Inicia contienda en NL

Arrancaron las campañas en Nuevo León. Las primeras encuestas publicadas en el periódico El Norte, desde el viernes, nos muestran una primera fotografía.

Para gobernador(a):

Clara Lus Flores, de Morena, 33%<br>​Adrián de la Garza, del PRI, 30%<br>Fernando Larrazabal, del PAN, 18%​<br>​Samuel García, de MC, 8%.

Para presidente municipal de Monterrey:

Francisco Cienfuegos, del PRI, 33%<br>Luis Donaldo Colosio, de MC, 24%<br>Víctor Fuentes, de Morena 19%<br>Yolanda Cantú, del PAN, 12%.

Para presidente municipal de San Pedro Garza García:

Miguel Treviño, Independiente, 42%<br>Mauricio Fernández, del PAN, 42%<br>Silvia Martínez, del PRI, 4%.

Seguramente hoy se publicarán más encuestas de otros municipios. ¿Qué tan alejada está esa imagen del resultado final que veremos el próximo 6 de junio? No lo sabemos todavía.

Mientras que las campañas dividen a la sociedad, lo que los ciudadanos esperamos de gobernadores y presidentes municipales es que sepan construir esquemas de colaboración.

Los problemas a los que se enfrentan las ciudades no pueden resolverse por un solo hombre o una sola mujer. Exigen equipos excepcionales y colaboración. En un área metropolitana tenemos que romper los silos para construir ciudades inteligentes, como en un artículo que publiqué en SDPNoticias: ¿Nuevo León inteligente?

No hay islas de seguridad. No hay ínsulas de prosperidad.

Los alcaldes enfrentarán el mismo desafío: ¿cómo abordar problemas urgentes, altamente visibles y preocupantes para la gente? ¿Cómo lograr que nuestra ciudad se convierta en el mejor lugar para vivir?

Para hacer frente a estos problemas, las alcaldes requieren de la colaboración. Deben atraer talento y formar equipos con las mejores mentes de la comunidad. Luego, sus equipos deben enfocarse, alinearse y disciplinarse en un esfuerzo inédito de colaboración.

Un alcalde podrá ser muy popular y tener el poder de convocar, pero no siempre tendrá todos los recursos que necesita. Su mayor reto siempre será que no sabe lo que no sabe. Siempre se enfrentará al desconocimiento de la mejor forma de construir y mantener la colaboración. Va a necesitar ayuda. Deberá dejar la novatez, la ignorancia y la arrogancia a un lado. Ese equipaje no ayuda a diseñar e implementar mejores políticas públicas.

Hemos puesto en marcha, en Monterrey, un “GobLab” para ayudar a gobernadores y a presidentes municipales a reflexionar sobre sus objetivos, estrategias y capacidad de colaboración. Se trata de proponer soluciones innovadoras para apoyar a líderes y organizaciones, a través de un enfoque de diseño centrado en el ser humano. El objetivo es atender la verdadera necesidad del ciudadano. En sesiones estratégicas podremos monitorear su progreso, examinar barreras y avances. Mediante entrevistas, encuestas, ejercicios grupales y observación directa, diseñaremos las mejores políticas públicas.

La carrera de caballos

Los gobernadores y alcaldes de todo el país necesitan desarrollar una capacidad eficaz de colaboración. Eso requiere conocimiento, estrategia, práctica y evaluación. Es necesario un moderno proceso de diseño.

Todo gobierno municipal va a depender de la colaboración. Los alcaldes necesitan ayuda porque no tienen los recursos ni la experiencia para abordar los problemas. Se requiere colaboración con el gobierno estatal, con otros municipios y con el sector privado.

No basta con las ocurrencias o el intercambio de ideas. Se requerirán asociaciones operativas cuidadosamente construidas con procesos de trabajo integrados. Es un tema de gobernanza pero también de dinámica de equipo.

Vimos en El Norte la fotografía del arranque de la “carrera de caballos”, pero eso no nos dice mucho todavía. Lo que debemos observar como ciudadanos en cada candidato es la composición de su equipo, sus objetivos, sus procesos, sus roles, su comunicación.

