ese pronóstico se fortalece porque el senador Cristóbal Arias Solís comentó que, en medio de sus aspiraciones, sigue prevaleciendo la agenda Lopezobradorista a la que por cierto, caminó de la mano del presidente Obrador desde 1989 con la creación de la Corriente Democrática Nacional. Al final, ese es el propósito: expandir el proyecto de la 4T en todos los rincones de la República.

El vehículo o el instrumento puede ser distinto, pero, al final, existe una base sólida de principios que alienta el esquema Lopezobradorista en la estructura de Cristóbal Arias Solís. Eso lo reconoció un sinfín de casas encuestadoras que otorgaron una abrumadora ventaja; esa es la clave de este proceso: la legitimidad que le otorgó la inmensa mayoría de la población.

Finalmente, el afán de nombrar a un perfil que no reconoce la mayoría de la población, traerá un saldo muy negativo en Morena; tanto que, desde este momento, enterró la idea de conquistar Michoacán porque enfrente, tendrá a un rival que arrastra una estructura territorial inmensa.

Notas finales

Trascendió que en los grupos fuertes de Morena el senador Cristóbal Arias Solís siempre fue bien visto. Eso, tendrá un plus en sus aspiraciones en Michoacán; además, como no tiene ningún mérito la designación del precandidato que fue nombrado bajo la imposición, podrán darle la espalda y cargar los dados a favor del legislador de la Cámara Alta. Asimismo, Arias Solís posee una añeja relación cercana con el presidente Obrador; esa razón, incluso, puede traer la venía desde Palacio Nacional para respaldar la decisión que ha tomado Cristóbal. No se separa del Lopezobradorismo, se hace a un lado de la cúpula que le cerró la puerta en la dirigencia de Morena de una manera deshonesta y acrítica, esa, fue la lectura captada en la crónica de los protagonistas.