Stavridis advierte que Taiwán es el punto central del conflicto.

James Stavridis escribe con detalle, en la página de opinión de Bloomberg, sobre los cuatro escenarios de conflicto entre China y Estados Unidos. Aquí.

El almirante retirado Stavridis es uno de los mejores conocedores de las relaciones internacionales desde la perspectiva militar. Lo conocí en 2008, en una reunión académico-empresarial, cuando yo trabajaba en CEMEX y él era el Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, con la responsabilidad de todas las operaciones militares en América Latina desde 2006 hasta 2009. 

Cuando conversé con él me dijo: 

“Es mi primera responsabilidad como almirante de cuatro estrellas. Trabajo directamente para el Secretario de Defensa en la conducción de operaciones militares y cooperación de seguridad en los 45 países y territorios al sur de Estados Unidos. En México, Centroamérica, el Caribe y América del Sur. La relevancia de nuestros esfuerzos es que cubrimos 16 millones de millas cuadradas y tocamos las vidas de más de 500 millones de personas en las Américas. Estados Unidos y América Latina compartimos juntos este vasto vecindario”.

James Stavridis

Desde entonces, he seguido su impresionante trayectoria.

Ahora Stavridis asesora al equipo ejecutivo del Grupo Carlyle y a profesionales de inversiones en asuntos geopolíticos y de seguridad nacional. Además, es presidente de la junta de consejeros de McLarty Associates. Fue Decano de la Escuela de Derecho y Diplomacia Fletcher en la Universidad de Tufts. Fue el Comandante Supremo de la Alianza de la OTAN en operaciones globales de 2009 a 2013, con responsabilidad en Afganistán, Libia, los Balcanes, Siria, la lucha contra la piratería y seguridad cibernética. El almirante Stavridis es columnista mensual de la revista TIME y analista de seguridad internacional de NBC News. Es autor de una decena de libros.

En un extraordinario artículo, Stavridis nos advierte que Taiwán es el punto central del conflicto, pero que el combate podría extenderse hasta el Océano Índico.

China es un competidor de Estados Unidos en los océanos y existe un riesgo real de un enfrentamiento. Ha mejorado paulatina, meticulosa e inteligentemente cada aspecto de sus capacidades navales durante la última década. China ha ampliado el número de sus sofisticados buques de guerra, los ha desplegado de forma agresiva en toda la región y ha construido islas artificiales para utilizarlas como bases militares en el Mar de China Meridional.

Stavridis ve cuatro zonas críticas donde la armada china puede potencialmente atacar a Estados Unidos y sus aliados:

1) el Estrecho de Taiwán 

2) Japón y el Mar de China Oriental

3) el Mar de China Meridional

4) las aguas más distantes alrededor de otros vecinos de China, incluidos Indonesia, Singapur, Australia e India.

La máxima prioridad regional para el ejército chino es garantizar que puede ejercer el control del mar y proyectar su poder en las aguas alrededor de Taiwán. Hay un viejo compromiso del presidente Xi Jinping de dominar a la "provincia renegada". Incluso está dispuesto a utilizar la fuerza militar si es necesario. ¿Cuándo? Nadie lo sabe con exactitud. Puede ser en un horizonte de uno a seis años.

Stavridis analiza el objetivo chino para que Estados Unidos sea incapaz de defender Taiwán. En ello hay diversos aspectos que se deben considerar:

1. Lo ocurrido en Hong Kong sienta un precedente que los taiwaneses observan con preocupación. ¿Qué significaría un futuro de Taiwán dentro de China? Sin duda, la pérdida de la democracia y del respeto a los derechos humanos.

2. Estratégicamente, el desafío para la Marina de Estados Unidos, es enorme. Taiwán está ubicada a más de 12 mil kilómetros de Hawaii pero a sólo 400 kilómetros de China continental.