Si no hay buen equipo, no habrá resultados positivos de la gestión. Se requiere madurez, porque deben representar la perspectiva de su municipio y al mismo tiempo reinventar el entendimiento de los problemas metropolitanos para encontrar soluciones en el campo de la colaboración transmunicipal.

Deben definir la esencia de cada problema y cómo se pueden resolver en un esfuerzo de colaboración. Se tienen que administrar los silos en los que trabajan a fin de eliminarlos. Es necesario construir confianza, lenguaje y comprensión compartidos.

Hay dos tareas críticas en un equipo de campaña y de gobierno: pensar juntos y actuar juntos. Nuestro “GobLab” los ayuda en esas tareas. Es un laboratorio de innovación gubernamental que diseña soluciones, a través del enfoque de MIT centrado en las personas (“human-centered design”) puede revisarlo aquí , junto con el “triángulo estratégico” desarrollado en la Escuela Kennedy de Harvard, puede revisarlo aquí.

El triángulo estratégico

El triángulo estratégico tiene tres dimensiones: 

a) creación de valor público

b) legitimidad y apoyo

c) capacidad operativa. Se enfoca en crear más valor para los habitantes de la ciudad al repensar y reorganizar el esfuerzo colectivo para resolver problemas.

El “valor público” se refiere a los resultados sociales positivos que persigue una colaboración; es la mejora neta en el bienestar social y la justicia que cada individuo —y todos juntos— pueden disfrutar si se emprende la colaboración.

La dimensión de “legitimidad y apoyo” se refiere a la autorización formal, los recursos financieros y el apoyo político social y del público general que son necesarios para emprender y sostener el esfuerzo. ¿De quién se requiere un permiso? ¿Qué actores podrían brindar el apoyo legal, financiero, social y político necesario? ¿Quiénes son los aliados en este proceso y quiénes son los oponentes?

La “capacidad operativa” se refiere a los cambios que deben ocurrir en la organización. Este esfuerzo requiere mantener las capacidades organizativas actuales funcionando óptimamente. Pero, al mismo tiempo, crear nuevas capacidades que no existían anteriormente en ninguna parte.

El triángulo estratégico establece una lógica poderosa para pensar y actuar, para diseñar y ejecutar, una iniciativa de colaboración. Suena fácil. Pero se requiere talento y esfuerzo para implementarlo. ¿Por qué? Siempre hay muchas barreras a la colaboración.

Siempre surge un primer desacuerdo sobre cuál es el problema y cuáles son los resultados que se deben lograr. Luego vienen los desacuerdos sobre quiénes deben participar y cuántos recursos invertir. Después hay desacuerdos sobre los cómos, la viabilidad, las responsabilidades, la medición y evaluación, los ajustes a la estrategia. Pero los principales desacuerdos vendrán con la inclusión de las personas idóneas, porque siempre hay desconfianza, filtraciones, mala comunicación, falta de procesos para la toma de decisiones, división del trabajo, escasa rendición de cuentas.

El triángulo estratégico ayuda. Permite hacerse las preguntas fundamentales. Pero los equipos tienen que descubrir los problemas persistentes, derrumbar las barreras para abordar y alinearse en torno a su trabajo. No todos pueden ver los desafíos de la misma manera.

Los retos pueden cambiar con el tiempo. Se debe promover y mantener siempre una nueva conversación en el equipo. Se debe generar confianza y seguridad de que el equipo puede remontar cualquier obstáculo. Deben hacerse preguntas constantemente. Nunca dejar de pensar ni de actuar.

La colaboración de gobernadores y presidentes municipales en un mismo estado, en una misma área metropolitana, son difíciles porque los problemas sociales son grandes y urgentes. Pero el reto mayor es que los líderes y los equipos ven los problemas de manera diferente. Es común que todos estén desalineados. Comprenden los problemas desde una óptica diferente y sus ideas de solución son también diferentes.

Más allá de los resultados de las encuestas de hoy, los ciudadanos escucharemos durante tres meses los mensajes, las ideas, las propuestas, y nos enfocaremos en los candidatos que tengan los mejores equipos, que sepan colaborar. Tendrán que capturar nuestra imaginación. Pero también tendrán que ser capaces de demostrarnos que pueden dar resultados.