Las ideas vertidas por Jesús Ramírez Cuevas ante Gabriel Sosa Plata en el programa “Media 20.1” que cada domingo transmite TV UNAM, resultaron más que interesantes para saber hacia dónde se dirigirá la próxima comunicación política y gubernamental del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Ramírez Cuevas, próximo responsable de comunicación social de la Presidencia de la República, expuso los siguientes conceptos del trabajo que enfrentará para los próximos años:

1.La resistencia al cambio del modo tradicional en que han venido trabajando empresarios de medios, periodistas y funcionarios de la comunicación oficial.

2.El gobierno de Andrés Manuel López Obrador recibió un mandato ciudadano de transformación de la República, y en el caso de la comunicación gubernamental se buscará que sea bidireccional, recíproca, abierta, transparente,

3.La voluntad expresa del respeto a los derechos de la información y de la libertad de expresión, reconociendo la pluralidad de opiniones en un debate abierto de los asuntos públicos del país.

4.Los derechos de las audiencias serán reconocidos, por ser parte importante del respeto al público y un instrumento para contrarrestar a las “fake news” (noticias falsas).

5.La libertad de información y de opinión también incluye que desde la oficina de comunicación social no habrá línea editorial a medios y periodistas.

6.El deslinde a los recientes ajustes en los medios nacionales, recordando que aún no son gobierno ni tampoco es la intención incidir en la que concierne a cada empresa de comunicación.

6.La revisión a fondo de la política de publicidad gubernamental, considerando la nueva realidad del uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación frente a los medios tradicionales, bajo el reconocimiento de que haya transparencia y el  compromiso de hacer. A nivel mundial el consumo de la información se ha modificado y nuestro país no es la excepción, tanto en medios como en audiencias.

7.La transparencia en las relaciones periodistas y medios y la próxima oficina de comunicación; no se buscará una prensa dócil y acrítica.

8.La apertura al debate público de los temas nacionales, pero también el uso al derecho de réplica y al derecho de las audiencias.

9.Los medios públicos son parte importante del proyecto de la cuarta transformación de la República, por lo que hay el compromiso de que dichos medios sean “públicos”, es decir de los ciudadanos, y no “gubernamentales”, velando porque la política que aplique la Federación sea también asumida por los gobiernos estatales que los consideran de su propiedad. En ese sentido, habrá de fortalecerse el sistema de medios públicos.

10.La promoción de información y contenidos, se pugnará porque en general los medios abran sus espacios a la composición pluriétnica y pluricultural de México; que los jóvenes, mujeres e indígenas y personas con capacidades diferentes tengan espacios y cuberturas informativas.

11.El reconocimiento de las comunidades a tener sus propios medios, por lo que se respetará y apoyarán a los medios comunitarios que difundan las culturas

En general, las anteriores expresiones muestran un cambio radical a la política de comunicación social

Recientemente, también Gabriel Sosa Plata publicó en el portal SinEmbargoMx que un grupo de organizaciones sociales de análisis de medios, comunicaciones, periodistas y derecho a la información, una serie de demandas que deberían hacerse en el marco de las acciones de la llamada “cuarta transformación” y que encajan perfectamente con la oferta de trabajo de Jesús Ramírez Cuevas.

Por supuesto, estos conceptos y su aterrizaje deben pasar una aduana muy complicada y en algunos casos reformas a diversos marcos jurídicos, además de los consabidos ajustes presupuestales y de protocolización

¿Cuáles serían los cambios prioritarios efectos de los cambios jurídicos en la comunicación política? ¿Dichos cambios han sido analizados en términos de impacto costo/beneficio para la relación sociedad y gobierno? ¿Qué escenarios se han analizado con los actores financieros, mediáticos y políticos que en pasado y ahora, sin duda, habrán de mostrar evidente resistencia a reformas jurídicas que sientan les perjudica? ¿De qué manera habrá de insertarse la política de comunicación en la estrategia general de la política de seguridad o de pacificación que se estará impulsando en los primeros días?

La comunicación gubernamental requiere ser concebida, diseñada e implementada bajo el enfoque de política pública, algo que el equipo de Jesús Ramírez Cuevas al parecer lo tiene claro y muy compenetrado para que ese papel asignado sea fundamental en el proyecto del próximo gobierno.

En efecto, las condiciones políticas, sociales y económicas que favorecían el viejo modelo de comunicación gubernamental han cambiado, y la persistencia de sus viejas formas produce rendimientos decrecientes. Pero también debe tenerse cuidado y no dejarse sorprender, pues el universo mediático es cada vez más amplio y complejo en identificar los intereses detrás de cada expresión en los medios digitales.

Las experiencias acumuladas en materia de comunicación gubernamental de los regímenes democráticos ofrecen un horizonte de aprendizaje y marcos de referencia que deberían ser procesados para formular una adecuada política de comunicación pública de la Presidencia y por extensión del gobierno federal. A ello, debe tomarse en cuenta las experiencias reformadoras de la comunicación en Ecuador, Argentina, Bolivia, Perú, Uruguay y Venezuela, donde se han dado pasos relevantes y con consecuencias positivas o negativas, según el enfoque con que se quiera analizar.

Por otro lado, no pueden ser obviado que los desafíos en un contexto de globalización, democratización, desarrollo tecnológico y fuerte rezago social, también exigen que el diseño e implementación de la política de comunicación gubernamental sea manejado por funcionarios creativos y con la voluntad política más firme para que se confirme y no mueran como “buenas intenciones”.

Por otro lado, el próximo gobierno tiene claro qué debe incorporar en su agenda el tema de la comunicación pública gubernamental el más amplio criterio para impulsar el sueño dorado de la democratización de los medios por vía de la ciudadanización de los mismos, si no confundimos lo expuesto por el próximo vocero.

Desde Marshall McLuhan, Maxwell McCombs, Phillippe Mareek, pasando por Niklas Luhmann, hasta Dominique Wolton, se sabe de la creciente complejidad de las sociedades contemporáneas y del papel que juega en su cohesión y persistencia la comunicación, que ha dejado de ser una cuestión instrumental y exclusivamente mediática.

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