3. Internamente, en la política estadounidense, en la nueva geografía electoral y en la nueva composición del Congreso, nadie sabe si se lograría consolidar un compromiso bipartidista para defender a Taiwán.

4. Como ocurrió en muchas guerras del pasado, el riesgo siempre es que un incidente escale la situación a un conflicto mayor.

Si China intentara poner fin militarmente a la independencia de Taiwán, nos dice Stavridis, su estrategia se centraría en el “anti-acceso / negación de área”, utilizando medidas defensivas para mantener a gran distancia a la Marina de Estados Unidos.

Se dice fácil, pero eso se convertiría en una pesadilla para el mundo. Tan sólo imaginemos lo que nos plantea Stavridis con todo detalle:

Primero: 

“El plan chino involucraría numerosos buques de guerra de superficie (destructores y fragatas, todos con una importante capacidad de misiles superficie-superficie); misiles balísticos y de crucero terrestres y marítimos, incluido un número cada vez mayor que son hipersónicos (capaces de viajar muchas veces la velocidad del sonido, y para los que Estados Unidos carece actualmente de defensas fiables); guerra cibernética dirigida contra los sistemas de comando, control, navegación y GPS de Estados Unidos y armas antisatélite cada vez más sofisticadas para reducir la inteligencia y la alerta temprana de Estados Unidos”.

Segundo, considerando la estrategia de guerra:

“El objetivo de China sería establecer el control del mar alrededor de Taiwán. Luego utilizaría operaciones de menor tamaño. Insertaría Fuerzas Especiales, las conectaría a "células durmientes" de los comandos que ya están en la isla. Controlaría los aeródromos y transportaría por aire una poderosa fuerza militar”.

Tercero: 

“Utilizarían los misiles tierra-tierra y el poder aéreo para diezmar los sistemas de defensa aérea de Taiwán. Los taiwaneses podrían mantenerse firmes durante un período de tiempo, pero eventualmente se sentirían abrumados”.

¿Cuál tendría que ser la reacción de Estados Unidos para responder?

 “Se movería primero en el mar, apuntando a los buques chinos y reduciendo su capacidad de ataque de superficie a superficie. Buscaría proteger a Taiwán con barcos de misiles balísticos; actuar rápidamente para reforzar las bases de avanzada en Guam, Corea del Sur y Japón; y garantizar la conectividad continua en lo que seguramente serán dominios cibernéticos y espaciales muy controvertidos. Estados Unidos también podría atacar las bases de China en el Mar del Sur de China con Navy Seals y Marine Raiders, lo que obligaría a los chinos a desviar los activos militares y la atención de Taiwán”.

Todo el análisis logístico-militar del almirante Stavridis supondría que el Pentágono tendrá que destinar más presupuesto y entrenamiento a la guerra cibernética, el empleo de Fuerzas Especiales en el mar, vehículos no tripulados, capacidades subterráneas (tanto submarinos tripulados como drones submarinos); y defensas aéreas contra crucero hipersónico y misiles balísticos.

En un conflicto como el hipotético entre China y Estados Unidos, se tiene que operar muy de cerca con aliados, en especial con Japón. El grado en que Estados Unidos esté dispuesto a ofrecer garantías de defensa explícitas a Taiwán tendrá un impacto en el cálculo en Beijing. También lo hará la calidad de los sistemas de armas proporcionados a Taipei, especialmente mejores defensas aéreas y aviones de combate de próxima generación, el nivel de entrenamiento y ejercicios conjuntos y el número de visitas de alto nivel a Taiwán por parte de figuras militares y diplomáticas de alto nivel.

De los cuatro puntos de conflicto marítimo potenciales en el este de Asia, Taiwán es el más peligroso y el que tiene más probabilidades de explotar.

¿Y México qué haría en un escenario de conflicto entre Estados Unidos y China? ¿Se habrán analizado ya todos los escenarios? Nuestro país es miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y somos amigos, aliados y vecinos de Estados Unidos. Somos parte de la región de América del Norte.